HABLEMOS DE ECONOMIA.
Objetivo. Eliminar
a los Autónomos.
L. Soriano
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Les pueda parecer disparatado o no el titulo del alegato,
deberían reflexionar en lo que sucede, ha sucedido, y lamentablemente sucederá.
No es nada personal, solo se trata de “optimizar la recaudación”. Si se mira
bien y con cierta distancia, parece que a todos nos conviene, y de suyo y de
hecho en toda Europa y en gran parte del mundo occidental, la economía está
estructurada así. Con un escaso número de autónomos o empresarios individuales,
o profesionales solitarios. Además se está calentando el ambiente con la
economía sumergida, con lo que defraudan los empresarios y con el latiguillo de
que lo que importa no es el gasto elefantiásico, ni en que estupideces o
corruptelas se lo gastan, lo importante es que recaudamos poco. Hasta el
Inspector fiscal del Follonero opina que el problema es recaudatorio y todos
asintiendo como borregos. Incluso es partidario del impuesto de sucesiones,
donde se equipara herencia minúscula o grande a dinero en efectivo, pero a el
le parece bien e insiste que se recauda poco. Y porque es que esto sucede? Pues
porque en España hay 3 millones de autónomos, a pesar de que no se les
reconocen derechos de ninguna clase, tienen que pagarse su cuota y sus gastos y
después están absolutamente desprotegidos de los que les roban el fruto de su
trabajo. Ya sean sus contratadores, sus clientes, las Agencias tributarias o
recaudadores varios. Ah, y los que fracasan no figura en las listas del paro,
solo en las de población activa. Aun así, siendo los más aperreados del
panorama laboral, no pudiendo jubilarse anticipadamente y absolutamente
abandonados por la administración, cada día muchos de grado o a la fuerza
quieren ingresar en el pelotón de las desgracias que es ser autónomo. Estos
últimos años además les han subido los impuestos hasta el 300%, ya que si por
facturar 100.000 euros pagaban el modulo de 5.000 facturando 30.000 con la
maldita crisis el modulo no baja, incluso sube. Pero
ni por esas, por más que nos desalienten, ahí estamos, a la cabeza de Europa en
PYMES. Si
se mira del lado de la Confiscatoria Agencia Tributaria, y desde el objetivo
recaudatorio como fin absoluto, es cierto que a un Corte Ingles se le controla
y recauda mejor y más fácilmente que a 10.000 empresarios autónomos que se
crearían para suplir al Gigante de la venta al detalle. O a Zara, o a Ikea. Un bufete de abogados con sedes y
sucursales con más de 1000 abogados en plantilla es más fácil y barato de
controlar y de exprimir que 1000 abogados independientes por su cuenta cada uno
con su historia y con su declaración voluntaria que hay que revisar. En el
Reino unido, el 95% de los pubs de todo el país están en manos de 100 empresas,
no hay 300.000 propietarios de bares o pubs, imposibles de controlar, pero por
otra parte imposible de competir con quien compra a gran escala para vender con
más margen. Con los médicos pasa igual, difícilmente en el extranjero un medico
esta solo en su consulta privada. Pertenece a una mutua, a un seguro o a una
cadena de clínicas para hacer más competitiva la consulta y las prestaciones a
los pacientes. Aunque las grandes compañías se acojan a los beneficios fiscales
de las economías escala, o sea que tributen menos que los de a pie, tributan
mas, ofrecen más empleo y pagan las cuotas regularmente. 500 constructoras
importantes suplirían a 20.000 constructores individuales, la mayoría
desastrosa administradora y gestora como se ha visto. Si uno camina por las
grandes ciudades europeas en sus zonas
comerciales ya no hay “modas Pepi”, son todas franquicias con miles de tiendas
en todo el mundo mundial, así es. Cierto, la economía se socializa o se
ultracapitaliza, que los extremos se tocan. Pero así como los taxis en otros
lares son de compañías que tienen
cientos o miles de ellos, aquí no es así y el gobierno está decidido a
exterminar a esos incómodos gusanos que representan las PYMES, autónomos y
profesionales liberales individuales. Lo que ocurre es que para darle la vuelta
a este país, deberán de arruinar a 2 millones de autónomos, y buscarles un
hueco en el mercado laboral, y eso no se consigue ni en 30 años, por lo que el
camino que nos espera es muy largo. Ellos, la casta, no están dispuestos a
desmantelarse y con ello aliviar la carga fiscal con lo que las empresas proliferarían
y ese plan podría funcionar de una manera natural restringiendo la arribada a
ciertos negocios a miniempresarios sin capacidad de responder de garantías y responsabilidades,
así como de sus obligaciones fiscales fijas y regulares que es a lo que aspiran
los gobernantes todos.
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No hay otra, es el objetivo y así será el futuro. Nos queda
adaptarnos, prepararnos y resignarnos o dar el salto a lo grande. Pero que vamos
a sufrir hasta que se produzca el cambio, eso ya no lo duda ni el más iluso
optimista.
A reflexiona
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