“MANIFIESTO DE INDIGNADOS CONTRA EL NEOLIBERALISMO”
POR: EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO
De todos modos
arribamos al año 2017 y a modo de bienvenida, ofrezco el texto íntegro de mi
Manifiesto de Indignados contra el Neoliberalismo (2009), que no ha perdido
vigencia, desgraciadamente, pues como he escrito en el Capítulo I de mi ensayo
“Morbi Dei, publicado por Ed. Corregidor: “Estamos aquí, todos nosotros, con un
pasado que nunca cesa, un futuro que nunca empieza, un presente que nunca
acaba”… pareciera que no terminan nunca de cavar, de explotar, mentir,
expoliar, difamar, esclavizar, anestesiar, asustar, asesinar y robar a los
pueblos, gobernantes, medios corporativos de manipulación de masas,
multinacionales miserables… los habitantes de este mundo, temerosos, ensalzan
muchas veces a su verdugo, representado en estos ignorantes y bestiales
asesinos seriales de la vida.
Año 2017,
sumados todos los números da 10. No está mal… será un buen año? ¿Para quién?
¿Importa?… los budistas tienen una creencia, que comparto: no pensar en el
pasado ni tampoco en el futuro.
El pasado no lo
podemos cambiar… sobre el futuro no sabemos. Ergo… hay que vivir el día a día,
como diría Buddha desde Sarnath, India, hace 2.500 años… así que el 2017
vivámoslo día a día, disfrutando de esta existencia, sin molestar a los demás…
tratando en paz y silencio las urgencias más inmediatas de nuestra comunidad.
“Siglos, que
nos observan, nos han visto nacer, soportar, silenciar, rebelarnos y
prepararnos a resistir, pues ha llegado la hora del cambio, y no hay más humano
y más pleno que el cambio llevado a cambio y ejecutado para resistir al poder
de las bestias, a la justicia criminal, a la avidez neoliberal, a los políticos
asesinos, a la inflexión de los intelectuales mercenarios, a la manipulación de
las corporaciones económico-mediáticas, a las libertades restringidas, a la
verdad que fue violada en toda su evidencia, ¿no es razón suficiente?
En las
ciudades, desiertos montañas, en cuanto paisaje existe en este planeta,
construiremos con espontaneidad y en emergencia una comunidad que no admite más
este sistema asesino.
Nuestras vidas
no valen para los poderosos del mundo, valen menos que las máquinas y los
animales. Somos menos que piedras, que plantas, que objetos vacíos.
En el camino de
la vida, no tenemos palabra, no tenemos rostro, no tenemos nombre.
Nuestras vidas
valen menos que las drogas y los armamentos del terror.
No teníamos
hoy, no teníamos mañana.
Nosotros no
existimos, para el poder, ese que hoy se viste mundialmente con el nombre de
“neoliberalismo”, nosotros no contamos, no producimos, no compramos, no
vendemos.
Somos un número
inútil para las cuentas del gran capital.
En respuesta, a
las calumnias perpetradas a los puros, a un sistema donde la ética no encontró
su espacio y la nobleza ha sido aniquilada, donde la miseria se instaló como
forma de vida, nos unimos Indignados, para buscar paz, equidad y libertad en
verdad, y para ver si encontramos alivio para nuestro dolor, de haber soportado
ser archivos de piedras y plantas olvidadas.
Nuestros sueños
que hablan, nos cuentan hoy otra historia que viene de ayer y apunta hacia el
mañana.
Nos habla la
libertad y la verdad a nosotros, los Indignados, los que somos gente simple y
sencilla, los que somos gente común, como nos nombran los poderosos.
Todos los días
y sus noches que arrastran, quiere el poderoso bailemos su música sin melodía y
repetir su brutal sometimiento.
El hombre
falso, gobierna sus tierras y tiene grandes máquinas de guerra que reparten el
dolor y la muerte en la Tierra. El falso que es gobierno nos manda la basura,
los mentirosos que engañan y regalan olvido a su gente.
Nosotros los
Indignados, somos la voz que se arma para hacerse oír. El rostro que se esconde
para mostrarse, el nombre que se calla para ser nombrado, la estrella que llama
al hombre y al mundo para que escuchen, para que vean, para que nombren, el
mañana que se cosecha en el ayer.
Detrás de
nuestro rostro, detrás de nuestra voz lanzada, detrás de nuestro nombre, detrás
de los seres amados que ya no están, detrás estamos nosotros.
Detrás están
los mismos hombres y mujeres, sencillos y simples que se repiten en todas las
razas, se pintan de todos los colores, se hablan en todas las lenguas y se
viven en todos los lugares.
Los mismos
hombres y mujeres olvidados, los mismos excluidos, los mismos intolerados, los
mismos perseguidos, somos los mismos nosotros.
Detrás de
nosotros estamos nosotros, detrás de nuestras pancartas y nuestro sonido, está
el rostro de todas las mujeres excluidas, de todos los indígenas olvidados, de
todos los hombres perseguidos, de todos los jóvenes despreciados, de todos los
migrantes golpeados, de todos los presos por su palabra y pensamiento, de todos
los trabajadores humillados, de todos los muertos de olvido, de todos los
hombres y mujeres simples y ordinarios que no cuentan, que no son vistos, que
no son nombrados, que no tienen mañana. Indignados.
Me he convocado
e invitado a este encuentro para venir a buscar y a encontrarme y encontrarnos.
Todos ustedes
han llegado hasta mi corazón y deben ver que no soy especial, deben ver que soy
un hombre simple y ordinario, deben ver que soy el espejo rebelde que quiere
ser cristal y romperse, deben ver que soy lo que soy para dejar de ser lo que
somos y para ser los nosotros que somos.
Nosotros somos
los Indignados, me invito para escucharlos y hablarnos todos, para vernos los
todos que somos.
Indignados
En los sueños
les contaron historias antiguas que recuerdan nuestros dolores y rebeldías, no
acabarán sus sueños donde no viven, no se rendirá nuestra bandera multicolor y
siempre vivirá nuestra vida la verdad.
Nosotros los
Indignados, los rebeldes, no seremos derrotados y seguiremos el camino junto a
los todos que son en la estrella humana, que ayudará al mundo a ser libre.
Pueden seguir
camino, si los nosotros que somos nosotros caminamos juntos.
Hoy, miles de
seres de los cinco continentes levantan la voz y caminan aquí y en todas
partes, para escucharse las unas a las otras y para oírse ellas mismas. Hoy,
miles resisten en los cinco continentes aquí y en todas partes, por la vida y
en contra de la muerte.
Hoy, miles de
colores de los cinco continentes se pintan aquí y en todas partes, para
anunciar un mañana de inclusión y tolerancia.
Hoy, miles de
corazones de los cinco continentes se viven aquí y en todas partes, por la
humanidad y contra el neoliberalismo.
Hoy, miles de
seres humanos de los cinco continentes gritan su “¡ya basta!” aquí y en todas
partes… gritan ¡ya basta! al conformismo, al nada hacer, al cinismo, al egoísmo
hecho Deidad del Sistema asesino.
Hoy, miles de
pequeños mundos de los cinco continentes ensayan un principio aquí y en todas
partes, cual principio de la construcción de un mundo nuevo y para todos, es
decir, un mundo donde quepan todos los mundos.
Indignados de
todo el mundo bienvenidos a la rebelión, a este y cualquier rincón del mundo
donde todos somos iguales porque somos diferentes.
Bienvenidos a
la búsqueda de la vida y la lucha contra la muerte y la destrucción,
bienvenidos a este primer gran encuentro de todos los seres libres, por la
Humanidad y contra el Neoliberalismo. Libertad, amor, armonía y belleza”.
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