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miércoles, 29 de mayo de 2013

GARANTISTAS DE CARTON

GARANTISTAS. Dependiendo de qué.

L. Soriano.

Los garantismos en las sociedades democráticas son deseables. Sería mejor que los pidiéramos también o con más énfasis en las dictaduras y teocracias, o en las “democracias adjetivadas o de bajo perfil, pero en eso no estamos ni nos esperan. Los garantismos en las democracias más o menos operativas protegen sin embargo más a los delincuentes que a los ciudadanos. Normal pero no lógico. Normal porque el delincuente es el que acude ante la justicia normalmente y no el ciudadano honrado, ilógico porque se usa un derecho de bondad de sistema para pervertirlo y permitir que abogado, jueces y fiscales puedan “suspender” flagrantes delitos por motivos de procedimiento. Estos casos también facilitan el bizcocheo, el cohecho y la prevaricación rentada. Estamos hoy ante el Caso de La Paca. Delincuente desde hace lustros, traficante, a la que se le encuentran centenares de miles de euros, coches de alta gama, oro en cantidades y de todo. Se niega a declarar y sale absuelta y descojonada. ¿Porque? Según fiscal y juez, sin que de momento dudemos de su imparcialidad ni los acusemos de trapicheo, porque la policía y el instructor, los hicieron mal, conculcando las garantías de los delincuentes confesos hasta en programas de Tv

Bien, como la ley del menor, tenemos que tragarnos esto por vivir en este similpiel democrático. Pero, ¿porque en estos casos, el delincuente es inocente hasta que no lo cogen con el puñal sangrante delante de la víctima, y aun así, a los 6 meses ya puede salir a pasear y en “delitos” fiscales es al contrario?. ¿Porque es mejor dejar libre a cien delincuentes que encarcelar a un inocente, y en fiscalidad es mejor arruinar y confiscar a cien inocentes con tal de que no se escape un “defraudador”?. Que me lo expliquen.

Mi teoría es que arrasando, presionándolos, coaccionándolos, engañándolos, a los ciudadanos, confiscando en cacería fiscal, se roba a los que pagan sin mirar ni protestar ni recurrir, a los que algún fallo cometen y a los que no pueden atender a tanto disparate de normativas, ellos recaudan para sus correrías permitidas o gansteriles. Y deteniendo a delincuentes no se gana nada, salvo dignidad y servicio.

Las garantías deben ser generales o para nadie. No solo para asesinos o traficantes. Y las garantías para los ciudadanos y contribuyentes máximas y cuidadosas, Entre otras cosas porque pueden interrumpir una labor empresarial o profesional, que afecte a muchas personas que viven de ella. Que cotizan y que colaboran a la prosperidad y riqueza. Por eso, las Leyes fiscales, ante todo deben de ser las más  justas, las recaudaciones destinadas a usos rigurosos y escrupulosos, y los controles serios y con intención de servir, advertir, aleccionar, y en su caso penalizar con justicia y justeza.
A Reflexionar.


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