ARGENTINA: UN AÑO DE SAQUEO OLIGÁRQUICO, DESHUMANIZACIÓN
CULTURAL Y ENTREGA COLONIAL
Cristobal Basaure Araya / Zuma Press /
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El modelo que se está aplicando en Argentina no solo implica un saqueo económico, sino también un ataque directo a la cultura solidaria que históricamente caracterizó al país
Hace
exactamente un año asumió en Argentina un gobierno que representa, en su forma
más pura, la lógica capitalista desenfrenada, es decir, una oligarquía reinante
despojada de normas, la apoteosis del multimillonario, el aplastamiento de
contralógicas comunales y públicas.
A un año de su asunción, el gobierno ha construido una narrativa de éxito económico basada en indicadores económico-financieros, como la baja del dólar o la mejora en la cotización de la bolsa, mientras destruyen el tejido social y entregan los recursos estratégicos del país al capital extranjero. Sus niveles de aprobación son altos.
El saqueo
de Argentina avalado por sus propios gobernantes no es un fenómeno nuevo. Sin
embargo, el actual gobierno ha llevado esta práctica a niveles inéditos. Un
símbolo: el envío reciente de toneladas de oro de las reservas nacionales
al Reino Unido. Malvinas, te la devo. La soberanía es un “collateral” para los
acreedores. Detrás de eso, el nuevo ALCA (Alimentos, Litio, Combustibles, Agua)
sorbidos por la hidra oligárquica disfrazada de “Grandes Inversiones” bajo
regímenes espaciales en condiciones que hipotecan el futuro del país y
compromete su soberanía e incluso su integridad territorial.
Desde el
punto de vista social, el impacto es devastador. Este gobierno ha recortado
presupuestos esenciales: le ha quitado remedios a los jubilados, alimentos a
los niños, apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género, recursos a los
estudiantes y fondos para las obras en los barrios populares. Mientras tanto,
ha aumentado los salarios de los altos funcionarios, pactado con jueces
corruptos y sindicalistas entreguistas, y fortalecido el aparato represivo del
Estado para perseguir a quienes resisten estas políticas.
El modelo que se está
aplicando en Argentina no solo implica un saqueo económico, sino también un
ataque directo a la cultura solidaria que históricamente caracterizó al país
El modelo
que se está aplicando en Argentina no solo implica un saqueo económico, sino
también un ataque directo a la cultura solidaria que históricamente caracterizó
al país. La exaltación del egoísmo, el desprecio por los más vulnerables y la
idolatría de la riqueza son pilares de esta revolución cultural reaccionaria,
que encuentra su legitimación en sectores de la sociedad que, fascinados por la
acumulación material, acumulación que en muchos casos nunca les va a llegar, han
olvidado los más elementales valores humanos.
¿Cuánta
indignidad está dispuesta a soportar el pueblo argentino? Hasta ahora, media
sociedad nuestra aplaude la inmoralidad, la otra mitad no tiene cauce para
enfrentarla. Milei es consecuencia de un cambio cultural molecular,
es cierto, “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”, la frase de
Hermes se aplica al contexto.
Soy un
dirigente político, excandidato a presidente y ya sé que no suma criticar a la
sociedad, pero terco soy; una parte considerable de la sociedad se ha sometido
a Morgoth; la mentalidad heterónoma que denunciaba Adorno, la banalidad del mal
de Hannah Arendt, la Mala Fe («mauvaise foi») de Sartre, la cultura del
descarte que denuncia Francisco ahora masificada. Hay tantos dispositivos para
“desresponsabilizar” al individuo, como señala Bauman… pero yo quiero decirlo:
esto pasa porque media sociedad lo apoya y ese apoyo al mal no se justifica por
las claudicaciones de gobiernos anteriores ni por la manipulación de los
medios.
El alma
mezquina se está apoderando de occidente.
Desde
luego, la crisis en la conducción de combate en el campo político, social y
sindical de la plebe ayuda al microtirano plutófilo que justifica toda su
mierda en el fracaso del gobierno anterior que, con lenguaje inclusivo y
parafernalia posmoderna, que con buenos modales y progresismo liberal,
traicionó el pacto electoral de “empezar por los últimos para llegar a todos”.
El Frente Justicialista se olvidó de lo que le da razón de ser: la defensa de
la clase trabajadora, los pobres y todos los sectores oprimidos.
La
oposición política taimada y superficial también es un negocio. Todo sistema la
necesita. Si no está, la inventa. Lo cierto es que hay mucha anuencia social y
política con las peores inmoralidades conceptuales y prácticas desde la
transición democrática argentina. Efectivamente, la imagen del gobierno está
alta. Media sociedad. Puede crecer. A nosotros, no nos mueve de nuestro lugar.
Tercos. Tercos con nuestro humanismo mínimo, básico, sencillo, pero combatiente.
A nosotros, no nos mueve de
nuestro lugar. Tercos. Tercos con nuestro humanismo mínimo, básico, sencillo,
pero combatiente
Porque la
política en su sentido más alto no es aceptar mansamente la dirección del
viento. Como un niño que enfrenta plantado en la arena las olas del mar, con
esa inocencia y ese coraje, nosotros enfrentamos esta oleada de maldad aunque
sean mayoría, porque si la mayoría acuerda con Milei que “la justicia social es
una aberración”, que existe el “derecho a morirse de hambre”, la legitimidad de
que los pobres vendan sus órganos, que todo lo que es común se privatice, que
reine la cultura de la doma, la destrucción del ambiente, la negación del
cambio climático, la complicidad con las masacres de la OTAN, la reivindicación
de los genocidas de la dictadura, la fundación un brazo armado parapolicial; si
el 99% estuviera de acuerdo con gasear a una niña, desaparecer a la gente en
situación de calle, reventar a palos a los vendedores ambulantes; si el 99%
estuviera de acuerdo la degradación de todo lo que existe de bueno, bello y
verdadero en el país. Si el 99% estuviera de acuerdo en poner a un abuelo en la
encrucijada entre comer y comprar los remedios… bueno, unos cuantos y yo
seguiríamos dispuestos a resistir hasta que gajo a gajo la Naranja Mecánica se
desplome.
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