PLAN GRIEGO PARA UNA TROIKA NERVIOSA
PABLO JOFRE LEAL
El gobierno de
Syriza en Grecia ha lanzado el denominado Plan Salónica, que ha puesto
quisquilloso a los “dueños de Europa” impulsando 11 medidas que tienen más de
sentido común y solidaridad con el débil que de medidas revolucionarias o que
pongan en peligro a la fortaleza europea
Esos “dueños”
que es hablar de la Troika, en lenguaje llano un grupo de decisión formado por:
El Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario
Internacional (FMI) vociferan a los cuatro vientos que Grecia debe ceñirse a la
estabilidad emanada de los tecnócratas de Bruselas so pena de terminar saliendo
de la bucólica, ensoñadora pero injusta arquitectura política-económica
denominada Unión Europea.
El Primer
Ministro Griego, Alexis Tsipras, flamante ganador de las elecciones de enero
pasado lanzó el Plan Salónica contra la pobreza y la exclusión. Dos conceptos
que en el último lustro se han enseñoreado del país helénico, tras las medidas draconianas impuesta por el
Eje Berlín-Paris. Esto, a través de sus exigencias de ajustes fiscales, recorte
en los gastos sociales, precarización del empleo y pauperización social, para
conseguir el dinero que el Banco Central Europeo debía prestarle a Grecia, que
en un juego de Birlibirloque volver a entregárselo al mismo Banco. Un acto de
magia considerado irracional, injusto y violatorio para los derechos de millones de griegos.
Tsipras habla
de un plan destinado a atajar “la emergencia humanitaria” que vive Grecia. No
ha sostenido que dará marcha a un proceso de revolución o de desmarque de la
Unión Europea, menos aún solicitar 130 mil millones de Euros al BCE como lo
hicieron sus antecesores para salvar a los mismos que condujeron a Grecia a su
actual Estado. Tsipras habla de modestos
2 mil millones de euros, para hacer
frente a la emergencia social. Dinero que se pretende recaudar con una lucha
más eficiente contra la evasión fiscal y
nuevos impuestos para las rentas más altas. Nada del otro mundo pero que ya ha
significado duros ataques frente a lo que los privilegiados de siempre
consideran hoy “medidas populistas”.
11 PUÑALADAS AL
CORAZÓN DE LA TROIKA
Once medidas
encaminadas a dar comida, luz, techo y sanidad a 300 mil hogares. Una nueva
moratoria de los desahucios en viviendas de valores menores a los 200 mil
euros. Aumento del salario mínimo desde los 586 euros a los 751. Todo ello
acompañado de una reforma laboral para generar condiciones laborales dignas a
la población menor de 25 años cuyos índices de desempleo alcanzan el 50%
Como punto
cuatro el ejecutivo griego determinó,
que usar el transporte público no puede ser tan malo para los altos
cargos gubernamentales, si millones de griegos lo hacen, por tanto disminuirá a
la mitad los 7.500 autos oficiales. Se reduce también el número de escoltas y
el 30% del personal de la sede de gobierno, sumándose la venta de uno de los
tres aviones con que cuenta el ejecutivo helénico. Se definió también el volver
a contratar a 3.500 funcionarios que habían sido despedidos en anteriores
administraciones. Igualmente se reabrirá el Canal de televisión Público,
cerrado por el gobierno de Antoni Samarás el año 2013. De esa forma, según
Tsipras “reparar el crimen contra el
pueblo griego y la democracia”.
Tsipras anunció
que no privatizará las redes y la infraestructura del país
La medida
número siete, considerada en gran parte de las culturas, un número de buena
suerte va encaminada a detener las privatizaciones, quedando prohibido vender bienes nacionales
para pagar deudas. Ello implica revisar la venta de 70 islas que tenían como
objetivo reducir el déficit público. Revocar la venta del Puerto del Pireo a
capitales chinos, como también no vender su participación estatal en la
principal generadora de electricidad de Grecia. Tsipras anunció que no
privatizará las redes y la infraestructura del país que "son nuestro
capital nacional, la riqueza natural y mineral". El primer ministro no
escondió su interés por captar la inversión extranjera y todas aquellas
inversiones que generen empleo, siempre que favorezcan el “interés público”.
Tsipras y sus
“medidas revolucionarias” aquellas que causan tanto escozor en los altos cargos
de la Unión Europea, decidió restaurar el sistema sanitario universal y
gratuito en una sociedad donde el 35% de la población no tenía acceso a la
salud ya sea por no tener cobertura tras un año de desempleo o por no pagar las
cotizaciones para un sistema sanitario privado que se había impuesto sobre el
tradicional modelo sanitario griego. En momentos que Europa vive una ola de
islamofobia, de incremento de los partidos xenófobos, el gobierno de Tsipras ,
a contracorriente definió que todo hijo de inmigrantes nacidos en Grecia
tendrán derecho a la nacionalidad griega, que seguramente le traerá alguna
dificultad con su socio de gobierno el ANEL, partido de Derecha nacionalistas
Griegos independientes. Pero, ahí está la medida y la voluntad de Syriza de
llevarlo adelante, que para eso tiene mayoría en el Parlamento.
En el plano de
las pensiones, capital fresco y siempre recurrente para las medidas de ajuste
del modelo neoliberal y que afectan las futuras jubilaciones de millones de
personas, Tsipras decidió subir las pensiones que será financiado con los
ingresos derivados de la explotación de las riquezas naturales. Finalmente, el
gobierno de Tsipras, para generar aún más desazón en la Troika, que ve con
alarma como estas medidas “radicales” pueden tener un efecto de contagio en
España, Italia, Portugal e Irlanda, donde se viven situaciones de crisis
económicas y sociales, ha decidido luchar contra la evasión fiscal – que llegó
a cifras del 60% - mediante la decisión de ¡que paguen los que más tienen”. Los
tramos de la declaración de la renta serán modificados para que aquellas
personas con ingresos menores a 12.000 euros anuales no tengan que pagar este
impuesto, al mismo tiempo que aumentan los controles de los grandes depósitos.
De igual forma, Syriza ha anunciado la eliminación del impuesto sobre las
primeras viviendas, una medida que vendrá acompañada por la creación de un nuevo
impuesto sobre las grandes propiedades
Hoy Syriza y
sus medidas han puesto en la mesa europea dos vías
Tsipras ha
decidido acometer 11 medidas que devuelvan algo de dignidad a una sociedad que
estaba en el suelo, sometida a los dictados de la Troika, con altísimos índices
de desempleo, con el aumento de los índices de marginalidad y pobreza urbana.
Con procesos de privatización que quitaban la riqueza conseguida tras decenas
de años de esfuerzo social. Hoy Syriza y sus medidas han puesto en la mesa
europea dos vías: una a saber si la prioridad del nuevo gobierno griego y con
ello un ejemplo para el resto del mundo es pagar a los acreedores que han
esquilmado a las sociedades o la decisión es avanzar por el bienestar social a
partir del triunfo y el voto de confianza ganado a punta de votos.
La respuesta de Tsipras y su gobierno está en
esa mesa: 11 medidas y avanzar hacia la satisfacción de las necesidades del
pueblo griego. Para la Troika que es hablar de Alemania y Francia la
renegociación no tiene cabida: Grecia debe pagar, so pena de someterse a los
más terribles pronósticos y para ello debe seguir privatizando (lo poco que
queda) reducir las remuneraciones, despedir a funcionarios públicos, elevar
impuesto – pero no precisamente a los que más tienen y reducir el tamaño del
Estado. El escenario está instalado, la mesa está servida, los comensales en la
mesa y 10.5 millones de griegos y otros tantos millones de Españoles,
portugueses e Irlandeses viendo como acaba esta batalla que acaba de iniciarse.
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