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lunes, 10 de diciembre de 2012

¿Ángela Mena?, por Juan Henríquez


¿Ángela Mena?

Juan Henríquez 
Con el permiso de usted, sí me lo permite, lo que realmente pretendo es fisgonear en los méritos profesionales, políticos o ideológicos de ésta señora Ángela Mena, de la que se conoce muy poco, o prácticamente nada,  entre la población chicharrera. Pondré mi caso en particular, y mire que uno intenta estar al loro de lo que ocurre en nuestro círculo social, sobre todo aquello que está relacionado con la política institucional y partidista, pero es que del personaje lo único que conozco es a través de reseñas informativas. Un día intenté conectar con la señora en cuestión, siendo Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, para pedirle apoyo económico para la edición de mi libro sobre la historia de la Masa Coral Tinerfeña, y todavía estoy esperando la llamada del personaje.
Al parecer, y aquí no pongo la mano en el fuego, porque tengo mis dudas de sí los méritos logrados en la política activa son del esposo, o de la esposa. Quiero decir que no veo demasiadas luces en la capacidad intelectual del matrimonio Rivero&Mena cómo para conseguir estar en la primera línea de la política canaria. Otra cosa distinta es que sean unos listillos, y hayan encontrado un campo abonado para desarrollar sus trapicheos políticos, en los que deben de ser superdotados, mucho más la esposa, que el guanajo del marido.
La cualidad más preciada, y la que mejor desempeña la señora Mena, es el papel de Primera Dama, además de ser un derecho legítimo al tratarse de la esposa del presidente del Gobierno canario. ¡Con qué maestría luce la señora el mantón y la peineta!, dan ganas de comérsela. También supongo que sea fácil adivinar por qué entró en la lista de Bermúdez en puesto de salida, y además ser liberada para cobrar un suculento sueldo por rascarse los sobacos, más bien por joder la pavana. El Alcalde le tiene verdadero pánico a que se vaya de la lengua con su esposo.
Aparte de una inútil concejal que la va liando por donde pisa, es la intrigante número uno del reino nacionalista. Buenas fuentes me han dicho que es una alimaña política, que tiene carta blanca para meterse en todo; temida dentro y fuera del partido, en particular, en las consejerías y asesores nacionalistas. En pequeños círculos de la política canaria y tinerfeña, se le conoce por la víbora del paulinato. ¡Menuda pieza, oiga!

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