¿LA POLÍTICA EXTERIOR DE EE.UU. LUCHA CONTRA EL TERRORISMO O LO
PROMUEVE?
POR: DR. ARSHAD M KHAN
Las imperiales
desgracias de Washington en el extranjero más el ambiente de temor en el país
contribuyeron con el inesperado triunfo de Donald Trump.
El último
discurso del presidente Obama referente a las políticas extranjeras de la
nación, pronunciado en la Base de la Fuerza Aérea de MacDill en Tampa, dejó
expuesto su propósito en el lugar. La base es la sede para el Comando de
Operaciones Especiales y para el Comando Central, ya que el primero desempeña
un papel cada vez más importante en la lucha contra el terrorismo.
La síntesis del
discurso parecía sostener la idea de que los Estados Unidos es y debería
mantenerse leal a sus principios, cuando de combatir el terrorismo se trata. Al
mismo tiempo, el congresista Ted Lieu, un demócrata californiano, se dirigió al
secretario de estado, John Kerry, para advertirle que E.E.U.U. podría ser
penalizado por crímenes de guerra, al contribuir con el bombardeo de Arabia
Saudita en Yemen; Estados Unidos colabora al reabastecer de combustible los
aviones en el aire. El congresista afirma que hay 70 incidentes registrados, en
los que se incluye a mujeres y niños como objetivos. Yemen en sí jamás tuvo una
crisis de refugiados durante los años de conflicto civil, hasta ahora debido al
despiadado ataque saudita.
Y, ¿qué hizo
Libia para sufrir la ira de E.E.U.U.?
Pues, luchar
una guerra civil en donde las víctimas eran cientos y los rebeldes mismos no
carecían de instigadores extranjeros. Vean a Libia hoy en día, una vez líder en
África en cuanto al índice de desarrollo humano y ahora bombardeada hasta
dejarla hecha añicos por la falta de un gobierno efectivo. A propósito, ¿cuál
fue el valor estratégico (o si vamos al caso, táctico) de bombardear un
precioso y costoso sistema de agua que traía agua desde el sur hasta de
Tripoli?, y ¿cómo esto afectó al la populación de Trípoli?. Ahora, por
supuesto, aquellos libaneses que estan en su capacidad, se dirigen hacia Europa.
De hecho, los africanos subsaharianos que vendrían a Libia en busca de trabajo
ahora van hacia Europa.
Pregúntenle a
los libaneses a quién culpan por sus problemas y la respuesta llegará sin temor
a equivocaciones, Estados Unidos es la causa principal de la destrucción del
país. Pregúntele a los yemenitas y será igual. Es el país que suministra los
aviones, las bombas, el combustible; sin todo esto no habría bombardeo aéreo.
Pregúntenle a los sirios y como informó la radio pública nacional esta semana,
ciertamente ellos no culpan al presidente Bashar Al Assad, puesto que sienten
que él ha estado haciendo un buen trabajo manteniendo al país unido. No, ellos
culpan a los saudíes, los estados del Golfo y las armas suministradas por la
cabecilla de Estados Unidos.
Pregúntele a
los somalíes. Gracias a la invasión patrocinada por los Estados Unidos y
ejecutada por los etíopes, se destruyó la última oportunidad del país para
estabilizarse, al prolongar los homicidios. Por otro lado, el régimen de la
corte islámica no pudo haber escogido un peor nombre, el cual envia mensajes
peligrosos por toda la administración de los Estados Unidos al sembrar terror a
causa de los Talibanes o por un segundo acto de Al-Qaeda. Y no fue sino un
callado y estudioso joven somalí que desató un ataque en la Universida de Ohio
hace apenas una semana; Trump estuvo allí hace poco para expresar sus
condolencias y repetir su credo de “escrutinio extremo” en contra de la
inmigración musulmana.
Pregúntenles a
los iraquíes y a los afganos. Una vasta cobertura desde Africa del norte, a
través de Yemen, Afganistán y Pakistán, está envuelta en los conflictos. Los
cálculos aproximados de mortalidad en Irak varían desde 200.000 adscritos a la
violencia hasta un millón atribuidos a los estragos de las guerras. Las
víctimas generadas por la guerra en Afganistán alcanzan más o menos la cantidad
de 111.000, según el Instituto Watson de la Universidad Brown, en conjunto con
muchos heridos. Esto va en aumento dada la presencia de Estados Unidos durante
15 años. Las muertes entre la población a causa de las guerras no son fáciles
de determinar, pero en Irak son propensas a ser aún más altas estas cifras.
La pregunta que
cabe hacer es si las 19 personas, originarias principalmente de Arabia Saudita,
son responsables de los ataques ocurridos el 9/11. Y, ¿para qué? En todo caso,
la situación y el factor miedo en los Estados Unidos empeoró y esta es una de
las razones por las que Donald Trump ganó. Entonces, ¿están estas políticas
unilaterales luchando contra el terrorismo o estan alienando a la población lo
suficiente para convertirse en una causa inmediata?
Dr. Arshad M
Khan (http://ofthisandthat.org/index.html) en un exprofesor, quien desde hace
varias décadas ha publicado artículos en The Christian Science Monitor, The
Dallas Morning News, Dawn (Pakistan), Fort Worth Star Telegram, Asia Times
Online, Countercurrrents, Counterpunch, Pambazuka News, Telesur inglés, entre
otros.
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