EL RACISMO QUE LOS MEDIOS PROPAGAN
NEUS TOMÀS
El vídeo viral de un joven con problemas
psiquiátricos que abofeteó a un bebé o la reiterada vinculación de inseguridad
y migración son ejemplos de cómo se fomenta el racismo más allá de las redes
Tener amigos racializados mitiga el
racismo en los jóvenes, pero los padres influyen más
Bajo la premisa de que hay que hablar de
este fenómeno, algo que es evidente puesto que tiene incidencia en ámbitos como
el mercado laboral, la educación o la vivienda, se cuelan muchos de los
mensajes racistas que acaban distorsionando la realidad. Es algo que no pasa
solo en España y basta con escuchar las barbaridades de Trump o leer el acuerdo
entre Meloni y Albania para construir centros de deportación.
Por suerte hay excepciones y esta semana también se ha publicado un exhaustivo informe que rememorando el famoso concepto que acuñó Paco Candel lleva por título ‘Els altres catalans i catalanes del segle XXI’. Lo ha elaborado Comisiones Obreras y revela, entre otros datos, que de cada cuatro personas que tienen edad para trabajar en Catalunya, una ha nacido fuera de España.
Otra de las conclusiones interesantes es
que, aunque ha cambiado el perfil de los migrantes respecto a los del siglo XX
—procedentes del resto de España— los problemas de este grupo son muy parecidos
a los que describió Candel a mediados de los años 60. Él lo explicó a través de
entrevistas a ciudadanos procedentes de comunidades como Andalucía, Murcia o
Extremadura que se instalaron en condiciones a menudo paupérrimas en barrios
que ni merecían este nombre tanto en Barcelona como en el extrarradio de la
capital.
La diferencia, según este estudio de CCOO, es que la integración
laboral de los trabajadores que llegan ahora de otros países se produce en
condiciones mucho menos favorables, con la excepción de una minoría
representada por aquellos que han nacido dentro de la Unión Europea. La
hipocresía generalizada en la que estamos instalados nos lleva a felicitar, con
razón, el retrato que la película ‘El 47’ hace de la lucha por la dignidad de los
migrantes venidos de otros puntos de España, pero a la vez mostrar indiferencia
o incluso rechazo cuando quienes reivindican los mismos derechos son los que
han llegado en los últimos años procedentes de otros países.
En hostelería, el 60% de los trabajadores son de origen
extranjero. El porcentaje asciende hasta el 71,3% en las empleadas del hogar.
Otras profesiones con un alto número de migrantes son las actividades
administrativas y servicios auxiliares (42,1%), la construcción (38,6%) y la
agricultura, ganadería y pesca (35%). Sí, muchos de los trabajos que los nacidos
aquí no queremos ocupar, como bien saben o deberían saber los que consideran
que hay demasiados migrantes.
El discurso más goloso para algunos medios y partidos es que
vincula migración a inseguridad, como si la nacionalidad fuese la razón que
explica que alguien delinca. Si alguien roba o trapichea, y en algunos casos de
manera reiterada, no es por su nacionalidad, sino en muchas ocasiones porque es
pobre, tal y como recordaba hace unos meses en este diario la magistrada Montserrat
Raga.
Hay que dotar de medios a la justicia para que los juicios
rápidos lo sean de verdad, pero de poco o nada sirve el castigo si no va
acompañado de resocialización y abordaje de la marginalidad que a menudo
precede al delito. Las percepciones de inseguridad, no siempre avaladas por los
datos reales, empiezan con frecuencia en titulares y tertulias. Por si alguien
lo olvida, Desokupa creció gracias a minutos y minutos de propaganda regalada
en algunos matinales televisivos aunque ahora hagan ver que la cosa no va con
ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario