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APUNTES SOBRE LO QUE PASA
EN VENEZUELAa
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, habla
durante una rueda de prensa, en el Palacio de Miraflores en Caracas (Venezuela).
Imagen de archivo. EFE/ Ronald Peña R.
1. ¿Te acuerdas cuando te contaron lo de
las armas de destrucción masiva en Irak? ¿Y cuándo te dijeron que Gadafi iba a
pasar a cuchillo a toda una población, lo que justificó que pudiera bombardear
la OTAN? ¿Recuerdas cuando te dijeron que Lula era un ladrón y que por ese lo
metían en la cárcel? ¿Recuerdas las decenas de acusaciones contra Podemos
en España? ¿Te acuerdas cuando Aznar dijo que los atentados de Atocha eran cosa
de ETA? Sabes hoy que todo eso era mentira. ¿Y no será que te están mintiendo
ahora sobre Venezuela?
2. EEUU y Europa están perdiendo la batalla geopolítica y económica con el crecimiento y articulación de los BRICS, esa organización crecientemente poderosa de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudí y otros países (adonde ha sido invitada Argentina, que ha renunciado, y Venezuela, que ha aceptado). La respuesta del imperio decadente, como bestia herida, es violenta: y ahí tenemos el auge de la extrema derecha, el acoso y sanciones a países desobedientes o, directamente, la guerra. No son buenos tiempos para la democracia. La derecha está renunciando al liberalismo. Basta ver el lawfare convertido en un lugar cotidiano. Y por eso el auge del fascismo en Europa, la guerra en Ucrania (que se podía haber parado hace dos años), el genocidio en Gaza, las guerras olvidadas en África, Milei, Bolsonaro, Bukele y, por supuesto, el ataque a Venezuela de la supuesta comunidad internacional.
3. ¿Por qué Venezuela es un asunto en
tantos países de política interior y no de política exterior? La izquierda se
ha dejado acorralar con Venezuela. El papel militar en la revolución chavista,
la condición caribeña y la base eminentemente popular y plebeya molesta a una
izquierda que no siempre se quita el racismo y el clasismo. Pero es que,
además, Venezuela ha sido construida como el artefacto maldito al que execrar.
Cada vez que las izquierdas defienden en sus países la sanidad pública, la
educación pública, las empresas públicas, medicinas baratas, el pago de
impuestos por parte de los ricos o la soberanía nacional, le gritan
¡Bolivariano! Y se asustan. Hasta Trump acusó a Biden de bolivariano. La
derecha global necesita arrodillar a Venezuela para lanzar una advertencia a la
izquierda del mundo: si no obedecéis, os quebramos. Igual que la iglesia
construyó el mito del diablo para que la gente obedeciera, hoy se ha construido
el mito de Venezuela para que la izquierda asuma el marco del hijo de Vargas
Llosa, que diferenciaba entre izquierda vegetariana e izquierda carnívora. La
vegetariana, esto es, la amable, adelante; a la carnívora, plomo. Por
cierto, conozco a muchos vegetarianos que, ellos y ellas solas, luchan como
todo un ejército.
4. El tema de las actas en Venezuela es
todo un guion para construir una mentira. Eso sí, bien construida. En primer
lugar, sabotearon el sistema informático del Consejo Nacional Electoral con un hackeo
para intentar que no hubiera resultado oficial. Así, la oposición podía
presentar sus "actas" y decir que ese era el resultado oficial. Claro
que esas actas podías ser falsas -hoy ya se ha demostrado que muchas de las que
ha presentado la oposición son burdas falsificaciones- y las que no, eran de
zonas donde realmente ganó la oposición. Muy burdo. Con los datos de la
Moraleja o del Barrio Salamanca no puedes proyectar el resultado de la derecha
en España. En un negocio, no haces transacciones con los que son mala paga. ¿Y
no es ésta la misma oposición que nombró Presidente a Guaidó sin siquiera
actas? A Guaidó no le pidieron votos y les bastó que se autonombrara en una
plaza.
5. No es verdad que Maria Corina Machado
tuviera, como dijo al comienzo, el 40% de las actas (aunque cada portavoz daba
una cifra). Tuvieron siempre el 100%, porque a todos los testigos de mesa se
les entregó una copia en cada una de las 30.026 mesas. Hay que entender algo
previo. ¿A qué llamamos "actas"? Hay que entender el sistema
electoral venezolano, que lleva funcionando más de 20 años y ha cubierto 32
elecciones. En muchos países tenemos urnas físicas donde se deposita el
voto. Al final de la jornada se cuentan las papeletas y se hace un acta, que
firman los miembros de la mesa. En Venezuela no es así, porque en la IV
República el fraude era constante. Hay un dicho en Venezuela que dice
"acta Mata voto", es decir, el acta que falsificaban los dos
principales partidos, mataba el voto real que tenía la izquierda (algo que
siempre ha sido norma también en el México del PRI y el PAN). Por eso,
hicieron un sistema electrónico impenetrable donde entrar dentro del sistema
solo se puede lograr con claves electrónicas donde todos los partidos tienen un
pedazo de esas claves. Como en la activación de la bomba nuclear, o están todas
las llaves o no se abre. Las urnas de nuestros países son sus máquinas:
ahí está la verdad del resultado. En Venezuela, el "acta" es lo que
sale de las máquinas y que garantiza el CNE, no lo que digan unos papeles que
alguien puede haber hecho con photoshop. Donde nosotros tenemos el acta
que se hace al final de la jornada electoral después de contar las papeletas,
ellos tienen el resultado que dicta la máquina. Máquina que se ha verificado
antes, durante y después de las elecciones y que todos los partidos han
validado. Escúchese: ningún partido dijo antes de las elecciones que las
máquinas no valían. Porque saben que son absolutamente fiables. De hecho, hay
muchos gobernadores y alcaldes de la oposición en Venezuela electos por ese
sistema y nombrados por el Consejo Nacional Electoral. Al votarse
electrónicamente, la máquina emite un resguardo con la información de la mesa y
de la opción elegida por el votante. Ese resguardo lo recoge quien ha emitido
el voto y lo deposita delante de la mesa electoral en una caja. Al finalizar la
jornada, la máquina hace el acta, que es la que vale, la que todos los partidos
han aceptado y que ha sido auditada por todos los partidos (de lo contrario, no
participarían). Ese acta que sale de la máquina la firman todos los miembros de
la mesa y los testigos. Es como un ticket largo con todos los
resultados, la información de la mesa y las marcas electrónicas que no se
pueden inventar previamente. Todos los miembros de la mesa y los testigos
reciben su copia y firman la que se va a mandar en un sobre al CNE. Por si
fuera poco, aleatoriamente se abren las cajas del 55% de las mesas, se cuentan
los papeles (que no son los votos, recordemos que los votos que se dan por
válidos en el país son los que dicta la máquina) y se hace otra acta que, una
vez más, firman todos los miembros de la mesa y se mete en el mismo sobre. En
el que se añade una tercera acta con las incidencias que puede haber habido en
la votación. ¿Qué significa todo esto? Pues que todos los partidos no tienen el
40% de las actas, como mintió María Corina Machado: tienen el 100%, tanto la de
los votos de las máquinas como las del 55% del recuento de los resguardos. La
oposición ha hecho trampa además porque ha enseñado actas que cuando no están
falsificadas, son solo de los sitios donde han ganado. ¿Y los sitios donde no
han ganado? Sería el sueño de todos los partidos: que solo se contabilizaran
los votos donde ganan. Pero no sería una democracia.
6. Creo que ha hecho bien el PSUV y los
partidos del Gran Polo Patriótico en no adelantarse a sacar sus actas. ¿Por
qué? Porque entonces empezaría una guerra de actas entre los partidos. Y si la
oposición ha falsificado las suyas -y recordemos que hoy ya se sabe que es así-
empezaría una rifirrafe que ocultaría que el único que verifica la verdad de
las elecciones son las actas -el resultado de las 30.000 máquinas- que diga el
CNE. Porque el intento de sabotaje del sistema electoral del CNE buscaba que no
hubiera datos oficiales y que la oposición dijera: nosotros sí tenemos datos.
Aquí están las actas. Y proclamarían a Edmundo González igual que proclamaron a
Juan Guaidó. El chavismo ha salvaguardado la institucionalidad, mientras que la
oposición, una vez más, ha buscado derribarla.
7. El artículo 155 de la Ley de procesos
electorales da un máximo de 30 días al CNE para que haga públicos los
resultados de todas las mesas. Siempre lo han hecho, y aunque han tenido
retrasos por el hackeo, lo harán (lo manda la ley). Es deseable que lo
hagan pronto. Entonces tendremos que, por ejemplo en una mesa X en Petare,
están los resultados que publica el CNE y las actas que tiene Maria Corina
Machado, las que tiene el PSUV y el Polo Patriótico, las de todos los demás partidos
de la oposición más las que tienen los miembros de la mesa. Y esas actas tienen
que decir todas lo mismo, tener la misma firma electrónica, el mismo número de
votantes en la mesa, las firmas de lo miembros han de ser idénticas. Entonces
se verá sin duda que lo que ha dicho el CNE es cierto. El viernes, a petición
del TSJ, Edmundo González tuvo la ocasión de presentar las firmas que tienen en
su poder. No lo han hecho. Yo personalmente he verificado que en una de las
mesas, la página de Machado donde dicen que tienen las actas, ha hecho votar a
una persona muerta, hermana de un conocido. El viernes, el responsable del
comando de campaña, Jorge Rodríguez, demostró las numerosísimas irregularidades
de las actas presentadas por la oposición.
8. El comunicado de López Obrador, Lula
y Petro, esto es, de México, Brasil y Colombia es sensato: que se sigan, como
en todos los países, los cauces legales y se respete la institucionalidad (lo
que es un fuerte regaño a la oposición), que se publique lo antes posible
-sabotajes salvados mediante- todos los resultados mesa a mesa y voto a voto, y
que se intente un diálogo con Edmundo González, el candidato, y no con la
inhabilitada María Corina Machado. La petición de la publicación del resultado
mesa a mesa, que intuitivamente es lo que mucha gente pide -muchos no lo han
pedido nunca ni siquiera en sus propios países, sospechosos de fraude- es lo
que ha hecho siempre el CNE y lo hará. Igual que, según el cronograma, harán
esta semana las auditorías ciudadanas, donde lo más importante es verificar con
los técnicos de los partidos, que todo está en orden en las máquinas. En la
última fase, se abren el 51% de las cajas para ver si los resguardos contenidos
en las cajas coinciden con lo que dice el voto de las máquinas. ¿Y
qué hace la oposición golpista? No va a la auditoría cuando pierden para
decir que ha habido fraude.
9. Por último, como Edmundo González
-que, insisto, no es toda la oposición, aunque sí la más importante- ha
desconocido el resultado, el Presidente Nicolás Maduro ha presentado un
contencioso-administrativo ante la autoridad competente, el Tribunal Supremo de
Justicia, cuya sala electoral ha dictado una cosa muy sencilla: pedir las actas
que tiene la oposición, pedir las actas que tiene el gobierno, pedir el
resultado al CNE y cotejar, además de informar sobre el supuesto hackeo
que ha sufrido el CNE. Hoy sabemos que Edmundo González no se presentó y no ha
entregado las actas que decían tener (lo que supongo que también es un delito).
Si las presentaran y lo que dicen es cierto -esto es, sus "actas"
coinciden con los datos de las máquinas, es decir, se corresponde con lo que
han votado los venezolanos-, se debiera proclamar a Edmundo González presidente
de Venezuela. Pero si las presentan y son falsas, estarán cometiendo un delito
electoral, sumado al delito de pagar a gente para intentar que la noche de las
elecciones hubieran 100 o 200 muertos en Venezuela. Porque esa era la segunda
parte del plan: que el CNE no pudiera presentar datos, presentar como oficiales
los de la oposición, y generar una situación de caos con muchos muertos. La
inteligencia de Maduro fue decirle al ejército, a la policía y al chavismo que
salvaguardaran bienes y personas pero que no reprimieran, que aunque estuvieran
golpeando y matando a gente, quemando escuelas, hospitales, autobuses, no
respondieran violentamente. Porque lo que necesitaba la oposición era que,
además de que no funcionara el CNE, que hubiera muertos en las calles. En las
dos ha fallado.
10. Le queda a la oposición los medios
de comunicación internacionales, las deudas geopolíticas de muchos países y la
ingenuidad de algunos que les creen. También la maldad de los que quieren
desconocer el resultado. La OEA es la que validó el golpe en Bolivia contra Evo
Morales, y el Centro Cárter, sin Jimmie Carter, ha perdido toda su credibilidad
(bien valdría que observara las elecciones en EEUU). Los principales países de
la UE han hecho, sorprendentemente, un comunicado muy somero pidiendo la
publicación de los resultados y el respeto a las libertades civiles.
11. La conclusión es que la derecha
global quiere ruido y le da igual un baño de sangre, anular la democracia o
invadir un país. Y lo digo como europeo que tiene, después de 30 años, otra vez
una guerra en Europa, que está viendo a los jueces comportarse como los jueces
del fascismo y que ve una creciente violencia alentada por los políticos de la
extrema derecha.
12. La derecha venezolana tiene que
mandar al basurero de la historia a los que siempre buscan ganar con trampas y
violencia. María Corina Machado está inhabilitada y su oportunidad solo puede
emerger de una guerra civil. Que es lo que siempre busca. La oposición tiene
5.326.104 votos (frente a 6.408.444 de Nicolás Maduro). Ya va siendo hora de
que busque otros cauces. Votos tiene. Falta una nueva generación de políticos
de derecha en Venezuela.
13. Brasil, Colombia, México van a
ponerse del lado de los BRICS y van a reconocer el resultado que establezca el
CNE. Y van a poder hacerlo con comodidad porque se publicarán los resultados
mesa a mesa y se harán todas las auditorías correspondientes, además de que el
Tribunal Supremo de Justicia emitirá su sentencia. A EEUU, aunque tengan
elecciones en noviembre, se le va a hacer difícil sostener como presidente a
Edmundo González sin pruebas y contra una parte enorme de la comunidad
internacional. Que nadie se engañe: EEUU se está quedando solo, como en
Naciones Unidas defendiendo a Israel. Si con Guaidó no pudo, con González
menos. La Unión Europea ¿seguirá al rebufo de los EEUU, perdiendo importancia
internacional? En España, si somos inteligentes, nos pondremos del lado de
México, Colombia, Brasil y demás e intentaremos enmendar los enormes errores de
haber reconocido a Guaidó y haber impuesto injustas sanciones a Venezuela (las
que EEUU no ha dejado poner al genocida Israel). El comunicado conjunto este
sábado de España con Alemania, Francia, Italia, Portugal, Países Bajos y
Polonia puede ir en una buena nueva dirección.
14. Y déjenme darle un consejo a todos
los demócratas del mundo: lo que pretenden hacer en Venezuela, si les sale
bien, es lo que van a hacer en todos los países del continente (es la enseñanza
de Aimé Cesaire sobre lo que hicieron los alemanes en Namibia y terminaron
haciendo en suelo alemán y con alemanes). Por eso la extrema derecha apoya a
Netanyahu y a María Corina Machado: quieren hacer lo mismo en nuestros países.
Así que, por interés propio, no crean las mentiras de estos mentirosos
profesionales que solo buscan confundirnos. Nuestra condición de demócratas se
mide en los momentos de desafío. Y hoy estamos viviendo uno de esos momentos.
No dejemos que nos derroten
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