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miércoles, 30 de octubre de 2024

CUANDO PIERDE DA UNA COZ

 

CUANDO PIERDE DA UNA COZ

WILLY VELETA 

El Balón de Oro al mejor jugador del año no se lo han dado a ese muchacho que se cree tan bueno que ni siquiera ha felicitado al que lo ha ganado

Es una pena no tener las imágenes de Florentino liándose a patadas con el tren de aterrizaje del vuelo que le iba a llevar a París para regodearse de otro premio más. Ferri y él intentando volcar la nave. Es muy burdo pero hay que volcarla, cojones. Iñaki López diciendo: Ione Belarra ha votado en contra, por eso no salen los números, putos podemitas.

Aunque no te guste el fútbol seguro que te has enterado de que el mundo confabula contra Florentino (Pérez, no el otro) y el Real de Madrid. Podrían tener 40 Champions (o Copas De Europa) pero solo tienen 15. Se retuercen de dolor. Bielsa también. Esta semana le han dado dos premios muy buenos, mucho buenos, pero ellos querían tres. Todo les sabe a poco, a moco. Son insaciables. Si no quieres sopa tampoco dos tazas, quieren tres. Mafalda no haría carrera de ellos. Quieren ganarle al cinquillo a su abuelo que tiene Alzheimer, en la residencia. Así son y así se lo hemos contado. Buenas noches y saludos cordiales.

El Balón de Oro al mejor jugador del año no se lo han dado a ese muchacho que se cree tan bueno que ni siquiera ha felicitado al que lo ha ganado

El Balón de Oro al mejor jugador del año no se lo han dado a ese muchacho que se cree tan bueno que ni siquiera ha felicitado al que lo ha ganado. Pelé a su lado es un mierda, Garrincha ni te cuento. Vini J.R. se llama, tiene nombre de cantante (Vinicius) pero desafina mucho. Desafinado va, volando voy. Se le ha visto en varios partidos recordándole a rivales de equipos mucho más humildes que él ha ganado no sé cuántas Champions. —Yo tres, tú nada—. Si bwana, lo que tú digas. El fútbol es no es cosa menor, como la cerámica de Talavera. Es un deporte de equipo. Futbol 4: Veleta, Durruti, Ascaso y García Oliver. Los Solidarios, los solitarios. Igual ponemos a Federica de portera que no vea cómo paraba a Stalin, la araña negra.

Pues eso que no le han dado el Balón de Oro a la Casa Blanca. Llora Floren, llora Burdoman, llora Trump y llora Komala. Pero ojo que ese galardón no lo decide una banda de dirigentes borrachos y puteros en un despacho, no. Lo eligen periodistas de 100 países de todo el mundo. Eligen al mejor jugador del año pero también al que haya demostrado mejor Fair Play (valores, juego limpio, llámalo X). Y, oh chorpecha, no se lo han dado al 7 del Real Madrid. Ahora aparece Jeanette en escena y canta: ¿Por qué será? —Yo tengo tres Champions y tú no tienes nada, tengo tres ovejas en una cabaña, pringao’—.

Whatever will be, will be. El Madrid decide no embarcar hacia París porque no le han dado el gordo de la lotería que no es lotería sino es sentido común. Votan hasta periodistas de Bután (vuelvo a recomendar la película “El Monje y el rifle”). Y yo de un tío o una tía de Bután me fío. Del caserío o del baserri nepalí me fío. Pero el caso es que al Madrid SÍ le otorgan el premio al mejor equipo del año y al del mejor entrenador del año. Ancelotti, ese ser de luz, tampoco ha ido a recibir su premio. Otro farsante. ¿Pero qué mierda es esta?, ha debido de decir Ferrintino (llamémosles ya así para no estar diciendo Ferri y Floren todo el tiempo). Imagínate si al equipo de tu tierra (sea el Rayito, el Real Unión de Irún o el Sanluqueño) le dan el premio al décimo octavo equipo más esforzado de su región… Se monta una gran fiesta, pasacalles, la rúa y visita a la concejala de cultura y festejos. Tiran la casa del tonto del pueblo por la ventana. El tonto que llegará a ser presidente del Madrid algún día, o del gobierno (que pal caso es lo mismo).

Tenemos tan poco que celebrar que hacerle una peineta a dos premios porque no te han dado otro más es del género gilipollas. Karl Marx, ese extremo izquierda del Bayern de Munich, se retuerce en Londres y hace una chilena en plena lluvia. Pero ellos son así. Se cagan en la historia de un club que fue ejemplo durante la República, el golpe de Mola y la guerra incivil. Este texto va encabezado por la foto de la plantilla del Real Madrid puño en alto durante un partido jugado en esos años. Muchos jugadores fueron fusilados, otros se tuvieron que marchar no sé si en el Winnipeg o en qué chalupa, pero se tuvieron que pirar para no dormir ahora en una puta cuneta o fosa común.

Ferrintino se ha cagado en el himno del Real Madrid. No en el del Plácido Weinstein Domingo ni en el del niño bonito de PRISA. Ferrintino ha hecho trizas el ya llamado “himno de las mocitas”. Esas señoras que iban a Chamartín alegres y risueñas cuando al fútbol solo iban machirulos que echaban el pestillo por dentro del estadio. Ese equipo que tenía en su escudo una banda morada (republicana o comunera, quién sabe) y ahora es azul, azul División Azul. Florentine Española y de las JONS. Aquí expongo en cinco puntos el método por el que al no subirse al avión Ferrintino se bajó los pantalones para cagarse en la pista del Aeropuerto Barajas Adolfo Suárez Torcuato Fernández Miranda de todos los Santos en el mítico himno del equipo que llegó a una final de la Copa de Europa en 1981 con gente que se llamaba García. Pérez los hubiera fusilado (es un decir). Aquí o te llamas Tchouaméni o no tienes nada que rascar. Vamos con la lista de decesos:

1- A tomar por culo el “Caballero del honor”.

2- A tomar por culo el “a triunfar en buena lid”.

3- A tomar por culo el “cuando pierde da la mano”

4- A tomar por culo el “sin orgullos ni rencores”

5- A tomar por culo el “como bueno y fiel hermano”

Cuando pierde te da el pie, que es más sano, o una coz directamente. Camino al honor va en burro y de orgullos y rencores saben mucho. No hay nada más qué ver los vídeos contra los árbitros que Ferrintino encarga cada semana a Real Madrid Televisión. Que el Madrid se queje de los árbitros es como si una niña de Gaza se queja de la asimetría del cuadro de su habitación destrozada por los misiles sionistas que se fabrican en España o el niño gazatí que se queja porque no sale agua de Vichy por el grifo del fregadero de la cocina que ya no existe porque voló anoche por los aires por un misil sionista fabricado en Extremadura. Misil, bomba de mano, granada, lo que sea que fabriquen en estos templos del exterminio mundial. Made in Spain, ya tú sabes Óscar Bridge.

Hasta el mítico Bernabéu (que por más que echara a Millán Astray del palco y fichara al maoista de Paul Breitner era un tipo conservador o facha) no hubiera hecho el tremendo ridículo de no acudir a París. Gento, Puskas, Amancio y Di Stéfano seguramente hubieran ido andando o en bicicleta con Federico Martín Bahamontes si hubiera hecho falta. Nadie le para los pies a estos dos locos, ni siquiera Pirri (el presidente de honor). Un servidor, un siervo, un esclavo. Padrino Búfalo.

¿Es más facha el Real Madrid de ahora que el que ganaba casi todo con Franco en el palco, con el culo blanco?

¿Es más facha el Real Madrid de ahora que el que ganaba casi todo con Franco en el palco, con el culo blanco? Empate en Las Gaunas. Ahí lo dejo. Que sí, que el Barça condecoró no sé cuántas veces al genocida. Que sí, que el Madrid no lo ganaba todo, el Atleti (que era el equipo de los aviadores del bando sublevado) también ganaba cosas. Los colchoneros hacen cosas (lo saben en Donosti y en A Coruña). Pero lo del Madrid de ahora es un delirio, un asco. Luis de Carlos debe estar retorciéndose junto a Miguel Muñoz y Ricardo Zamora.

No quería irme sin recordaros que el Balón de Oro que no le han dado a Vini J.R. se lo ha llevado un pedazo de jugador como Rodri. El motor de la selección y del City. Un tío sencillo, que conduce un coche normal y no es una pasarela Cibeles andante. Su gran pecado fue gritar “Gibraltar español” al más puro estilo Ortega Smith. Pero ya sabemos que salvo el Panda Iglesias (¡anda! se apellida Iglesias también) hay mucho facha entre los futbolistas. Tienen conciencia de clase, la clase elegida, el pueblo elegido. Tanto tengo tanto valgo y te lo restriego en las narices. Paul Breitner vuelve ya. El capitalismo es un tigre de papel, papel higiénico. Yo en la vida soy como Julio Salinas ante Gianluca Pagliuca. Si yo quería hacer una vaselina pero me aturullé.

Al Real Madrid que va de equipo español, muy español, se la sopló que el premio lo recibiera un jugador español y madrileño, ese jugador al que aplauden cuando se calza la casaca roja. El mundo del fútbol es así de idiota. Por eso hago caso a un amigo rosarino y ya solo me gustan los mundiales. Donde esté un Alemania-Egipto que se quite un Sturm Graz-Slavia de Praga, me dice mientras nos zampamos una fugazzeta en la pizzería Novecento.

El Balón de Oro femenino se lo llevó Aitana Bonmatí, pero eso al Madrid le da igual también porque no es madrileña y porque es mujer. Al fútbol femenino también llegaron tarde (como a lo de Rubiales, como Yolanda). Uno siempre llega tarde donde nunca pasa nada pensaron. Tampoco son españoles muy españoles ninguno de sus jugadores titulares ni suplentes de los últimos partidos y no pasa nada. El único español habitual en su alineación es votante confeso de Santiago Atascal (con T) y le dio la mano a Sánchez en la Moncloa como quien toca una merluza que se sale del cucurucho de papel de la pescadería. El equipo más español del mundo no tiene apenas jugadores nacidos en Madrid, ni siquiera en Hurones de Castroponce, provincia de Valladolid.

Fichan a golpe de talón, fichan cromos. Quiero a Pelé, Gullit, Zidane, Francescoli, Best, el Káiser, Totti… cromos. El Madrid nunca hubiera fichado al Diego ni a Riquelme. Gente indómita, magos del balón. Ni hablar del Trinche Carlovich o de Mágico González. El fútbol se ha quedado en eso, una pena. Una fábrica de hacer chorizos o chóped. Cromos, hombres de Cromagnon. Menos mal que ha aparecido un loco alemán en escena (Hansi Flick) y ha reseteado todo o casi todo. La Masía on fire. En cada partido del Barça aparecen seis, siete y hasta nueve jugadores de la tierra, incluyendo a compañeros racializados y de lugares tan bonitos como Canarias o Betis (¿o es que Betis no es un lugar?). De Algeciras a Estambul. Perfumaditos de brea (nunca entenderé esta frase del noi del Poble Sec).

El Real Madrid de Ferrintino es como ese niño que todo conocemos o conocimos que siempre traía el balón de reglamento porque su padre y su madre tenían pelas, muchas pelas

El Real Madrid de Ferrintino es como ese niño que todo conocemos o conocimos que siempre traía el balón de reglamento porque su padre y su madre tenían pelas, muchas pelas. Ese niño que de tanto vivir entre algodones no sabía ni controlar el balón, ni pasar, ni defender, ni marcar, ni parar, ni traer el botijo del agua. Entonces nadie le pasaba la pelota y eso generaba un cisma. En un campo lleno de flores silvestres, malas hierbas, agujeros de los topos y con dos palos torcidos como portería ese chaval cogía las de Villadiego y se piraba. —Si no me pasáis el balón me voy—. Lo peor es que se llevaba en la mano el balón de reglamento. Todos mirábamos al balón, estaba en el reglamento mirar al balón siempre. Aunque Cruyff y Laudrup nos enseñaron a no mirarlo tanto.

La imagen del niño ricachón yéndose campo a través, cuesta arriba, junto al almendro en flor camino de su casa nos fastidiaba la tarde, la semana. Entonces se habría un debate que ni La Clave de Balbín. Las opciones eran las siguientes:

1- Liarse a hostias y quitarle el balón.

2- Liarse a hostias y no quitarle el balón.

3- Prometer pasarle el balón, no pasárselo y apurar unos minutos más hasta que se hiciera de noche.

4- Prometer pasarle el balón y pasárselo para detrimento de la salud mental de todos y la de Garrincha.

5- Ponerle de portero y decirle que en cuanto le metieran gol podría entrar a jugar como una persona normal. Y por supuesto… no meterle gol.

6- Irnos a casa e intentar hacer una “vaca” para comprar un balón de segunda mano en casa de “Perdiz” (el hombre que tenía un taller de bicicletas clandestino en una casita baja que recordaba a la peli “Volver” de Almodóvar)

Como os imagináis siempre ganaba la opción 1, con la variedad de que en vez de hostias eran amenazas de tirarle al pilón o ponerle una bomba lapa bajo la bicicleta. Al final accedía y se quedaba mirando el partido. Ser espectador tampoco es tan malo. Siempre le devolvíamos la pelota con cariño (aunque llena de barro), le dábamos unos toques en la espalda y le instábamos a entrenar entre semana aunque fuera en su cancha de squash con suelo de parquet. Nunca nos hizo caso. Como el Real Madrid, siempre a lo suyo. Pero la pelota era suya, y lo sigue siendo.

No me imagino a un actor o actriz no yendo a los Oscars porque tiene la mínima sospecha de que no se va a llevar la estatuilla. Al menos haz como Brando y envía a Sacheen Littlefeather. El Madrid podría haber enviado a Prosinecki fumado a recoger el no premio de Vini. —Hola soy Prosikito, vámonos de fiesta. O podría haber enviado a Aznar (que habla como Butragueño y viceversa) a decir que hay armas de destrucción masiva en París y que había que suspender la gala. Los premios se hacen para que los gane el Madrid o no se hacen. A jugarrrrrr.

El único español que había recibido el Balón de Oro hasta ayer había sido el mítico interista y culé Luis Suárez. Ni Xavi, ni Iniesta, ni Iker consiguieron rozar el galardón con la yema de los dedos de la mano de Dios. Cuando al fin la España de Florentino, Roig y Amancio (el otro) lo consigue resulta que al dueño de ACS no le cuadra porque no es uno de sus jugadores. El jugador español de Schrodinger, que cuando es del Real Madrid está vivo pero si es de otro equipo está muerto. Atado y bien atado o no nos conviene, sorry.

Así se escribe la historia del imperialismo, del capitalismo. Tu vecina tiene una hija o un hijo que sueña con jugar en el equipo de su ciudad (porque no vive en un pueblo) y no puede porque los dos equipos de su ciudad solo cogen a gente que viene de otros lugares (y no precisamente en patera) y cobran una pasta gansa

Y así se escribe la historia del imperialismo, del capitalismo. Tu vecina tiene una hija o un hijo que sueña con jugar en el equipo de su ciudad (porque no vive en un pueblo) y no puede porque los dos equipos de su ciudad solo cogen a gente que viene de otros lugares (y no precisamente en patera) y cobran una pasta gansa. El fútbol debería ser La Masía en vena, Lezama en vena (sin pescar en aguas internacionales donostiarras), Vallekas y Villa Fiorito. Sobre todo Villa Fiorito. Maradona con su primer sueldo llevando a su madre (Doña Tota) a tomar una pizza o dos con una Cocucha (Coca Cola, perdón por el no boicot) de litro a la pizzería La Rumba en Nueva Pompeya. Eso es la vida, para todo lo demás Operación Chamartín. La vida es el Trinche Carlovich rompiéndose la testa contra el suelo mientras le roban la bicicleta. Adiós a la pesca, adiós al doble caño, adiós a no querer ser estrella ni ejemplo de nada. Adiós al puto balón chapado en oro. El torneo de La Galleta mola más.

Si hubiera sido por Ferrintino Maradona no hubiera existido. No hubiera existido Doña Tota, ni Cebollitas, ni Argentinos Juniors (fundado por anarquistas españoles) ni Napoli, ni Shilton, ni el puto día en el que vi cómo se llevaban al Diego en Boston al control antidoping más hdp de la historia del mundo mundial. Efedrina la que llevo aquí colgada. Maldito Havelange.

Si hubiera sido por Ferrintino las Islas Granadinas tendría equipo de fútbol e Iñaki López sería su presidente. Recuerden que a esta gente se les escapa la tortuga. Como decía Marado (le falta el na porque así lo cantan en La Bombonera) la pelota no se mancha. La pelota no es suya. La pelota para quien se la trabaja. Trinches del mundo uníos. Quien dice pelota dice bola de papel de aluminio, mandarina, manzana verde o uva Tempranillo. Pero, por favor, que de fondo suene siempre “Life is Life”

 

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