AMORDAZAD@S PERO JAMÁS HEMOS ROBADO EL DINERO DEL PUEBLO
POR
FRANCISCO GONZÁLEZ TEJERA
Se trata de
amordazar la democracia, la escasa libertad que hemos atesorado como quien se
agarra a un clavo ardiendo, un débil rayo de luz en estos años, tristes tiempos
de esperanzas destruidas después de la muerte del criminal dictador, el mismo
que colocó en el poder a una corona heredera de los 40 años de fascismo.
Ahora los hijos
y nietos de los que vivieron plácidamente en esos tiempos de crímenes,
torturas, robo de niños, represión y sentencias de muerte sacan a relucir su
casposa y represiva “Ley Mordaza”, la vergüenza del mundo, la forma perfecta de
perseguir a quien piensa diferente, de encarcelar, llenar las cárceles
españolas de presos políticos, hipotecar con multas millonarias la vida de
personas honradas que nunca han robado como roban ellos, que no saquean las
arcas del estado, que jamás han cobrado en sobres como cobran ellos entre
misas, ostias, comuniones, casas de putas y esnifadas de miseria humana.
Esta gentuza
que promueve desahucios de familias enteras a palos y patadas de sus esbirros
uniformados, que retiran ayudas a la dependencia generando la muerte de cientos
de miles de personas en pocos meses, que condenan a más de cuatro millones de
niños al hambre y el empobrecimiento extremo, que generan dolor, suicidios
masivos, más de 20.000 en los últimos cuatro años aunque lo traten de ocultar,
que destruyen nuestras vidas, las vidas de la gente honrada, la que solo quiere
vivir tranquila, con un sueldo digno, la que no quiere robar como roban ellos,
que solo quieren disfrutar de los escasos años que nos da la suerte de haber
nacido.
La mordaza, su
asquerosa Ley, las multas millonarias, la persecución de las ideas, la cárcel
nos espera a quienes no pensamos como ellos, a lo que ellos entre gim tonics y
puteríos llaman “violencia”, mientras planifican destruir las vidas de millones
de ciudadanos para seguir asquerosamente enriqueciéndose, arrasando por la
democracia, por la libertad de expresión, por la felicidad que buscamos, por la
dignidad que mantiene nuestras vidas entre sueños y dulces miradas.
Ya pueden
encarcelarme, aquí estoy, vengan si quieren, vivo en una casa humilde, no tengo
casi nada, solo seres queridos, flores nuevas, unas perras que me acompañan,
muchos pájaros libres, un pequeño jardín, un sueldo de miseria. Vengan no tengo
miedo, no voy a callarme, seguiré diciendo lo que pienso, jamás he robado como
ustedes, jamás he matado, vivo feliz, tranquilo, con la conciencia y el sueño
inalterable.
http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/
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