LA TIRANÍA
DEL PP
ESCRITO POR GEMÁN GORRAIZ LOPEZ
Breve reflexión sobre la tiranía del
PP, heredera natural del legado de Franco.
Edward L.
Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la
psicología de masas, en su libro Propaganda (1.928) fundamenta el sustento de
todos los sistemas de gobierno en la “manipulación de la opinión pública”, al
afirmar que “ los Gobiernos, ya sean monárquicos, constitucionales,
democráticos o comunistas, dependen de la aquiescencia de la opinión pública para
llevar a buen puerto sus esfuerzos y, de hecho, el Gobierno sólo es Gobierno en
virtud de esa aquiescencia pública”.
La propaganda
del establishment será dirigida no al sujeto individual sino al Grupo en el que
la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en
retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustentan
siguiendo la teoría de “la aguja hipodérmica o bala mágica” basada en “inyectar
en la población una idea concreta con ayuda de los medios de comunicación de
masas para dirigir la opinión pública en beneficio propio y que permite
conseguir la adhesión de los individuos a su ideario político sin tener que
recurrir a la violencia”.
El actual
sistema dominante o establishment de las sociedades occidentales utilizaría
pues la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para
anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico,
miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad
homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de
manipulación de masas. Así, el sociólogo y filósofo alemán Herbert Marcuse, en
su libro “El hombre Unidimensional (1.964), explica que “la función básica de
los medios es desarrollar pseudonecesidades de bienes y servicios fabricados
por las corporaciones gigantes, atando a los individuos al carro del consumo y
la pasividad política”, sistemas políticos que serían caldo de cultivo del
virus patógeno conocido como “autos-kratos” o autocracia.
La tiranía del
PP
La autocracia,
del griego autos (por sí mismo) y kratos (poder o gobierno), sería la forma de
Gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado,
especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada
democracia formal), que partiendo de la crisálida de una propuesta partidista
elegida mediante elecciones libres , llegado al poder se metamorfosea en líder
Presidencialista con claros tintes autocráticos (inflexible, centralista y autoritario),
lo que corrobora la tesis de Lord Acton “El Poder tiende a corromper y el Poder
absoluto, corrompe absolutamente”. Los sistemas autocráticos (gobiernos de
facto), serían pues una especie de dictaduras invisibles sustentados en sólidas
estrategias de cohesión (manipulación de masas) y represión social (
promulgación de Decretos-Leyes que rozarían la constitucionalidad pero que
quedarán revestidos por el barniz democratizador del Tribunal Constitucional de
turno (Ley Mordaza), síntomas evidentes de una deriva totalitaria que pretende
la implementación en el Estado español de un régimen Presidencialista
autocrático.
Sin embargo, la
crisis económica, la desafección política de la sociedad española motivada por
los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y el
creciente descrédito de la institución Monárquica han hecho revisar los
esquemas idílicos de la Transición y la vigencia de la Constitución del 78 en
la que se sustenta el actual status quo , por lo que se antoja inevitable un
proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva que tendrá como efectos
benéficos la liberación de la parte indómita del individuo primigenio ( el lobo
estepario) que ha permanecido agazapado en un recodo del corazón, sedado y
oprimido por la tiranía del actual sistema dominante (jacobino, neoliberal y
constrictor de las libertades democráticas). Así, tras un un parto agónico en
el que agonizará lo viejo sin que amanezca lo nuevo, asistiremos al nacimiento
del “Individuo Multidimensional” como generador de un tsunami popular de
denuncia del actual déficit democrático, social y de valores e instaurador del
caos constructivo que terminará por diluir el opiáceo inhibidor de la
conciencia crítica (consumismo compulsivo), no siendo descartable el finiquito del
Régimen del 78 en el horizonte del 2018.
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista
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