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viernes, 31 de agosto de 2012

LA ISLA DE EL HIERRO HA SIDO MAL GESTIONADA SIEMPRE


LA ISLA DE EL HIERRO HA SIDO MAL GESTIONADA SIEMPRE

Por Anghel Morales

Siempre se ha dicho que pueblo pequeño infierno grande, si cambiamos pueblo por isla nos apropiamos del refrán. Cuando uno lee en EL AÑO DE LAS SECAS de Víctor Álamo la crueldad de una sociedad a finales de los cuarenta, nos vamos dando cuenta que en ciertas cosas poco es el camino recorrido. Alguien me dijo un día que los herreños eramos muy hospitalarios con los forasteros, pero nos embrocábamos con los vecinos por un metro cuadrado.

 Si bien es cierto que en algunas cosas el tema de buena vecindad reinaba y la gente se ayudaba en las labores del campo y que fueron capaces de mantener los pastos comunales, cosa que en otras islas no ocurría, lo realmente cierto es que siempre los señoritos del rabo blanco a controlado la isla, primero se llevaron la capital de Las Montañetas y a partir de ahí todo se iba haciendo a su alrededor pese a que fuera el peor sitio, así ocurrió con el puerto de la Estaca, después con el Parador de Turismo o el Aeropuerto, una cadena de despropósitos que han limitado la isla y la han condenado a vivir limitada con el exterior.
Ya hemos hablado en este blog de lo mal que se gestionó el tema del volcán, aunque esto viniera impuesto desde de fuera y lo que podía haber resultado un efecto llamada y un atractivo turístico se convirtió en una espantada masiva de los visitantes de la isla, incluso de los propios herreños. Lamentable todo esto y aún hoy, cuando un grupo de científicos tratan de sacar rentabilidad a la cosa organizando un congreso de vulcanología, son las autoridades herreñas las que no colaboran y miran para otro lado.
En El Hierro poco o nada funciona, solamente la inercia de la supervivencia y la curiosidad de unos pocos por visitar la isla. Durante las últimas décadas, inmensas cantidades de dinero han sido asignadas para El Hierro, pero no sabemos bien donde ha sido invertido este dinero, las cooperativas no funcionan, están en la mas completa ruina, solamente han servido para que unos pocos se enriquecieran, las condiciones que ponen muchas veces estas cooperativas a los productores son abusivas y acaban por aburrir a la gente. La ganadería es un 90 por ciento menos que en los años 60, la pesca más de lo mismo, porque los fondos que han venido de Europa han sido dedicados a fomentar la vagancia, a que la gente dependa del Cabildo y otras instituciones, con contratos de trabajo temporal, la sostenibilidad de la que se habla en muchas ocasiones resulta ser el timo de la estampita y los herreños vuelven a estar como en el pasado, con una total dependencia del exterior y sino a morirse de hambre.
Estos días de ha vuelto a hablar de la aparición de momias de aborígenes, la verdad que me indigna todo esto, cuando el patrimonio histórico artístico se ha ido destruyendo y nunca se ha conservado, desde mi infancia en la escuela de Guarazoca era frecuente la aparición de este tipo de cosas, pero ni se sabe dónde están ni qué hicieron con ella, pero no solo en Guarazoca, en las Caleta en El Julan y en tantos lugares de la isla, con lo hallado y lo que se puede hallar daba para tener un museo de primera linea, pero no hay nada de nada, lo que se encuentra se lo llevan y lo que queda esta mal conservado. Nunca se ha sabido explotar debidamente lo del Meridiano Cero que un día robaron los ingleses con el permiso de España, tampoco se explota como es debido lo de Reserva de la Biosfera, la isla goza de una serie de acreditaciones para promocionarse que, uno se sorprende como no esta continuamente llena de visitantes, pero las labores de promoción son muy pueblerinas y siempre a cargo de los amigos.
Incomprensiblemente se creo un tercer Ayuntamiento en El Pinar, pueblo del que sale la mayor casta política de la isla y que en las últimas décadas se reparten el poder con los señoritos del rabo blanco de Valverde. Un municipio nefasto donde los haya, pero los caprichos son los caprichos, se pagan caros y además, a cargo de toda la isla. Los mal pensados -que nunca se equivocan- hablan de una especulación urbanística sin precedentes en la zona de Tacorón, que afortunadamente se ha visto abortada por la puñetera crisis. Detrás estaban los mismos que hicieron todo lo que pudieron para instalar la lanzadera en El Hierro, desgraciadamente en la isla mandan los mismos y el pueblo llano poco tiene que decir.
Cosas buenas, por supuesto que las hay, pero alguien tiene que dar un golpe de timón para arreglar tantas cosas malas, de lo contrario el futuro de la isla corre peligro.

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