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viernes, 21 de noviembre de 2014

LA ECONOMÍA MUNDIAL EN UNA MARCHA CORTA



LA ECONOMÍA MUNDIAL EN UNA MARCHA CORTA
ESCRITO POR  MICHAEL ROBERTS

"La recuperación de la recesión de 2008-09 ha sido más lenta que en cualquier otra recuperación tras el período de la Segunda Guerra Mundial a ambos lados del Atlántico“.
La próxima semana, todos los líderes de las principales naciones del G-20 se reúnen en Brisbane, Australia.
La OCDE ha publicado su última previsión de crecimiento económico mundial cara a esa reunión. Es el
mantra habitual de todos los organismos internacionales, a saber, que el crecimiento mundial sigue
"atascado en una marcha corta", es decir muy por debajo del crecimiento de la tendencia anterior a la Gran

Recesión; pero no hay que preocuparse, el año que viene las cosas irán mejor.

Como la OCDE escribe en su informe, es previsible que la economía mundial "acelere gradualmente si los
países aplican políticas favorables al crecimiento". Téngase en cuenta la advertencia: SI los líderes del G-20
adoptan más medidas de apoyo al crecimiento‘'.

La OCDE calcula que el crecimiento del PIB real mundial será sólo del 3,3% este año, pero se "acelerará"
hasta un 3,7% en 2015 y un 3,9% en 2016. Pero incluso ese crecimiento será "modesto en comparación
con el período anterior a la crisis y un poco por debajo del promedio a largo plazo“.

Esa aceleración suave, suponiendo que se logre, lo que es bastante dudoso, será liderada por la economía
de Estados Unidos, que las previsiones de la OCDE creen que crezca un 2,2% este año, saltando al 3% en
2015 y 2016. La OCDE reconoce que Europa y Japón tendrán suerte si crecen más del 1% en el mismo
período.

El estancamiento en Europa, sobre todo en la zona del euro, también fue confirmado por las últimas
previsiones de la Comisión europea, que dio a conocer también la semana pasada. La Comisión recortó sus
previsiones una vez más, afirmando que la zona euro crecerá sólo un 0,8% este año, un 1,1% el próximo
año y un 1,7% en el 2016, una cifra que la Comisión aseguró hace seis meses que se lograría el próximo
año. Así que, una vez más, la Comisión ha reducido sus previsiones más optimistas: siempre llueve
mañana.

La OCDE comenta en su informe que "todavía tenemos que lograr una expansión global amplia y sostenida,
pero la inversión, el crédito y el comercio internacional siguen siendo vacilantes", y el comisario de
economía de la UE, Pierre Moscovici, repitió lo mismo: "No hay una respuesta única y simple. La
recuperación económica está claramente luchando para cobrar impulso“.

Lo que cuestiona incluso la modesta aceleración del crecimiento que la OCDE espera a nivel mundial y que
la Comisión europea espera para la zona euro es que los indicadores de alta frecuencia de la actividad
económica futura están empezando a bajar. Los índices Markit de gerentes de compras se utilizan cada vez
más como indicador de la actividad futura. Pero son poco fiable porque son sólo encuestas a ejecutivos de
empresas sobre su actividad, y no datos serios. Pero los últimos resultados para octubre muestran una
desaceleración de la expansión (índice por encima de 50) para el mundo en su conjunto, liderada por las
economías desarrolladas.

¿Por qué ha sido tan débil la recuperación desde el año 2009 en las economías del G-20? Pues bien, la
Comisión europea ha aventurado algunas razones. Como dice: “las recuperaciones tras las crisis
financieras profundas son más tenues que las recuperaciones tras las recesiones normales ... estimaciones
recientes sugieren que se necesitarían alrededor de 6 ½ años (mediana) u ocho años (media) para volver al
nivel de ingresos anterior a la crisis después de una profunda crisis económica y financiera"... pero en
realidad, "la recuperación de la recesión de 2008-09 ha sido más lenta que en cualquier otra recuperación
tras el período de la Segunda Guerra Mundial a ambos lados del Atlántico“.

Así que la crisis financiera global es el factor más importante que hace que la recuperación sea más lenta
de lo normal. Y es cierto que la crisis y el rescate posterior por parte de los gobiernos de las principales
economías, gracias a un aumento de la deuda, ha dejado una pesada carga de financiación de la misma, a
pesar de que las tasas de interés se acercan a cero. Como muestra la OCDE, en las economías avanzadas
los niveles de deuda globales son en realidad más altos ahora que en 2007. Y China también ha aumentado
su deuda, que se acerca a la de muchas economías avanzadas.

La Comisión europea subraya que una posible razón de que la economía estadounidense se haya
recuperado mejor es que "las empresas estadounidenses han reducido la deuda más que las de la zona del
euro. Y se han apoyado en las tendencias positivas de rentabilidad que han dotado a las compañías en los
EE.UU. con los fondos internos necesarios para el ajuste de sus balances”. La Comisión europea afirma
que “es previsible que el retraso del desapalancamiento en Europa pese sobre la inversión y por lo tanto
que explique en parte la brecha entre las contribuciones al crecimiento del PIB en la zona del euro y en los
EE.UU. “.

La mejor rentabilidad ha permitido a las empresas estadounidenses acumular dinero en efectivo, recomprar
sus propias acciones para aumentar el valor de mercado de las empresas y, por lo tanto, el de los bonos
ejecutivos y las opciones sobre acciones, pero también un crecimiento de la inversión productiva
relativamente más rápido, aunque sigue siendo pobre en comparación con antes de la Gran Recesión. La
inversión en activos productivos por habitante todavía no ha llegado a los niveles máximos de 2007 en
ninguna de las principales economías capitalistas avanzadas, pero al menos a los EE.UU. le ha ido mejor.

Curiosamente, la OCDE muestra que el consumo privado per cápita no ha caído en absoluto desde 2005.
La Gran Recesión no fue provocada por un colapso en el consumo sino en la inversión - un argumento en
contra de la visión keynesiana de la crisis, que he planteado ya en varios notas. De hecho, existe una
correlación muy alta entre la inversión empresarial en los Estados Unidos y el crecimiento real del PIB
estadounidense como muestra el gráfico adjunto.

Cuando aumenta la inversión, hay crecimiento. Y, en mi opinión, la inversión persigue beneficios. Y no sólo
es mi punto de vista, como he recordado a los lectores a partir del trabajo empírico de Tapia Granados y
otros (ver mi nota ). Los beneficios marcan la melodía.

Sin embargo, en los EE.UU., donde la recuperación económica ha sido relativamente mayor, el crecimiento
de las ganancias corporativas ahora se ha frenado.

En el siguiente gráfico, he retrasado en un año el crecimiento de la inversión (línea azul) en relación con el
crecimiento de los beneficios (línea roja). Esto demuestra que cuando los beneficios caen y, finalmente, son
negativos, un año después, más o menos, la inversión empresarial colapsa y cuando los beneficios crecen,
la inversión aumenta en un año.

Michael Roberts es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista
económico y publica el blog The Next Recession.

Traducción para www.sinpermiso.info. Gustavo Buster

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