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viernes, 16 de diciembre de 2011

CARRO ALEGÓRICO DE LOS DESPERADOS

CARRO ALEGÓRICO DE LOS DESPERADOS



Guión de la Representación Poética, Coreográfica y Musical del Carro Alegórico y Triunfal
Carro de los Desperados
“....de cómo el furor de riquezas y poder tropezó con la justiciera mano de la Virgen de las Nieves"
©Roberto Cabrera 1 de julio de 2010





CARRO ALEGÓRICO Y TRIUNFAL

ACTO I

Bajo la nieve, cayendo de continuo, aparece una joven ninfa
desnuda totalmente teñida de un blanco refulgente. Emerge de una roca
que está en el mismo centro del escenario mientras ejecutan una danza
alrededor de dicha roca los bailarines que ofrendan objetos simulando
flores, animales y cerámicas, que llevan en sus manos. Al fondo un
decorado de cuevas como un silo aborigen acoge unas máscaras que la
nevada deja ver sin demasiada claridad la roca se abre en dos mitades, de donde emerge la joven ninfa desnuda y mientras, la nieve se liquida y los bailarines y las máscaras del fondo pueden salir a beber de dos arroyos quese han formado.
El escenario se ha convertido en una noche límpida con todas
las estrellas y constelaciones a la vista en el decorado del fondo y laterales.
Ocupando todo el escenario se encuentran ocho cajas de tea cuyas siluetas se observan en la penumbra. Dos de dichas cajas se llenan de centellas y relámpagos para que aparezcan desde el más allá los personajes que encarnarán a Peraza, Tanausú y Abenguarime.

ABENGUARIME (declamando):
Un espejo en el aire de piedra
En la piedra un incendio del aire
Y el eclipse, que llama la sombra,
Se deslumbra en el hueco inefable
Que es fugaz apariencia de roca
Encendida en la mente de Idafe
TANAUSÚ (hace que escucha a lo lejos):
El temblor de su voz se diluye
El temblor abrazado de mi sangre
En la onda de agua que lleva
Un silencio que rompe la tarde.
Mas un eco se escucha en las cumbres
Y en la bruma resuenan cantares:
Transparencias que sueñan la sed
En la mente dormida de Idafe

CORO:
Iguida Iguan Idafe (preguntan unos)
Que guerte iguan taro (responden los demás)
(danzando en torno al roque central)
ABENGUARIME (exclamando):
Folgad las damas, reid con ganas,
Guillén Peraza dejó en La Palma
La flor marchita de la su casa.
Rancio español de hirsutas barbas,
eres truhán de triste casa
Que aquí se esparce cual la retama
Del campo surjan vivos volcanes,
no veas placeres sino pesares,
cubran tu hazaña los arenales.
Guillén Peraza, Guillén Peraza,
deja tu escudo, deja tu lanza,
baila con otros tu mala danza

GUILLÉN PERAZA: (pensativo)
No sé si es el momento de perderse
No sé si la ignorancia
es la excusa del pobre diablo
que escupe en los zaguanes de los necios
para romper sus dogmas y sus áticos
La ignominia apacible de ser otro,
la negra soledad de la polilla
regurgitan el aire...Más yo sé
que es el momento
de apretar el gatillo
y matar el destello de la rosa.
El hastío que pinta
el barniz de la nada.

TANAUSÚ: (reflexionando)
No he de perderme, laberinto roto
Quizá encuentre tu luz de minotauro
aguardando los pasos que no llegan
Allá donde el principio nunca estuvo
En el momento azul del abandono

ACTO II


El mascaron de proa de una nave servirá para que hasta allí se puedan
aupar algunos piratas arrepentidos y sus siervas devotas que interceden
ante la Virgen de las Nieves con nuevas plegarias. Al fondo aparecen
castillos y naves en distintos cuadros mientras la acción se desarrolla. Se observan transparencias de carruajes que transportan alhajas y vituallas hasta un convento. También se vislumbran náufragos luchando por su vida en alta mar...

PIE DE PALO: (señalando al público)
De querer ser sargento de osadía
alentó al lenguaraz truhán palmero
a mater en la calle al zapatero
que mostró más honor que rebeldía.
Pero quiso Fortuna que ese día
no cruzara la Estigia el caballero,
sino allende los mares el dinero
a sus pies le rindiera pleitesía
Agraciado su rostro aunque plebeyo,
epicentro de envidia miserable
que en lacayo tornara al gentilhombre
lleva El Damo la luz de tu destello
a esa estela fugaz que eleva al hombre
contra el vano desdén de lo inmutable

DAMO: (declamando)
Pirata que escapas tentador
de la famosa isla
El trombón pasa debajo de cantos de sirenas
Cada ola roza el balafón de collados marinos
Los viejos carpinteros de ribera
asaltan las bodegas del Mar de las Tinieblas
Conocidas las rutas neblinosas de afuera
Las sabrosas cabreras vuelan como gaviotas
Si pudiera decir del mundo
atisbos sin tu negra bandera

PIE DE PALO: (arrepentido)
¿Cómo puedo no haber sido
parto infeliz del pecado
Si fui en maldad engendrado
y entre culpas concebido?
En las que nací, he vivido
Torpes fueron mis pañales,
Mis fajas, paños mortales,
Así, de tales premisas,
Son consecuencias precisas
La inmensidad de mis males

DAMO: (recitando)
Del miedo depredador
remendado de barricas
Las pistolas y los sables
en ruta por los guadiles
Sobre cinturas los pies
de los bailarines danza
la escritura de tambores
Isleños y saxofones
A saco en Makaronesia
y por el río insondable
de la selva prodigiosa
Era la voz llamadora
del epígono sabio
belfos incansables

MARQUÉS DE SAN ANDRÉS
(decidido al principio y escéptico al final del poema)
Rómpanse mis torpes labios
En tu divina alabanza
Y en santa heroica mudanza
Lloré yo tantos agravios
De la culpa son resabios.
E infame agradecimiento
De mi vil entendimiento
Y así rendido al desdoro
Siento lo nada que lloro
Lloro lo poco que siento

CORO:
(remedando con gestos la figura grotesca de un hombre)
En una ciudad lacustre
hay un caserón ilustre
donde vive un mono sabio
A quién lleva por el labio
Un cancerbero feroz
Con una nariz atroz
que es una nariz de nabo
es una guindilla un rabo
desollado de cochino
que huele a Venus o a vino
Si Franz Winn resucitara
cuántos lienzos no pintara
en que la humana figura
retorciera su tortura
más que en la clásica hoguera
Que Guión y Tomás Brito
jamás, nunca merecieran

DOMINGO ACOSTA GUIÓN:
(saliendo de un presidio simulado)
El caduco y viejo mundo
En ruinas ha de caer,
Al par que libre y fecundo
El nuevo ha de aparecer.
Por Dios tendremos la Ciencia
Por rey la Revolución
Por mundo la cara Patria
Por religión al amor.
El error ha muerto
Viva, viva la verdad.
Los derechos del hombre es libre deseo
Que adora la consciente Humanidad
¡Abajo el despotismo y la tiranía
que reine la santa libertad!
¡Abajo la odiosa!
¡Arriba la noble paz!
Míseros ilotas
El gran dios luce ya…
Los Dioses se derrumban
¡Cuán bello es despertar!
Gloria al redentor Altruismo,
Gloria al amor y al trabajo
¡Abajo el absolutismo
¡Abajo por siempre abajo!

FÉLIX DUARTE
Deja pues que a manera de responso heroico
elogie tu pasado, un melancólico romero
Que interroga al porvenir, ansioso
De ver brillar la aurora de nuevas libertades
Donde el reino de la Justicia
ha sido torturado

POGGIO MONTEVERDE (recitando)
Fuerte Torre de Marfil
Que cada escudo fue mil
es siendo nave, una armada
del cielo empíreo, viene cargada
De grandes viajes
De Egipto y de Nazaret
Las Nereidas, ninfas bellas
de Océano opulento
más presumen que de estrellas
danzan, tejen las doncellas
al son de mil caracoles
a la Nieve empavesada
De Pan divino
La Nave viene cargada
Navega
Desde poniente a la aurora

NÁUFRAGO: (condescendiente)

Félix Duarte,
Cuánto duele el amor
A la hora invisible cuando
El pelícano
Devora el fruto de su vientre
Y Caronte le da una dentellada
Azul a las aceras del Leteo
Cuánto duele la espuma de los años,
Las mareas clavadas en tu orilla
Del silencio. La carne duele
Y el poema también en su marasmo

FÉLIX DUARTE: (declamando)
Es la nave que salvó
de tan inmensos diluvios
a aquellos pocos canubios
con que el mundo restauró
Sobre los mares triunfó
focas venciendo y tritones
Marítimos son blasones
los que prueban tan gran vida
Ni de lluvias ofendida
Ni de mares fracasada (...)
El cielo fue su arsenal
Surcando el cristal
Los astros sus centinelas
que fue su quilla la luna
de la que vemos calzada
De bienes y de dichas
un milagroso altar
A la mar y a la tierra
Tranquilidad

NÁUFRAGOS: (con sentido trágico)
Náufrago que tarde cuentas
tu peripecia con peldaños de terror
aferrado a los mares un eco
te trajo entumecido
Con tu cuerpo tumbado
sobre el tablón del ánimo
La tragedia de los mares
era lecho seguro
Los motores del miedo,
trombas como centellas
Sólo la imagen de Ella
en la rugiente soledad aplacaba
el rechinar de dientes
que clava al socorrista
el tiritar de sus talones
Y trepa por las cuerdas
para escuchar la eternidad
de empapadas mejillas
Amorosa desnudez,
alto artesonado
de bolas de áureo cristal
sin mirar atrás la candidez
de los silencios
que soportan columnas
de alas esparcidas




corazón de orfebrería
Allí, Oh dioses,
la voz de los conversos
La benevolencia de Las Nieves

CORO:
(mientras echan pétalos sobre el público)
Recibida en corazones
que son sus dulces jardines,
le miran los serafines
desde sus altos balcones
El pasaje, su poder
sembrando premios costea
dar glorias es su tarea
desde el venir al volver
Su costo es nuestro placer
y en días tan liberales
Supliquémosle leales
con devoción y con celo
que desde la tierra al cielo
Ordene nuestro paisaj
e

ACTO IV


Vapores y trasatlánticos, cayucos y barcas de todo tipo. El mar será
el decorado fundamental, bordeado por vegas de tabaco, faros y
embarcaderos, bohíos en la distancia, toneles, cañaverales y casas de
labranza

CAÑAMBRÚ: (apareciendo en caballo fufo)
Ya me voy con Machetico
Malgaro y el Diablo Rojo
Me voy de Neiva a Taguasco
combatiendo el Machadato
Salto de las Cotorreras
a Hondones y el Cafetal
Yo no soy un hombre malo
Soy un campesino alzado
del pago de Cabaiguán

CORO:
Es que un bandolero soy
El diablo rojo me llamo yo
(bis)
(haciendo un rodeo con caballos fuscos)
CAÑAMBRÚ (orgulloso)
Yo formé treinta guerrillas
y estuve en la rebelión
de Remedios a Taguasco
de Caibarién a Morón
Y allá por Arroyo blanco
los corceles le incauté
con audacia y guapería
a Martínez Fuste un día
y al chacal Arsenio Ortiz

CORO:
Es que un bandolero soy
El diablo rojo me llamo yo (bis)
CAÑAMBRÚ (con tristeza)
Le quito al rico y al pobre doy
Morón, Morón, Arroyito se murió

CAÑAMBRÚ: (apesadumbrado)
Mi cabeza tuvo el precio
de muchos miles de pesos
¡Si no vienen a buscarme
yo no me muevo de aquí!
Pero el destino lo quiso
y a la Habana yo me fui
y en el castillo de Atarés
de un tiro fui sentenciado
a morir como un mambí

CORO:
Porque un bandolero soy
el diablo rojo me llamo yo...
Bandolero, bandolero
no te quites el pañuelo
porque una isleña brujera
te lo dio pál mal agüero

CAÑAMBRÚ: (despidiéndose)
Adiós, me voy
sin mucha alegría
Te dejo sí, la música mía
Adiós, me voy
La vida enseña
Quedé en los ojos
de aquella isleña

CORO:
Porque un bandolero soy
el diablo rojo me llamo yo...

ACTO V


Decorado en base a palmiches, con burros, cabras, lugares de aquelarres y bailaderos de brujas. Efectos técnicos que muestren cómo a través de escobas pueden llenarse los cielos emulando los viajes entre Cuba y Canarias según los relatos de la oralidad.

LA MUJER BRUJERA: (voz en off relatando)
Cuenta un códice perdido
que las bayaderas tántricas
volaron sobre el Índico
y el Pacífico a abrazarse
con sus brazos y piernas
a los cuerpos dormidos
de los atlantes de Yucatán.
Los duendes cingaleses
y las brujas isleñas las guiaron
siguiendo las rutas
de las naves Rapa Nui,
sorteando tsunamis y tifones,
las aletas de los tigres tiburones
y las colas brillantes y escamadas
de las perversas sirenas de Tahití.
Llegaron al país de jaguares y quetzales
donde crecían como granos en la vaina
hombres y mujeres amasados
con sabrosa harina de maíz.
Donde a dioses, crueles y lascivos,
se le sacrificaba el corazón sangrante
de sus victimas desgarrados al cortante
filo de la obsidiana.
Donde las ánimas de mujeres parturientas
degollaban párvulos en sus cunas.
Donde el demonio de la lluvia
devoraba doncellas de ojos puros
arrojadas a sus aguas.
Las sacerdotisas de Siva formaron un coro
junto a mujeres de color de terracota.
Revolcándose como simias sin pelaje
bajo la luz de la hembra luna
recogiendo en la punta de sus lenguas
las gotas de rocío dormidas en las hojas.
Perseguidas por guerreros de sexo empenachado
y el deseo entigrecido en la puntas de sus picas.
Indias desnudas y bailarinas cubiertas
de hiriente pedrería encendiendo el deseo de los hombres
para que inundaran sus vientres de savia
y los llenaran de alegría
.

DESENLACE:
zan conformando un desenlace a las situaciones y hechos históricos y psicológicos que han determinado el carácter insular, por lo que aparecen ciertos objetos inanimados con vida propia como una gigante lengua espantadora de rumores y unos zapatos enormes que van a dialogar en clave surrealista, junto a otros elementos bendecidos todos ellos por la magnánima imagen de la Virgen de las Nieves, despojada ahora de una aureola oficialista y normativa, para convertirse en la redentora de los proscritos, humillados, trasterrados, y otros censurados y acallados por las diversas manifestaciones de la represión y la tragedia: desde la CLos cuadros anteriores se sintetionquista de la Isla, pasando por los episodios piráticos, volcanológicos, esclavistas, negreros, caciquiles, inquisitoriales, hasta los desaparecidos de la guerra civil y los marginados del arte, protagonizadas por cada una de sus voces

EL VOLCÁN:
(voz en off)
Arriba mi Teneguía
No despiertes a San Juan
Arriba la carne negra
Vierte su sangre en el mar.
Pero no pises la ermita,
No alteres su soledad.
Apunta al desasosiego
De la aulaga y, al pasar,
Abre tus brazos sanguíneos
Vete a la ermita a rezar.
Tu alegría procelosa
Como el vino en el lagar,
Se derrama en la bonanza
Y el silencio va a escuchar
Con un lenguaje de ondas
El gorjeo de la mar
Y grita el mar con su espuma
Que a las nubes va a sembrar
La respiración que siempre
Volvemos a respirar
Ese aliento que nos llueve
Sobre este aliento de pan.
Arriba mi Teleguía
Tu estallido sea paz
Arriba de las estrellas
Pace auroras de San Juan
Y a San Antonio deslumbra,
Deja tu huella en su ajuar.
Que sus laderas se vistan
Con tu amarillo cantar.

LA LENGUA:
(
voz en off. Una lengua gigante
revolotea por el escenario)
Ulises vio sirenas que le cantaban
Y mandó a sus colegas, que le ataran
En la Palma dirían: no son sirenas
Desátame la lengua que esa es tu suegra
Que quiere escaparse con Don Ulises
No sabe que no gana ni para manises
Y otros dirían: pobre Ulises,
tu suegra está liada con don Benito
Que no escuchaste bien, que tiene el sambenito
Y la llaman la Sirena por lo de Ulises
Y que Ulises se amarra por no encontrarla
Con Homero el cegato de doña Hilaria.
Todos lo buscan, todos se enfilan
A esa sociedad de gente fina.
Encerrado en un libro, tremendo mamotreto:
Tú apártame el libro yo mano le meto,
Le retuerzo el alma, le hincho los besos
Venga Don Félix, porqué no lo encuentra
Ajuste el periscopio y tenga en cuenta
Que el tipo se ha escondido entre los libros
Se lo dijo a Bejeque, todos lo oímos.
Pero fue que Don Félix debajo de la arcada
Contó a su manera la historia de la Iliada
Y la de Ulises harto de tanta batalla
Que buscando a Penélope llegó a La Palma

CORO:
Eso es mentira, eso es mentira
Cierra la boca, abre sesera
Que en lengua palmera nunca te veas
Deja que la lengua te ponga nombrete
Aunque tú te escondas también te lo mete

LENGUA:
Un peninsular muy resabido
Se vino a La Palma bastante abatido
En la travesía alguien le dijo:
Nombrete te pondrán, verás mi amigo
Y el nota de simplón se encierra en casa
a nadie veía, no nadie hablaba
Pasados los meses en el trabajo:
¡Ave nocturna habla más bajo!
¡Qué ave nocturna ni qué mochuelo
Yo a usted no lo conozco, que yo soy nuevo!
Pues yo a usted sí, que vive en la Explanada,
Justito debajo vive mi hermana
Y ella dice que ve a un tipo raro
Detrás de las cortinas con un candelabro
Después sale raudo, habla con el mar
Agacha la cabeza, se pone a cantar.
El Ave nocturna, así te llaman
Desde el Galión a la Explanada
Desde Las Malvinas a la Cubana
Y Rajapunes y Burrocanos
Aclaman la llegada de otro hermano
Ave nocturna aunque escondas la cabeza
En lengua palmera
Nunca te veas

CORO:
Cierra la boca, abre sesera
Que en lengua palmera nunca te veas

FINAL
EL PASTOR:
(con una lanza de regatón, recita resumiendo)
Allá en la otra vida bajo pulidas gárgolas
están los que son y fueron de poetas ojos regios
del prestigiado juglar salto del enamorado
y candiles de Fernán los espectros de emigrados
de afamados bandoleros la pleitesía cortés
allá en las rutas remotas escuchando de oído a boca
de tus milagrosas manos trino místico encantado
de tu musical ajuar el envés de dulces ropas.
Señora de los milagros eres reina de los mares
de naos que vuelven raudas al puerto de sus amores
Despide tu vista clara desde las oscuras lomas
Sobre piratas fantasmas y sacrílegos hados
No dejes y no abandones ni al cantor ni al marginado
Gracias buen imaginero y por los dolientes náufragos
salva de la mar de afuera de cayucos y pateras
en dulce estela espumosa a proscritos y brujeras

©Roberto Cabrera
El Vigía editora
Calle Álvaro Báez, 18- 3835
aulapress@gmail.com
Santa Cruz de Tenerife

TEXTOS DE:
POGGIO MONTEVERDE,
MARQUÉS DE SAN ANDRÉS,
DOMINGO ACOSTA GUIÓN,
FELIX DUARTE,
TOMÁS BRITO,
ANTONIO ARROYO,
ROBERTO CABRERA

1 comentario:

  1. magnífico trabajo, mis felicitaciones a los maquetadores e ilustradores, saludos

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