TIEMPOS EN PARALELO, Isabel Echevarría
ROSARIO VALCARCEL
-Cuando yo era pequeña, -me cuenta Isabel Echevarría-,
mis abuelas, mi madre y mis tías me relataban cómo conocieron a sus esposos, me
describían sus viajes y me enseñaban fotos en donde se podía ver las
vestiduras, los ornamentos ricos en matices que jugaban con el sentimiento
amoroso, con la identidad cultural de un pueblo. Con los recuerdos de mi
infancia, esa infancia que siempre nos acompaña, como que mi papá era
historiador y mi tía abuela autora de un libro sobre Manila. Con el destino de
mi madre.
Y quizás por todo esto o por añoranza, Isabel Echevarría, como testigo de un tiempo, no ha querido quedarse ajena a la
realidad de los espacios callejeros, a la realidad de los vestidos, de su
forma, color y evolución. De los emplazamientos culturales donde se desarrolla
las relaciones sociales, la comunicación. Quizás por todo eso, ella toma
conciencia del paisaje urbano y los entornos de la vida cotidiana, de la
realidad de ayer y de hoy y nos presenta:
Tiempos paralelos.
Lienzos
que dialogan entre sí, que evocan el sosegado pasado junto al bullicioso
presente. El universo que se respira entre los espacios y las cosas. Las calles
invadidas por transeúntes que charlan entre ellos o que simplemente dan paseos,
o las callejuelas retorcidas. Y los coches y carruajes y el tranvía y las
guaguas. Antiguos y modernos. El tiempo manso e inhabitable, el detenido y el
vital. La presencia humana y los
gestos de seres expresados de una forma elegante y refinada, ejecutados con una
creación minuciosa. Detallista.
Nuestra
pintora palpa la trama del tiempo, respira el aire, el olor de las cosas, el
castañeo de las almas. Capta las comedias de la ciudad, las prisas y el
sosiego. El ensordecedor tráfico de
gentes que llenaban las aceras, que iban y venían a pie del trabajo. Las
carreteras que conducen a la capital hacia el mar que está al final de todas
las calles. Pinta las escenas de miradas, el ritmo de las ciudades atrapadas en
el laberinto de la vida. Pinta las generaciones de nuestra historia que laten
en su pintura.
Nos
muestra Isabel Echevarría ese “pasado que no ha muerto”, como dice
Faulkner, que “ni siquiera ha pasado” y lo une al presente, y para eso se hace un hueco
entre la gente para contemplar el espectáculo callejero en primera fila, y
llevada por la emoción crea escenas del más puro realismo y nos ofrece el
paisaje urbano que realiza con un estilo muy personal, tanto en óleos sobre tela
como en una decena de dibujos sobre papel, basados en las mismas imágenes de
los cuadros, pero en tinta china y acuarela.
Y nos descubre
el corazón de capitales como: Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de
Tenerife, Santa Cruz de La Palma,
Sevilla, Madrid, Manila o la capital del mundo, New York City con
su Times Square. Lo viejo y lo nuevo, la tradición y la modernidad dándose la
mano.
Plasma
también las variaciones de la atmósfera, el calor que reina en la calle, el
vapor herrumbroso, los gases y los humos, la neblina que flota, las paredes
rezumando esencias. Las esculturas y los elementos urbanos que reposan
sosegados. Crea y recrea símbolos entrañables como La Marquesina del Puerto de
La Luz, La Basílica del Santo Niño Cebu, la más antigua de Filipinas, o
Estocolmo con su pintoresca y larga calle peatonal en Drottninggatan, en el
centro de Estocolmo.
En “Tiempos en paralelo” Isabel Echevarría celebra
la vida, atrapa el tiempo con la huella de la pintura. Armoniza el ayer y el
hoy con una visión cálida y una tonalidad monocromática: grises, negros y
blancos y otra a todo color impregnada
de belleza y del romanticismo de las sombrillas y mantones de Manila. Se
alimenta de todas las dimensiones que conformaron su infancia, la familia, sus
raíces, los países que ha visitado y la tierra que la ha acogido hace ya doce
años: Canarias.
Después de tres años de trabajo “Tiempos en paralelo”
se convierte en un sueño cumplido, en la conciencia del tiempo, de los seres
humanos. En la conciencia de nuestra historia.
Gracias, Isabel, por acercarme esta exposición que
me ha permitido conocerte mejor a ti y a tu obra. Gracias también Diego
Casimiro, por hacer posible esta magnífica exhibición a través del Área
Cultural Diego Casimiro AC/DC, así como a Enmarcaciones Vidal y al Centro
Comercial El Muelle por su apoyo a la cultura.
Exposición “Tiempos en Paralelo” de
Isabel Echevarría estará abierta en el Centro Comercial el Muelle del 3 al 26
de octubre, curador Diego Casimiro.
Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
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