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miércoles, 9 de noviembre de 2011

FRAUDE

FRAUDE.-

L. Soriano

No se ciertamente por dónde empezar lo que quiero transmitir. No soy de los que se ilusionan y por eso, me desilusiono menos o nada. Eso no es bueno, lo sé, pero tengo que reconocer que en los tiempos últimos que me ha tocado vivir, es un alivio. Además, el desinterés por las ilusiones ha aumentado mucho con la edad, lo que me ha permitido disfrutar de algunas ilusiones algo más que pasajeras con anterioridad.

En fin, todo, absolutamente todo es un fraude. Créanme que no lo digo por generalizar, pero nos han metido en una montaña rusa de la que no podemos escapar. Nos cuentan miles de mentiras cada día, y si decidimos no leerlas ellos van a seguir aplicando picanas a nuestras partes sensibles, lo sepamos anticipadamente o no. Desde luego, no puedo imaginarme como han aprobado Leyes tan disparatadas en contra de los ciudadanos, de los contribuyentes, de los individuos en general. Supongo que habrá unos controles que pasar y que al final alguien, asociaciones, Colegios, o incluso el Defensor del pueblo, tenga que haber hecho una vista demasiado gorda para que pensaran que podríamos aguantar esta “ onera gravia”, carga pesada, que nos oprime, social, fiscal y estructuralmente. Los pilares en que se basan los principios democráticos, están conculcados en su totalidad. Ese Fraude Democrático lleva a una gran mayoría a radicalizarse, a dejar de creer en la Democracia como el menos malo de todos los sistemas, y, los sentimientos totalitarios, de todo tipo, se fortalecerán. La Justicia es un fraude también, pues no solo no está separada del Ejecutivo, sino que para prosperar en ella hay que ser del estilo Garzonita, sumiso, colaborador y aceptante de fallos terribles. La información es también un Fraude, puesto que solo se asigna al que coopera los medios, se silencia a los más posibles competidores políticos, se crean Cacs de censores para los que se les escabullen y se dirige la artillería contra el “disidente”. La fiscalidad es un fraude en sí misma. Quienes nos fijan los impuestos para relegarnos al hambre, lo hacen con criterios confiscatorios, ya que son imposibles de pagar y por ello estamos condenados a que nos confisquen todo. La Administración hace recaer el peso probatorio de sus errores o desmanes sobre el contribuyente, contesta cuando le da la gana, y si no lo hace nada ocurre, pues le es favorable. Estamos cogidos por salvas partes, no es rentable nada, ni negocios ni trabajos a la fiscalidad actual, y el “pobre” que tiene casa o propiedades adquiridas con el esfuerzo de toda una vida, lo acorralan subiendo todo tipo de tasas, que no puede pagar, con la demoníaca intención del embargo confiscatorio. Además la saña Fiscal llega tan lejos que tratan de convencer a la ciudadanía de que existe una alta evasión y economía sumergida, cuando es pura supervivencia y dar de comer a las familias de los sumergidos en la práctica totalidad de los casos. Deben de entenderlo, ” lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”. Con el modelo actual, con el sistema actual, la insumisión fiscal de grado o por necesidad es una opción válida, legitima y seguramente obligada; si, porque lo único que hará, es esquilmar los pocos duros que nos queden y total, para alargar sus orgias de gasto incontrolado unos meses más, ya que esto se cae. Fraude y de los graves es haber convertido la deuda Privada en deuda Pública, esto es, que la tenemos que pagar nosotros y nuestros nietos a intereses desorbitados, con la complicidad o la orden de los Políticos. En nuestro caso concreto, la deuda nuestra es deuda Española más que ninguna otra, ya que la deuda que era por mala gestión en Cajas para alimentar corruptelas políticas, o Bancos para paliar sus errores de riesgos, toman dinero de nuestros impuestos, que les da el Estado, y de las atrocidades que nos hacen pagar en comisiones, intereses y de todo, y compran deuda garantizada por El Tesoro Público, a cambio. Así la Deuda de los malos gestores, la pagamos como deuda Pública, nosotros, para no dañar al sistema financiero- dicen-. Nos azuzan para que sigamos en el aprisco. Fraude es habernos metido y empeñarse en mantenernos en esa Europa a la que solo fronteramos, como si fuéramos unos europeos más, y con la sola intención de ser el mercado más importante para los otros socios que tiene industria, maquinaria, automóviles, energía etc., por mucho que nos hayan hecho carreteras y alguna infraestructura inflada por los “convolutos”. Nosotros somos distintos a los europeos y no tenemos los recursos, ni la preparación, ni la tenacidad suficientes para codearnos con economías como Francia, Gran B, Italia, o Alemania como nos han hecho creer. Es duro, pero es así.

A reflexionar.

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