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domingo, 11 de agosto de 2024

CRÓNICA DE UNA JORNADA DE ESCAPISMO

 

CRÓNICA DE UNA JORNADA 

DE ESCAPISMO

JUANJO CHICA

 

Carles Puigdemont interviene en el acto organizado en el paseo Lluís Companys —

David Zorrakino / Europa Press

El jueves, Carles Puigdemont logró lo que muchos creían imposible, entrar en el país, dar un mitin al aire libre, sin impedimentos y volver a escapar de España

Anadie se le escapa que el jueves se trató de un día para el recuerdo, primero, por la jornada de investidura en Catalunya con un PSC que había salido victorioso en las últimas elecciones y segundo, un Puigdemont que había avisado de su vuelta al país. Lo que nadie se esperaba es que fuera un viaje de ida y vuelta.

Para empezar, hay que retroceder a cuando el Tribunal Supremo, debido a declaraciones del propio Puigdemont y ante la negativa de aplicarle la amnistía, decidió cursar una orden de detención a pesar de que este se encontraba aún en el extranjero. La estrategia detrás de esta decisión según escribió Ernesto Ekaizer en El Periódico era que, ante su vuelta a territorio español este sería capturado, el juez Llarena reabriría la pieza que tiene contra él, tomándole declaración y, sabiendo que Vox solicitaría la prisión provisional, este la autorizaría en detrimento del criterio de la abogacía del Estado y de la Fiscalía que siempre se han posicionado a favor de la Amnistía para Puigdemont.

Sabiendo este criterio y pasando a los hechos del jueves, lo que encontramos es que ya horas antes del inicio de ese mini discurso en Arc de Triomf (duró poco más de seis minutos), y dando por hecho todo el mundo que Puigdemont volvería a Catalunya, se vieron los primeros videos de Puigdemont ya en Barcelona y caminando por las calles hacia el sitio, escoltado por Jordi Turull, Secretario General de Junts y Gonzalo Boye, su abogado.

Además, poco antes de subir al escenario se le pudo ver llegando al Arc de Triomf, en medio de un gran pasillo con sus acompañantes personales y simpatizantes del expresident.

Y subió a ese sobrio escenario, desde el cual saludaría a aquellos que acudieron al acto convocado por Junts. Según Ekaizer, los concurrentes serían más bien mayores en edad y no habría jóvenes en general. Leyó un papel que tenía en el bolsillo durante poco más de seis minutos y una de sus frases fue: “Mirad, hoy muchos piensan festejar que yo sea arrestado y pensarán que el escarnio nos disuadirá, que para escarmentar vale la pena incumplir incluso una ley aprobada por su parlamento. Pero se equivocan”, la cual anticipaba la situación que se presentaría.

En su despedida entonaría un ‘Visca Catalunya lliure’, asegurando que pase lo que pase ojalá cuando reaparezca en el panorama, puedan volver a entonar este canto, para después marcharse rápidamente, también se viralizó un video donde aseguran que se le vio entrando en un coche Honda blanco.

Con el final de su pequeño discurso, los ojos empezaron a ver hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en concreto, los Mossos d’Esquadra. Según Ekaizer en El Periódico, el jefe de este cuerpo, Eduard Sallent había tomado la decisión de que la detención de Puigdemont no la practicaran los comisarios, es decir, aquellos con más autoridad dentro del cuerpo, sino el departamento de información. Una fuente próxima a los Mossos señaló incluso que este tipo de agentes no tienen la autoridad requerida para enfrentarse a alguien como Puigdemont y le genera dudas a la hora de cómo actuar correctamente.

Sallent no participaría en la detención porque estaba de vacaciones, con lo cual, según habían acordado, esta recaería sobre Rosa Bosch, comisaria encargada de Barcelona, sin embargo, Sallent si estuvo al frente de la operación y se le pudo ver a ambos en el parque de la Ciutadella la mañana del jueves. A parte de esto, se activó la ‘Operación Jaula’, por esto se vieron bloqueos a las salidas y entradas de Barcelona por parte de los Mossos buscando a Puigdemont, inspeccionando a los ocupantes de los vehículos que pasaban y generando atascos con el fin de dar con el paradero del expresident.

Esto acabaría de manera infructuosa, ya que, posteriormente, Gonzalo Boye, confirmaría que Puigdemont había logrado volver a huir fuera de España, dando final a una jornada rocambolesca donde incluso dos Mossos acabaron siendo detenidos por colaborar en el escape del expresident.

En su pieza, Ekaizer pudo hablar con fuentes de los Mossos, una de ellas se expresaba en los siguientes términos: “Se nos ha escapado, pero, sobre todo, no hemos evitado que se escape. Ninguna sobreactuación compensará ahora lo que ha pasado”, “Lo que tiene que hacer Sallent no es detener el mismo día a mossos o citar a declarar a Turull. Tendría que convocar este jueves mismo una rueda de prensa para explicar por qué se escapó Puigdemont”.

Fue tremendamente llamativa también la permisividad con la que se afrontó el regreso de Puigdemont, no hubo Fuerzas y Cuerpos de Seguridad detrás del escenario por el que se vio entrar al expresident, con lo cual el autor de la pieza ya citada se preguntaba: ¿Tuvieron contactos previos con el círculo de Puigdemont?, ¿Se creyeron que después de esa intervención breve de Puigdemont se entregaba, y aquí paz y después gloria?

Además, el pleno de investidura en el Parlament también se vio interrumpido hasta en dos ocasiones con motivo de lo que sucedía en Barcelona y ante la sospecha de que Puigdemont se aproximara a la institución. Junts incluso solicitó posponer la sesión de investidura, pero no le fue concedida por una Mesa en la que, aunque ostentan la presidencia, no tienen la mayoría que sí tienen ERC y el PSC.

El viernes hubo las primeras reacciones por parte tanto del saliente Govern catalán como por parte de los Mossos. Joan Ignasi Elena, conseller de Interior en funciones del Govern ha destacado que no esperaban este comportamiento tan impropio de quien había sido la máxima autoridad de Catalunya. Ha lamentado también que Junts ‘urdiera un plan’ para dinamitar y deslegitimar el pleno de investidura, ya que lo entiende como un ataque al Govern en funciones. Pere Ferrer, director general de la Policía, calificó el jueves como “un día durísimo e inmerecido” y Sallent recordó que los únicos responsables no eran los Mossos, refiriéndose especialmente a las autoridades políticas que le acompañaban.

Sallent también aseguró, refiriéndose a autoridades políticas como Jordi Turull que tuvieron la voluntad de dificultar la idoneidad de la intervención de los Mossos, los cuales habían previsto arrestar a Puigdemont en las inmediaciones del parque de la Ciutadella.

 

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