23N: UNA
CONSULTA DE Y PARA EL PUEBLO CANARIO
ESCRITO POR RENE BEHOTEGUY CHAVEZ
Lograr que se convoque una consulta popular contra las
prospecciones para el día 23 de noviembre en las Islas Canarias, no ha sido una
tarea fácil sino, producto del trabajo, la presión social y movilización
constante del movimiento popular antipetrolero.
Lograr que se convoque una
consulta popular contra las prospecciones para el día 23 de noviembre en
las Islas Canarias, no ha sido una tarea fácil sino, producto del trabajo, la presión social y movilización constante
del movimiento popular antipetrolero que
lleva ya unos cuantos años de múltiples manifestaciones, asambleas populares,
campaña de boicot, y campañas masivas de información que lo convierten
probablemente en el movimiento social más importante de la historia reciente de
las islas desde el Referéndum contra la OTAN.
Todavía recuerdo cuando
en 2012 , al interior de la Coordinadora Canaria contra las Prospecciones, nos
planteamos la necesidad de que se lleve a cabo un referéndum en que sea el
pueblo canario quien finalmente opine y decida sobre este tema fundamental para
el futuro de las islas. En un primer momento nos encontramos con las dudas de
muchas organizaciones políticas y ecologistas aún al interior de la propia
Coordinadora y, el rechazo abierto al tema del Gobierno de Canarias, de hecho
uno de su principales asesores nos envió una extensa carta explicando lo
negativo, riesgoso e improcedente de preguntarle al pueblo sobre este tema.
La decisión final asumida
por la Coordinadora fue la de presionar hasta lograr la consulta. Producto de
esta presión y ante la creciente campaña en las redes sociales y de recogida de
firmas de compañeros y compañeras de las distintas islas, el presidente del
Gobierno de Canarias en un acto de tintes oportunistas, decide asumir como suya
la consulta, sin embargo lo hace bajo la premisa planteada por Rivero de “vamos
a consultar a Madrid si nos deja hacer la consulta”.
Ante esto, la estrategia
asumida por la Coordinadora Canaria contra las Prospecciones es la de presionar
en el sentido de que, sabiendo que Madrid jamás va a aceptar esta consulta,
exigir que la misma se realice si o si, con o sin permiso de nadie, en el
entendido de que el destino del pueblo canario no puede decidirse en los
despachos de un ministro indolente o una petrolera codiciosa a más de 2000
kilómetros de aquí. Finalmente, ante la
falta de respuesta del Estado, sumada a la presión social de las
organizaciones, el Gobierno de Canarias busca una salida echando mano a una ley
de participación ciudadana, paradójicamente aprobada con el apoyo del Partido
Popular, para convocar la consulta.
Desde ese momento la
disputa y negociación se centró en la pregunta y las condiciones de la
consulta. Recordemos que la primera opción de pregunta del Gobierno de Canarias
incluía a Repsol, y que posteriormente plantearon que en la misma, para no
invadir las competencias estatales, no
figuren las palabras: prospecciones, petróleo o hidrocarburos.
La Cumbre del Movimiento
Popular Antipetrolero del 13 y 14 de septiembre marcó líneas claras en
referencia a la pregunta, que sirvieron de base para negociar con el gobierno y
fueron las siguientes:
Necesidad de que la
palabra prospecciones aparezca en el texto de la pregunta.
Que además de petróleo, se trate de incluir el peligro del gas o
hablar genéricamente de hidrocarburos.
Que la pregunta no incluya a Repsol porque esto permitiría que,
en el futuro, otra compañía pueda hacerse con este proyecto y, finalmente no
nos interesan las prospecciones sea quien sea el que pretenda realizar las.
Que la formulación de la pregunta permita contestar con un NO
puesto que la base de esta lucha, es un claro : Canarias dice NO.
Luces y sombras de la pregunta o cómo deberíamos interpretarla
desde el movimiento popular
Si me preguntan personalmente si esta es la pregunta que
hubiéramos deseado para esta consulta, la respuesta sería claramente que no.
Nuestra opción era por una pregunta más directa. No obstante, asumimos la
necesidad de que la formulación de la misma, dificulte lo más posible la
impugnación por el gobierno de la metrópoli. De ahí la necesidad de centrarla en competencias como el turismo
y el medioambiente propias del Gobierno de Canarias.
En este sentido la pregunta cumple ese objetivo, es de hecho tan
inusitadamente suave y rebuscada jurídicamente, que el intento del Gobierno
español de recurrirla deja claro que, más allá de la forma y la supuesta
salvaguarda de la legalidad, lo que trasluce es un gobierno y un Estado español de espíritu tan profundamente autoritario y
con una raigambre tan cercana al nacional catolicismo franquista que no tolera
tan siquiera que los súbditos de esta lejana colonia puedan manifestar su opinión. Por otra parte debemos
reconocer que las cuatro premisas planteadas por la Cumbre del Movimiento Popular Antipetróleo se lograron incorporar
en el planteamiento final.
Lo expuesto no niega que, la alusión a un supuesto modelo
medioambiental y de turismo sea cuando menos polémica, en este sentido creo que
debemos interpretar con claridad que, lo que se nos pregunta es: si estamos de
acuerdo en poner en riesgo nuestro medioambiente y el sector más importante de
la economía canaria por unas prospecciones de petróleo o gas que son
abiertamente incompatibles con ambos elementos.
Esto no quita que, el movimiento popular antipetrolero tiene
claro, y en esto hay un amplio consenso, que la apuesta por la consulta y por
el NO, no implica que renunciemos a
nuestra abierta denuncia de un modelo turístico basado en la sobreexplotación
tanto del ecosistema canario como de los trabajadores y trabajadoras de estas
tierras, que cada día ven como engordan las ganancias de empresarios y
touroperadores, a costa de salarios de
miseria y una irracional sobrecarga de trabajo.
Asimismo queda claro que
en Canarias, no existe ningún modelo medioambiental, salvo que entendamos por
“modelo” el pelotazo urbanístico o el saque de recursos culturales y naturales
como en el caso de la Montaña de Tindaya. En este sentido habrá que seguir
haciendo pedagogía para que quede claro que nuestro NO en la consulta no
implica, ni mucho menos, validar un modelo económico, político y social que
tiene sumido al pueblo canario en la dominación colonial, la explotación de la
clase trabajadora y la creciente
pobreza.
Habrá que seguir
defendiendo la absoluta independencia
del movimiento popular antipetrolero, apostando por convertir esta consulta,
que tanto ha costado arrancarle al poder, en un ejercicio de soberanía popular, desbordando a las instituciones y
apostando por ganar esta batalla donde siempre la hemos situado que es en la
calle, para ello las manifestaciones del 18 de octubre son muy importantes.
Es por eso que, para que
esta siga siendo una Consulta construida por y para el pueblo Canario habrá que
mantener un pulso de movilización firme y contundente. Asi que este 23N
independientemente de lo que digan el gobierno de Madrid, el Tribunal
Constitucional o el Gobierno de Canarias, haciendo uso si es preciso de la
desobediencia civil, la participación tiene que ser masiva y Canarias entera
deberá convertirse en un solo grito, en un clamor de clamores que diga alto y
claro que no queremos piche, que no, que no, que NO.
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