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lunes, 8 de julio de 2024

SILVINA OCAMPO Y ADOLFO BIOY CASARES EN 1942 EN MAR DEL PLATA

SILVINA OCAMPO Y ADOLFO BIOY CASARES EN 

1942 EN MAR DEL PLATA

EDUARDO SANGUINETTI

Esta pareja inolvidable de talentosos y maravillosos seres se conocieron en 1932... Tras un largo concubinato vivido en Rincón Viejo, la estancia de los Bioy en Pardo, Partido de Las Flores, contrajeron matrimonio Silvina Ocampo con Adolfo Bioy Casares, el 15 de enero de 1940. Silvina y Adolfo escribieron y editaron su única obra en colaboración: Los que aman, odian, una novela policial de marcado éxito ambientada en una zona cercana a Quequén. En ella cuentan las peripecias del Doctor Humberto Huberman, un médico homeópata que decide pasar unas vacaciones en el Hotel Bosque de Mar sin sospechar que se internará en un laberinto de amor, muerte y venganzas...

 Me unía un enorme amor a ellos dos, por su estilo de vida, libres, sin ataduras, con estilo inigualable, en armonía, incluso jamás ignorando que lo esencial no sería nunca expresado... Adolfito, mi padrino, me ha honrado con la escritura de un prólogo "Identikit"a mi libro Big Relato, donde prosa versificada y poesía se asimilan en una aventura milagrosa, editado en 2007. Mis recuerdos de comer con ambos en su departamento de la calle Posadas, y los diálogos con invitados, contados, que acudían a ese espacio, donde no eran necesarias las disculpas, reinventándonos permanentemente, sin dejar de ser nosotros mismos... Borges fue un habitué del hogar de Bioy y Silvina, cuándo aún vivía con su madre en la calle Maipú. Kodama es un capítulo aparte en la vida de Jorge Luis... Con Adolfito compartimos el amor al cine y sus películas eternas, era una adicción saludable y enriquecedora... Recuerdo, que terminadas las funciones,asimilados a una ceremonia visible, cual rutina nos encaminamos a la pizzería Güerrin, espacio, donde parados en la barra, saboreamos unas porciones de muzzarella con fainá... Y el amor a Mar del Plata, era una razón más para lograr una amistad más allá de años y espacios... Silvina Ocampo dejó de existir en Buenos Aires, el 14 de diciembre de 1993, a los 90 años, por suerte no vio morir a su hija Marta, que falleció en un accidente el 4 de enero de 1994, ni a Bioy, que cerró los ojos el 8 de marzo de 1999... Se los extraña.

 

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