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sábado, 30 de marzo de 2013

EL JADJI AMADOU NDOYE BY GATO GÓTICO


EL JADJI AMADOU NDOYE BY GATO GÓTICO


El fallecimiento de este ilustre valedor de la literatura canaria El Jadji Amadou Ndoye ha generado una cantidad incomparable de muestras de admiración y amistad en todos los rincones del mundo. Zenaido Hernández se hace eco de todo ello en una entrevista para Radio Club con Roberto Cabrera, quien hace un recorrido emocional y personal por todas las experiencias musicales y artísticas vividas en Senegal con Gato Gótico y sus amigos.
Unos poemas de Lamine Sall (en una de las fotografías) el gran vate senegalés se reproducen en este espacio como homenaje a la amistad canario-senegalesa. Además adquieren especial relieve los personajes conocidos de la vida dakaronesa: los músicos Baba Maal o Youssou Ndour con quien compartieron escenario en el Concierto Africa Vive, el cineasta Samba Sarr para quien realizaron la banda sonora de su película Amul Yakar, y Papa Seck director de la Ecole d Arts de Dakar o el actor Khalil Gueye, a quienes los góticos conocieron en sus encuentros en las Islas Canarias o en sus viajes al país donde compartieron escenario con el grupo Les Freres Guissé. El legado de Amadou Ndoye profesor de la Université Cheik Anta Diop resulta imperecedero para la cultura canaria y uno de los aportes más decisivos y originales que las letras canarias han conocido desde el último tercio del siglo XX y hasta la primera década del XXI

Basta con tan poco
Una mirada una promesa
Y me vuelvo ternura a tus órdenes
Tu cautivo


Cuando vuelve la estación de los amores
Tu semblante sigue acechándome en el rincón del recuerdo



Nos cruzaremos de un amor en otro
Y permaneceremos el tiempo del mar


Tienes tempestades por todo el cuerpo
Yo soy la tormenta y los relámpagos de tu alta voluptuosidad



Mientras hay cielo, siempre queda la esperanza de que
un pájaro por el pase




Tú eres la gruta
Yo soy el fuego
Tú eres la isla
Yo soy el árbol Tú eres la tierra Y yo soy la lluvia Tú eres el surco Y yo soy el grano La recolección ha nacido de nuestras ternuras La cosecha hermosa por nuestra sangre.


Encendí las noches azules de los desiertos
Abrí las estrellas del cielo
Dilaté el ojo de los camellos
Y cuajé el silencio.
Pero ni tú y tu rostro
Ni tú y tus pasos
Dejaron huellas en la gran batida de las arenas
Y te salmodio, en alguna parte, en mi sangre
Como un loco nuevo.


(poemas de Amadou Lamine Sall, traducidos al español del libro Kamandalu y publicados por el vigía editora)
@ entrevista Zenaido Hernández SERez Sierra

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