“VIACRUCIS DE LOS MIGRANTES”
ADALBERTO SANTANA
Sin duda a
territorio estadounidense fluye gran parte de la migración
latinoamericana, en esencia esa movilidad “latina” tiene un carácter económico,
aunque en determinadas condiciones políticas o sociales pueda presentarse un
flujo migratorio de distinta naturaleza. Tal como acontece en la segunda década
del siglo XXI, con determinados segmentos de la población mexicana (radicada en
la frontera norte), hondureña o guatemalteca, que por motivos de la guerra contra el narcotráfico y el
reiterado crecimiento de la pobreza y la violencia, son grupos sociales que han decidido buscar una mayor seguridad
en territorio estadounidense. Sobre este tema por lo regular se le ubica más en
el ámbito de la migración laboral. Sin embargo, hay también en nuestros países
latinoamericanos y en el mundo, un gran número de trabajadores internacionales
que en virtud de sus difíciles
condiciones sociales, de pauperización creciente, no tienen la oportunidad
y capacidad de reivindicar organizadamente sus derechos. Nos referimos a los trabajadores
internacionales migrantes, sobre todo aquellos que por su enorme vulnerabilidad
se ven precisados a migrar de sus lugares de origen. En su tránsito a los
países desarrollados en búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo social,
lo que encuentran no es un camino fácil y seguro. Todo lo contrario, su
vulnerabilidad y esfuerzo se ve mermado por las criticas adversidades que
emergen en su camino rumbo al norte (EU, Canadá y países europeos). Son trabajadores
internacionales indocumentados, sin voz y seguramente si llegan a su destino se
convertirán en los trabajadores globalmente más explotados En gran medida esos
trabajadores que migran de economías como las de México, Centro y Suramérica o
el Caribe, padecen cruentos sacrificios si llegan a su destino. Para estos
trabajadores internacionales el transitar por territorios distintos a los de
sus países ofrece grandes riesgos. Sus derechos como trabajadores no son
reconocidos y más bien los agentes migratorios muchas veces en complicidad con
actores del crimen organizado (narcotraficantes, sicarios, polleros,
coyotes, maras, etc.) los exponen a la
explotación y a la trata de seres humanos. Casi todos los días se puede
encontrar en las informaciones cotidianas de los medios de información las
crónicas que describen los padecimientos o el calvario de los migrantes. Sus
derechos con conculcados y figuran al límite de la degradación humana. Son
trabajadores internacionales indocumentados, sin voz y seguramente si llegan a
su destino se convertirán en los trabajadores globalmente más explotados. Los
que han quedado en el camino han sido reprimidos, secuestrados y en el peor de los casos masacrados por el crimen organizado. Por
ejemplo, sobre el secuestro de migrantes en México, el 15 de junio de 2009, la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló en su Informe Especial
sobre los casos de secuestro en contra de migrantes que: “En esa ocasión, la
CNDH informó que en el periodo comprendido entre septiembre de 2008 y febrero
de 2009, tuvo conocimiento de 198 casos de secuestro en los que se privó de su
libertad a 9,758 migrantes. Se documentó que en el sur del país fueron
secuestrados el 55% de las víctimas; en el norte, el 11.8%; en el centro el 1.2%,
mientras que no fue posible precisar el lugar en el que fueron secuestradas el
32% de las víctimas”. El caso más dramático y conocido de los migrantes,
sucedió en agosto de 2010 cuando 18 policías municipales entregaron al grupo de
narcotraficantes pertenecientes a Los Zetas a 72 migrantes centro y
sudamericanos en San Fernando, Tamaulipas, los cuales fueron asesinados. Caso
muy parecido por su modus operandi a la masacre de los estudiantes normalistas
de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Así, estos migrantes forzados económicamente, en su tránsito salen por el
mundo, ya sea en pateras que cruzan el Mediterráneo o en trenes de carga
como La Bestia que por sus rieles surca
el territorio sur de México. Los trabajadores migrantes son víctimas del acoso
permanente del crimen organizado. La fragilidad de su condición humana parece
desaparecer frente a la adversidad de las economías de mercado. O si se
prefiere del imperialismo transnacional que requiere mano de obra barata para
explotar su fuerza de trabajo en
cualquier lugar del planeta. En nuestros
días masivamente predomina un exilio o
desplazamiento económico cuando millones
de latinoamericanos tienen que ir a otros países de la región o bien fuera de
ella para buscar un mejor nivel de vida o escapar de la violencia. En
territorio estadounidense hay más de cincuenta millones de migrantes hispanos
en busca de otras oportunidades. Pero ahí también se les expulsa incluyendo a
miles de niños centroamericanos. “Cifras oficiales del gobierno estadounidense
establecen que de octubre de 2013 a junio de 2014, más de 66 mil menores
indocumentados no acompañados fueron detenidos por la patrulla fronteriza
estadounidense al cruzar el sector fronterizo con México. De estos niños, 36
por ciento es originario de El Salvador”. De la misma manera el sacerdote
Alejandro Solalinde Guerra, defensor de migrantes y fundador del albergue
Hermanos en el Camino en ciudad Ixtepec, del estado de Oaxaca, ha denunciado
que las condiciones de esos desplazados forzados han empeorado su situación:
“Los grupos vulnerables como los migrantes viven un viacrucis, un verdadero
calvario de muerte y desesperación total, lo que está haciendo que tomen nuevas
rutas y se encuentren con el pueblo, con la gente, que algunos los
rechazan y otros los protegen”. Pero eso
migrantes no solo sigue viviendo el acoso de las autoridades del imperio,
también lo sufren en los países latinoamericanos de tránsito. Así, en México
las mujeres migrantes, principalmente procedentes del llamado Triangulo del
Norte centroamericano (Guatemala, El Salvador y Honduras) las autoridades
migratorias detuvieron “a 11 mil 963 mujeres, en 2013, el número aumentó a 13
mil 975 y el año pasado llegó a 28 mil 693”. Ese es el viacrucis de los migrantes.
Uno de los sectores de nuestra América más vulnerables y excluidos sin duda de
la justicia social.
Este contenido
ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/bloggers/Viacrucis-de-los-migrantes-20150404-0002.html.
Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace
hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido.
www.teleSURtv.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario