EL CHISME Y EL
CRIMEN
ANTONIO MAESTRE
No nos engañemos, que un corrupto
engominado prototípico diga que el presidente le pidió una foto para
agradecerle lo que hace es un chismorreo malo que solo puede creerse quien
tiene ganas de que dejemos de mirar a Valencia
Un chisme ha dejado en segundo lugar la
posible responsabilidad criminal en la mayor tragedia del siglo en Valencia.
Entre el chisme y el crimen la opinión publicada ha elegido el chisme. Porque
no nos engañemos, que un corrupto engominado prototípico diga que el presidente
le pidió una foto para agradecerle lo que hace es un chismorreo malo que solo
puede creerse quien tiene ganas de que dejemos de mirar a Valencia.
Víctor de Aldama es un fanfarrón con ínfulas que sabe aprovecharse de su cercanía al poder para lucrarse. De la historia de Aldama llama la atención cómo utilizó las quiebras corruptas del Estado para infiltrarse criminalmente desde el Ministerio de Transportes a la Guardia Civil, llegando a utilizar a un comandante de la benemérita para que le llevara a sus subordinados a hacerle barridos de micrófonos en su casa. Tenemos un día que darnos un debate sobre la infiltración criminal en los cuerpos y fuerzas del Estado. La credibilidad de Víctor de Aldama no pasa por ser más que la de un hombre que diría cualquier cosa para salir de la cárcel, más aún cuando había declarado su abogado que tenía miedo por su seguridad en prisión. Pero dicho eso no podemos quedarnos en la fe por la palabra de nadie, sino en los hechos, y la declaración de Víctor de Aldama tiene hechos probados y conjeturas imposibles que solo tenían como objetivo llamar la atención de los medios.
La dirección de la declaración de Víctor de
Aldama tenía dos intenciones claras: lograr el favor de la fiscalía aportando
pruebas sobre los casos que le ocupan- la causa de los hidrocarburos y la de
las comisiones en el Ministerio de Transportes- para poder salir de la cárcel
al colaborar con la justicia y tener todo el foco mediático implicando con
declaraciones vagas a varios miembros del PSOE y el gobierno para hacer pasar
la trama de tres golfos por una Gürtel socialista. El desarrollo de los hechos
marcará el devenir de la causa y si el presunto delincuente tiene pruebas para
aportar sobre lo declarado, aunque muchas de sus palabras sean insinuaciones lo
suficientemente inocuas para no tener recorrido penal pero con capacidad para
copar titulares. Hasta que se produzca la confirmación de los hechos más allá
del chisme el gran beneficiado ha sido Carlos Mazón, que ha visto como los
medios miran para otro lado. Carlos Mazón podría invitar a Víctor de Aldama a
una de esas comidas largas en El Ventorro en agradecimiento por los servicios
prestados. El chisme siempre beneficia al crimen.
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