TRES AÑOS
SOBREVIVIENDO A RAJOY
POR
LUIS ZHU
Se acercan las próximas elecciones generales y el gobierno de
Rajoy ya está afinando la propaganda sobre la recuperación económica y su
capacidad de gestión. En la presentación de los Presupuestos Generales del
Estado (PGE) de 2015, Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, proclamó que son
las cuentas “de una nueva etapa esperanzadora”. Sin embargo, la mayoría de los
datos apuntan a una realidad mucho más amarga y un futuro inquietante si
continúan gobernando las elites del régimen del 78.
Una de las caras visibles del coste de la crisis son las
personas desahuciadas, visibilidad conseguida gracias al trabajo constante de
la PAH (Plataforma de Afectados/as por las Hipotecas). Sin embargo, a pesar de
la solidaridad desde abajo, 26.500 familias perdieron su vivienda durante el
primer semestre de 2014. Recordemos que el PP rechazó en 2013 las propuestas de
la PAH para frenar los desahucios.
Muchas personas pierden sus casas tras perder el trabajo. Los
datos de paro registrado han dado un pequeño respiro a Rajoy, pero son un clavo
ardiendo. El paro registrado en 2014 ha bajado en 508.000 personas. Pero no
todas las personas que dejan de estar inscritas como paradas lo hacen porque
hayan encontrado un trabajo. Por eso, el número de empleos creados
(afiliaciones a la Seguridad Social) asciende solo a 369.000. La diferencia
representa a la población que ha dejado de ser activa, bien porque ha
abanadonado la búsqueda de un trabajo, bien porque ha emigrado a otro país.
Si ampliamos el análisis a toda la legislatura del PP, el número
de personas que han pasado de ser activas a no activas ha llegado a las
507.000, mientras que el paro registrado ha aumentado en 140.000, dejando la
tasa de paro en 23,67%. En resumen, se podría decir que desde que gobierna el
PP hay 647.000 personas menos con trabajo en el Estado español. Incluso la
Comisión Europea cree que Rajoy será incapaz de reducir de forma significativa
el paro y pronostica que en 2016 el Estado español será el líder de la UE en
desempleo.
“¡Que se jodan!”
La situación de las personas sin trabajo en el Estado español es
trágica. Según cifras del ministerio de Empleo, casi la mitad, un 47%, de las
personas desempleadas no cobran ningún tipo de ayuda social (ya sea prestación,
subsidio o renta de inserción). No obstante, otras fuentes apuntan a que la
realidad podría ser incluso peor. Enrique Negueruela, investigador en Empleo en
la fundación Primero de Mayo, explica que la versión oficial de la tasa de
cobertura cuenta las prejubilaciones y los trabajos a tiempo parcial
compatibles con el cobro de ayudas y se calcula sobre el paro registrado. Un
cálculo sobre el el paro real y sin los dos primeros colectivos arrojaría una
cifra de 3,8 millones de personas sin trabajo ni ayudas, casi un 70% de la
población desempleada.
La mano del PP también se nota en este aspecto. La reforma
laboral de 2012 introdujo varios obstáculos para acceder a las ayudas y un real
decreto de ese mismo año redujo la cuantía de las prestaciones en 15% a partir
del séptimo mes –el célebre “¡Que se jodan!” de Andrea Fabra, cuyo patriarca
está ahora entre rejas. Para este 2015, el PGE prevee un recorte del 15% en
prestaciones de desempleo, que no se corresponde ni con las previsiones más
optimistas de reducción de paro y responde más a la dinámica de exclusión de
ayudas sociales a la que se ven abandonadas cada vez más personas etiquetadas
como “parados de larga duración”. En este sentido, mientras se escribe este
artículo, el PP prepara un plan para pagar entre 399 y 453 euros al mes a unas
350.000 personas que se encuentran en esta situación y que duraría, qué
casualidad, hasta el final de la presente legislatura. Un gesto electoralista
para intentar ganar las elecciones de 2015.
El panorama tampoco es muy esperanzador para las personas con
trabajo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), desde 2009, los
sueldos han bajado un 6%, mientras la productividad ha aumentado un 4%. Su
poder adquisitivo también ha retrocedido en este período, en un 17%. En 2013
los salarios bajaron de media en un 1,5% en el Estado español, situándose en
los 1.869 euros. Dentro de esta media, hay extremos muy diferentes. Un tercio
de las personas asalariadas cobran un sueldo inferior al Salario Mínimo
Interprofesional (645 euros al mes) y la mitad menos de mil euros. En el otro
extremo, un grupo de menos del 10% de la población ocupada cobra 39 veces más
que el 30% que menos ganan. Este grupo ha incrementado sus beneficios incluso
durante la crisis, a un ritmo medio de 5% al año. De este modo, el Estado
español es el campeón mundial en aumento de la desigualdad, según la OIT.
Trabajar bajo la pobreza
El retroceso continuo de los salarios está provocando que el
trabajo proteja cada vez menos contra la pobreza. Un estudio de la fundación
Primero de Mayo señala que la pobreza laboral en el Estado español afecta al
12,3% de la población, mientras que la media de la UE se sitúa en el 8%. Se
trata de personas que trabajan, pero tienen unos ingresos inferiores al umbral
de la pobreza . Este umbral ha ido retrocediendo (desde los 8.900 euros al año
en 2009 a los 8.100 en 2013) conforme aumentaba el empobrecimiento general de
la sociedad. En general, la pobreza afectaba al 24,7% de la población en 2009,
mientras que en 2013 llegaba ya al 27,3%. Es decir, cada vez hay más gente
pobre y más pobre.
El paro es uno de los principales factores que conducen a la
pobreza, pero otro muy importante es el tipo de trabajo. Las personas con
trabajos temporales, que representan el 24,6% del total –cifra que solo supera
Portugal en la UE–, cobran de media un 37% menos que aquellas con contratos
indefinidos. Por eso, entre las primeras un 16,2% se encuentra en situación de
pobreza, mientras que entre las segundas es un 5,4%. Una dinámica similar
ocurre con el trabajo a tiempo parcial, que alcanza a un 18% –un 63% lo hacen
de forma involuntaria, es decir, porque no han encontrado uno a tiempo
completo. Un 18,8% de la gente con este tipo de contrato se encuentra por
debajo del umbral de la pobreza, mientras que entre quienes tienen uno a tiempo
completo la cifra alcanza el 10,9%.
Las políticas del PP van en la dirección contraria a solucionar
el empobrecimiento de la clase trabajadora. Su reforma laboral de 2012 ha
provocado la eliminación de empleos estables, mientras se crean más trabajos precarios.
En concreto, ha destruido 263.000 puestos de trabajo indefinido, hay 370.000
contratos a tiempo completo menos y 166.000 personas más trabajando a tiempo
parcial.
Ante esta situación, las pensiones se han convertido en un
sostén cada vez más importante para más familias. Según CCOO un 20% de las
familias tienen como principal fuente de ingresos las pensiones. Sin embargo,
la mitad de las personas pensionistas cobran menos de 645 euros y durante los
últimos cinco años han perdido un 15% de poder adquisitivo. Con la reforma de
las pensiones del PP esta tendencia continuará. Las revalorizaciones se
desvinculan del aumento del IPC y durante los próximos años las variaciones se
fijarán al 0,25%. Para 2015, la subida oscilará entre 0,5 y 3 euros para las
pensiones mínimas y los 6,3 para las máximas.
El balance del gobierno de Rajoy es desolador. A la corrupción
generalizada de las instituciones, hay que sumar el continuo empobrecimiento de
la clase trabajadora a cambio de mantener los beneficios de una minoría que
sirven para mantener engrasadas las puertas giratorias. Capitalismo de
amiguetes para el 1% y miseria para el 99%.
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27,3% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza
263 mil trabajos indefinidos destruidos desde que gobierna el PP
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Luis Zhu (@irene_grau) es militante de En lluita / En lucha
Artículo publicado en el Periódico En lucha / Diari En lluita
http://enlucha.org/diari/tres-anos-sobrevivie
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