EJECUTANDO LA JUSTICIA: WIKILEAKS DESENMASCARA A ARABIA SAUDITA
POR: BELÉN FERNÁNDEZ
El
que Arabia Saudita sea un aliado petrolero de Estados Unidos, es una razón
importante para que la grave situación de derechos humanos en el país sea de
poco interés para Washington.
Hace
dos décadas, una pariente palestina de un amigo mío asistió a una ejecución en
una plaza pública en Riad, Arabia Saudita. Al final resultó que el hombre
ejecutado no fue la única víctima de la jornada; respecto de mi amiga, que ya
estaba en mal estado de salud, sufrió un ataque cardíaco fatal al presenciar el
evento. La mayoría de los miembros de la comunidad internacional, por supuesto,
evitan los efectos secundarios potencialmente adversos de contacto con la
realidad de Arabia, por una variedad de razones. Para comenzar, un estado
impulsado por el petróleo del reino como aliado extraordinario de Estados
Unidos significa que la ausencia general de los derechos humanos en el país es
menos de una obsesión para la superpotencia de lo que sería si los saudíes se
declararan, por ejemplo, una república Bolivariana. Como Thomas Friedman del
New York Times lo expresó en 2007: "Por supuesto, hay que proteger a los
saudíes" –esto dijo cuatro años después de haber confesado que
"francamente, tengo una debilidad por el gobernante de facto de Arabia, el
príncipe heredero Abdullah, que es un hombre de decencia y moderación".
(http://www.nytimes.com/2003/05/25/opinion/hummers-here-hummers-there.html) La
publicación de junio de WikiLeaks, con un diluvio de cables de la Secretaría de
Relaciones Exteriores de Arabia, por su parte, también ayuda a explicar la
sometida y débil reacción mundial a un país que se comporta muy similar al
grupo Estado Islámico. El comunicado de prensa
comienza por señalar que, para junio, el Reino ya había llevado a cabo
100 decapitaciones: "La historia no podía ser encontrada en los medios de
comunicación árabes a pesar de su circulación en los servicios de cable.
Incluso los medios de comunicación internacionales estuvieron relativamente
callados acerca de este hito, más aún si comparamos con lo que podría haber sido
si esto hubiera ocurrido en un país diferente. ¿Cómo una historia de este
calibre puede pasar desapercibida?” Respuesta corta: el dinero. ¿Por qué
molestarse en limpiar su acto cuando se puede simplemente limpiar su imagen,
desembolsando sumas enormes a los medios de comunicación internacionales y
otras entidades formadores de opinión? Como se revela en los cables, los
últimos regalos de Arabia Saudita a los medios de comunicación se han extendido
de escasos donaciones de 2 mil dólares por año a la Agencia de Noticias de
Guinea, hasta millones de dólares para la cadena de televisión libanesa MTV.
Otras tácticas de cooptación han incluido la compra masiva de suscripciones a
las publicaciones, que entonces quedan en deuda con sus abonados saudíes. https://twitter.com/Oximity/status/616568621138096128 Según WikiLeaks, los documentos "forman
una acusación tanto para el Reino como a los medios de comunicación a nivel
mundial." También sirven para mostrar la impresionante hipocresía de la
que los seres humanos son capaces. En su cobertura de los cables, el bloguero
libanés Joey Ayoub comenta sobre la revelación, que el líder político de la derecha libanesa, Samir
Geagea, buscó su propio plan de rescate financiero personal de Arabia Saudita:
"Es curioso cómo uno de los líderes más populares de la derecha cristiana
libanesa está tan interesado en forjar una alianza con uno de los gobiernos más
brutalmente anti-cristianos en el mundo (uno de los cables cuenta que en Arabia
Saudita prohíben a los cristianos etíopes rezar en casa).” En cuanto a otras
alianzas saudíes, el Wall Street Journal publicó el siguiente titular el 28 de
junio: “Las autoridades saudíes vinculadas al grupo yihadista según WikiLeaks
Cables”. A pesar de que los documentos no pudieron ser verificados de forma
independiente, el artículo señala que indican que hay “contactos de alto nivel”
entre Arabia Saudita y “el adversario más mortífero de Estados Unidos en
Afganistán”, la red Haqqani. Sin embargo, en lo que también puede ser referido
como un ejemplo de contacto de alto nivel, la pieza pasa a especificar que
dicha red “tiene sus orígenes en la década de 1980, cuando los EE.UU. y Arabia
Saudita respaldaban a facciones de muyahidines afganos que luchaban contra los
soviéticos”. De hecho, la tradición establecida de Estados Unidos de crear sus
propios enemigos en Afganistán significa que los saudíes apenas pueden ser
señalados por la represión. Y si bien la campaña antisoviética ayudó a hacer el
mundo más seguro para el capitalismo, la actual proliferación de enemigos a
través del paisaje de Oriente Medio también ofrece convenientemente un montón
de oportunidades para obtener ganancias; por un lado, la militarización
frenética de los saudíes ha deletreado felicidad para la industria de armas de
Estados Unidos. Poco antes de la publicación de los cables saudíes, el
columnista de Bloomberg View, Eli Lake, reportaba sobre otra revelación no
basada en WikiLeaks, que debería haber sido obvio para cualquiera que no
participa en el auto-engaño intencional:
Arabia Saudita estaba confabulado, con nada menos que el Estado de
Israel, contra su "enemigo común", Irán. Describía la alianza
Arabia-Israel por el miedo que “los
esfuerzos para hacer la paz con Irán por parte de Barack Obama envalentonara la
agresión de ese régimen en contra de ellos". Lake especula, "puede
ocurrir, que el mayor logro diplomático [del presidente] será que su
acercamiento a Irán ayudó a crear las condiciones para una alianza Arabia –
Israel en su contra”. Sin contar que una alianza entre dos regímenes opresivos,
espectacularmente respaldados por el
agresor imperial más importante del mundo, no es exactamente algo que se deba
celebrar. Mientras tanto, el Ministerio de Administración Pública de Arabia
anunciaba recientemente que tienen ocho posiciones para verdugos públicos, lo
que parece sugerir que la opresión no va a disminuir en el corto plazo. Pero si hay algo que decir en defensa del
Reino, es que la muerte de la justicia está lejos de ser un crimen solamente en
Arabia Saudita.
Este
contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente
dirección:
http://www.telesurtv.net/opinion/Ejecutando-la-justicia-WikiLeaks-desenmascara-a-Arabia-Saudita-20150709-0013.html.
Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace
hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido.
www.teleSURtv.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario