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viernes, 26 de julio de 2024

MANTENIENDO IMPERIO. LAS GUERRAS SUCIAS DE CADA DÍA…


MANTENIENDO IMPERIO. LAS GUERRAS 

SUCIAS DE CADA DÍA…

POR NORA FERNÁNDEZ

El sábado 13 de julio un hombre joven atenta contra la vida de Donald Trump en Butler, Pennsylvania. El asesino, asesinado, se suma a un muerto y dos heridos del público. Trump sangra de su oreja derecha, levanta el puño enojado y obviamente en shock. Es el mismo Trump que siendo presidente manda a asesinar al general iraní Qasem Soleimani el 2020 en Bagdad. Hoy Trump atacado parece no comprender, como algo así puede pasar en su país.

Cristina Fernández la ex presidenta argentina le envía condolencias por la media social, ella entiende. A ella también trataron de matarla en septiembre del 2022 cuando frente a su casa saludaba a una multitud allí en su apoyo. Un hombre joven le apunta con un revolver y gatilla. Alguien graba esto. La grabación muestra el perfil del hombre armado y el arma, tan cerca que se escucha el clic del gatillo del revolver que apunta directamente a la cara de Cristina Fernández, pero se traba, la bala no sale. Cristina sufre un vahído y gente la ayuda a levantarse mientras otros detienen a quien intentó asesinarla. Luego en visita a su médico ella explica que no recuerda nada.

Las posiciones políticas de Cristina Fernández y Donald Trump son diferentes, aunque han recorrido similares caminos por los tribunales defendiéndose de acusaciones falsas. Y aunque han enfrentado similar clima de falta de respeto y odio. Cristina no mando a asesinar a nadie, simplemente ayudo a que se enjuiciara a militares responsables y participes en la operación Cóndor por sus crímenes de lesa humanidad. En Latinoamérica conocemos de cerca ese odio que amedrenta. El intento de asesinar a un presidente o candidato a presidente es siempre serio, apunta a una pendiente mundial que desciende al fascismo.

La guerra contra la Subversión

En febrero de 1974 Buenos Aires tiene el Primer Seminario de Policía sobre lucha antisubversiva en el Cono Sur; pero la operación Cóndor no se institucionaliza hasta la Primera Reunión Interamericana de Inteligencia Nacional en Santiago de Chile con la firma de los países representados allí, en noviembre de 1975. En sus fundamentos la agenda argumenta que la subversión con concepciones políticas y económicas contrarias a la historia, filosofía, religión y costumbres del Cono Sur, cuenta con mandos intercontinentales (la Tricontinental en La Habana o la Junta Coordinadora Revolucionaria para el Sur). Los servicios de inteligencia locales tienen que unirse y coordinar la guerra contra la subversión. (1, p 92-96, 318, 6)

Subvertir es alterar, socavar, echar por tierra un orden establecido. Para los militares los subversivos tienen un plan continental. A partir del triunfo de la Revolución Cubana en 1959 el “orden” se siente vulnerable y las fuerzas que lo sustentan argumentan que enfrentan una “guerra interna,” que necesitan mandos centralizados. Y secretos. Hay aparente inocencia en el lenguaje como si se tratara de crear un sistema de intercambio de información, el plan es otro. El terrorismo de estado se establece y transciende fronteras, libre de restricciones y fiscalización, interroga golpeando, torturando y violando. Se apropia de bienes y de niños capturados con sus familias prisioneras. Ser secreto lo protege, le permite trasladar prisioneros ilegalmente de uno a otro país para ocultarlos, matarlos y desaparecerlos. (1, p 92-96, 318, 6)

El juez español Baltasar Garzón describe Cóndor como “una de las mayores villanías de la historia de Latinoamérica,” desaparición y asesinato transnacional organizado desde el terror. Latinoamérica ha sufrido muchas villanías, Cóndor es una más, no poca cosa. Pero la contrainsurgencia se apoya en la Doctrina de Seguridad Nacional de la guerra fría, usa tácticas brutales contra la población y florece como respuesta del imperio a la insurgencia. (1, prologo XV-XXXII)

Mao describe la táctica insurgente, sumergirse como pez en el agua que es la población. La contrainsurgencia trata de aislar al pez insurgente o rebelde cercándolo tras un anillo de contención; para lograrlo usa extrema violencia, aterroriza la población levantando al máximo el precio de ser insurgente y de ayudarlo o protegerlo. Tras la caída forzada del gobierno de Jacobo Arbenz (1951-54), Guatemala se vuelve laboratorio de la CIA en terrorismo dejando un saldo de 200.000 muertos y desaparecidos, son las primeras desapariciones masivas de Latinoamérica. Sus directos responsables son el embajador Robert Hill y el coronel Máximo Zepeda, ambos en España al tiempo que José López Rega es secretario de Juan Domingo Perón. López Rega consulta con Zepeda cual sería el costo de una operación similar en Argentina, Zepeda lo estima en unos 10.000 muertos. Nixon designa a Hill embajador de EEUU en Argentina. Se crea la Alianza Anticomunista Argentina, directamente vinculada con la CIA, ocurren 20 secuestros, 22 atentados, 60 asesinatos -en total se ejecuta a más de 2000 personas. El jefe de la AAA, Aníbal Gordon, nazi declarado, queda a cargo de Automotores Orletti donde Cóndor tortura y mata. (1, Ch 2 p 50-52)

Para los militares anticomunistas que implementan Cóndor, la guerra fría es una guerra anticomunista. El odio y la ideología fascista los guía. Protegidos y ayudados por Estados Unidos, incluido Henry Kissinger, actúan con impunidad. Ni Kissinger ni los presidentes responsables con Kissinger rendirán cuentas jamás ante la Justicia. La impunidad de Cóndor resulta de la corrupción explica Garzón, los militares involucrados son asesinos y ladrones, pero también extorsionadores. Augusto Pinochet y su familia tenían 27 millones de dólares depositados en el banco Riggs, que sufrió una fuerte sanción -de unos 16 millones de dólares, y tiene que llegar a un acuerdo con las víctimas y, con la autorización del juzgado, destinar 9 millones de dólares al pago de indemnizaciones por las víctimas. (1, Prologo XV-XXXII; 5)

El secreto finalmente emerge…

Rodolfo Walsh, denuncia las desapariciones en carta abierta el 25 de marzo de 1977. Ese día es secuestrado en Buenos Aires a horas de que su carta circulara clandestina en toda Argentina y partes del mundo. No hay sutilezas. Un comando naval lo arrastra a golpes al ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) y lo desaparece. En 1979 otro periodista, Jack Anderson, denuncia la operación en conexión con el asesinato del chileno Orlando Letelier en Washington, en 1976, cuenta con información de Robert Scherrer (FBI). (1, Introducción XXXIII-XLII)

En Cóndor participan la Contra cubana de Miami, los servicios secretos de Francia -ex militares de la guerra de Francia en Argelia, y los ejércitos secretos de la OTAN que incluyen terroristas que llevan a cabo la operación Gladio en Italia (todavía impune). Al amparo de la Doctrina de Seguridad Nacional, las dictaduras viejas de Brasil (1964-85) y Paraguay (1954-89) son base para sembrar golpes de estados en Bolivia (1971), Uruguay (1973), Chile (1973) y Argentina (1976). Antes de Cóndor hay ensayos: el asesinato del general chileno Carlos Prats y de su esposa Sofia en Buenos Aires a principios de 1975, o el asesinato del coronel uruguayo Ramón Trabal en París, por saber demasiado, o el atentado a Bernardo Leighton y su esposa Ana en Roma, que sobreviven discapacitados. Cóndor se extiende: atenta contra la vida de Andrés Pascal Allende en Costa Rica (1976) y de Carlos Altamirano en Francia (1975) y Alemania (1976). (1, Introducción XXXIII-XLII)

Operación Condor 40 años después (2015), es publicado por el Centro Internacional para la promoción de los Derechos Humanos (CIPDH), bajo el auspicio de UNESCO y la coordinación de Stella Calloni. Es gracias a la política de derechos humanos que los ex presidentes de Argentina, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, establecen a partir del 2003 que es posible investigar algunos de los crímenes de las juntas militares latinoamericanas involucradas en Cóndor y llevar a juicio a algunos de los criminales. Pero el camino enfrenta trabas reales y obstáculos añadidos de todo tipo. (1, Prologo XV-XXXII)

En el prefacio, Julio Alak nota que Cóndor, formado para coordinar la represión en la región y otros continentes, es una organización clandestina internacional practicando terrorismo de Estado y un paso delante de la persecución política coordinada entre países que existía. Su institucionalización, arma brutal, no reconoce la soberanía de los estados, el estatuto de los exiliados políticos e incluye elementos normalmente no fáciles de implementar (seguimiento, vigilancia, detención, tortura y abuso físico, psicológico, sexual, robo de niños y traslados, desaparición y muerte de prisioneros). (1, Prologo, XIII-XIV)

Coordinada por la CIA y las dictaduras militares, la operación se extiende geográficamente llegando al norte, incluye a México y dirige acciones más allá del Atlántico -en España, Italia, Francia. Pero también se extiende en el tiempo. Garzón acentúa su papel en nuestros días: “el ejemplo nefasto de la Escuela de las Américas en Panamá, desarrollado en el Cono Sur, con reiteradas masacres en el mar de la impunidad, se reproduce hoy día, sin el mínimo pudor, en todo el mundo y con diferentes actores (al menos, en parte) pero responde a un mismo esquema de violación y anulación de los límites del Estado de derecho.” (1, Prologo XV-XXXII)

La publicación de la UNESCO incluye un listado de 377 víctimas con datos que permiten crear “infografías de las víctimas,” trabajo incompleto que la CIPDH completa aún con informes oficiales de los países del Cono Sur (CONADEP, Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación) y juicios celebrados o que se celebran en el Cono Sur y en Europa. (1, Anexo 2 Listado de Victimas, p 260-292)

Descubrimiento de los Archivos del Terror, 1992.

Existían dudas con respecto a Cóndor, por ser secreto y negado pero la verdad de Cóndor se prueba y documenta con el descubrimiento de sus archivos en Paraguay. En los archivos aparece incluso su acta fundacional de 1975. Acta en la que las dictaduras del Cono Sur y el gobierno de Isabel Martínez de Perón en Argentina institucionalizan operaciones bilaterales que se daban desde 1974 y crecían por ensayos de la dictadura chilena de Pinochet. El esquema de Cóndor funciona íntegro en marzo de 1976 con la llegada de los dictadores militares al poder en Argentina. Brasil juega un papel desde 1964 cuando impone una dictadura de la Seguridad Nacional que convierte su cancillería y comandos militares en los más importantes receptores de datos e informaciones de inteligencia de la región, dato que Philip Agee, agente de la CIA, explica el 2006. (1, Anexos 8 y 9 p310, 318)

Martin Almada descubre los archivos en una comisaría de Asunción en 1992 buscando información sobre su detención. Los encuentra gracias a datos proporcionados por una mujer que pide ser anónima. Son tres toneladas de documentos, prueba innegable de los crímenes perpetrados en los años 70 y 80 por seis dictaduras del Sur de Latinoamérica. Almada, maestro y director de un centro de enseñanza primaria en el pueblo de San Lorenzo, Paraguay, vivía sencillamente hasta que gracias a una beca de la Universidad de La Plata estudia en Buenos Aires, donde defiende su tesis: la educación en Paraguay beneficia solo a la clase dominante y esta al servicio del subdesarrollo y la dependencia. Sin proponérselo llama la atención de los servicios represivos paraguayos y a su vuelta al país en noviembre de 1974 lo detienen, lo acusan de terrorismo intelectual. Sometido a bárbaras torturas que su esposa Celestina es forzada a escuchar por días, los torturadores deciden al décimo día llamar a Celestina a medianoche y decirle que Almada ha muerto, que tiene que retirar el cadáver. La noticia le causa un infarto y fallece en diciembre de 1974. (2)

Almada sigue prisionero, recorre varios centros de detención por más de tres años, hasta que es trasladado al campo de concentración de Emboscada cerca de Asunción por enseñar a leer a sus compañeros de prisión. Agotado hace huelga de hambre y dura un mes porque el Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencia (CIPAE) y Amnistía Internacional logran su libertad condicional en septiembre de 1977. Lo detienen de nuevo en noviembre en la Dirección Nacional de Asuntos Técnicos del Ministerio del Interior, una escuela de asesinos que en Paraguay funciona entre 1956 y 1992. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) logra su asilo político en Panamá y en noviembre de 1978 el gobierno panameño lo apoya al cargo de consultor en educación para América Latina en la UNESCO en París. Se integra al personal de Educación de la UNESCO hasta 1992. Otros latinoamericanos son acogidos por la UNESCO como él, Julio Cortázar, Juan Gelman, Fernando Laredo y otros. (2)

En Paris por 15 años Almada dedica sus fines de semana a investigar a Cóndor. El sacerdote francés Charles Antoine, director de la revista DIAL, le apoya con su centro de documentación. La dictadura militar del Paraguay cae en febrero de 1989 y en diciembre del 92 Almada vuelve en busca de los Archivos. Pide al juez penal José Agustín Fernández obtener sus antecedentes que la policía niega que existan. Pide entonces un registro judicial del Archivo Central de Policía y la prensa lo apoya. Una mujer lo llama, le dice que sus papeles están en una comisaría de policía de las afueras de Asunción y le entrega un plano del lugar exacto del archivo secreto. El 22 de diciembre Almada descubre con la justicia y la prensa nacional e internacional, tres toneladas de documentos. El primer hallazgo, en una habitación cerrada con candado, son montañas de carpetas, libros, casetes. El segundo, enterrado bajo un árbol, son paquetes de fichas de migraciones, documentos de identidad y dos carnets de Hitler y Bormann, evidencias de las conexiones nazis de Stroessner. La prensa los llama “Archivos del Terror” de la Operación Cóndor, más de 700.000 piezas documentales que por seguridad trasladan al edificio de los tribunales de justicia. (2)

El día siguiente visitan la comisaría 3ª y la Dirección Nacional de Asuntos Técnicos y encuentran cantidad de documentos. La gente no sale de su asombro, se hace noticia mundial. Deja de ser su causa, dice, es lo que el pueblo paraguayo ha vivido por 35 años. Solicita protección del juez y llama a reunión pública pidiendo participación de las víctimas en proteger los documentos. Se les une la senadora Lara Castro y el Prof. Luis Alberto Resck, el dirigente comunista Livio González Santander y el Dr. Dionisio Gauto: fundan la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Nunca Más al Terrorismo de Estado. Entre los documentos encontraron manuales, “Cómo mantener vivos a los torturados,” y télex sobre la cooperación del coronel Robert K. Thierry (1956 a 1959) y fichas y documentos sobre el tránsito y posterior desaparición de prisioneros/as de la Operación en Paraguay. (2)

Reclaman al presidente Clinton reparación para las víctimas, directamente en la Embajada de EEUU, y el embajador Glassman se indigna. Le insisten que haga llegar la carta a Clinton y periodistas nacionales e internacionales recogen la denuncia y el reclamo de la continua injerencia imperial en los países aliados en la Operación Cóndor. Los archivos están en el Palacio de los Tribunales con apoyo financiero obtenido por la Corte. El Poder Ejecutivo reconoce el valor de los documentos, rodeado de jefes militares y embajadores firma el decreto por la que el Estado acepta la competencia de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (1993). El archivo se vuelve Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los DDHH, depende de la Corte Suprema de Justicia. Funciona en el primer piso del Palacio de Tribunales junto al Museo de la Justicia, cuenta con un pequeño equipo técnico. Atiende solicitudes de habeas data, visitas de estudiantes, consultas de investigadores, periodistas, realiza difusión cultural y es parte de la Red de Archivos de DDHH del Mercosur. Organizaciones de defensa de los derechos humanos y el gobierno de Paraguay presentan a la UNESCO solicitud de que el archivo fuese inscripto en el Registro “Memoria del Mundo,” que se logra el 2009. El Archivo hace posibles juicios con sentencias en muchos países. El caso de Almada avanzó con testimonios y pedido de extradición para Alfredo Stroessner y Sabino Montanaro, pero ambos mueren impunes. Almada fallece este año 2024, el 31 de marzo a los 87 años. Nacido en Puerto Sartre, Alto Paraguay en enero de 1937, recibe el Nobel alternativo el 2002 y muchas otras comendaciones. En honor a su primera esposa crea la Fundación Celestina Pérez de Almada el 2006. María Stella Cáceres, su segunda esposa, dirige el Museo de las Memorias. (2, 3)

­­­­Uruguay: Cóndor

En Uruguay funcionaron 35 centros del Cóndor, espacios como el 300 Carlos (el infierno grande), varias bases aéreas (Boiso-Lanza, San Bernardina, Carrasco, Valparaíso), batallones de infantería militar (el Florida frente a plaza Ituzaingó, el cuartel de Minas, La Paloma, Rocha, Colonia, Salto), la Cárcel Central en San José y Yi (Montevideo), la DNII -Departamento Nacional de Información e Inteligencia, los penales de Libertad y de Punta Rieles, el FUSNA (fusileros navales,  Montevideo), el Hospital Militar, el SID en Parque Batlle, la Fortaleza de Santa Teresa, el Centro General de Instrucción para oficiales de Reserva (CALEN), la seccional número 9, los regimientos de caballería 4 y 9, las Casonas de Millán y Punta Gorda y el Castillito de Carrasco, La Tablada y el PNN en Montevideo. La mayoría de las víctimas de Cóndor fueron uruguayos. (4, 7)

Los agentes estatales encargados de la vigilancia y represión en Uruguay, recopilan información sobre la vida privada de militantes y sus familias para asegurar su vigilancia y captura y su destrucción psicológica. Para ellos destruir al individuo es destruir la organización. Mucha información se obtiene bajo amenazas y tortura, en condiciones inhumanas, alentando la delación y la traición. Una concepción política común en los militantes de entonces tiende a no valorar debidamente aspectos relativos a lo individual pues se favorecen visiones colectivistas, que se prueba en la práctica no funcionar en su favor. (7)

El caso de Elena Quinteros de Diaz, maestra de 31 años, detenida por Cóndor que escapa y logra llegar a la embajada de Venezuela en la mañana del 28 de junio de 1976 es ilustrativo. Estando Elena en el jardín de la embajada y golpeando a la puerta pidiendo ayuda y protección a gritos, un grupo de hombres de civil la saca violentamente y se la lleva en un auto. En el forcejeo el consejero de la embajada, Frank Becerra, resulta lesionado pues trata de ayudar a la mujer a escapar y protegerse en el edificio de la embajada. El embajador venezolano Julio Ramos, denuncia la violación de la sede a las autoridades pertinentes y exige la devolución de la mujer. El comisario de la División de Información e Inteligencia miente, dice desconocer el operativo. Para el 6 de julio el ministro de Relaciones Exteriores y miembro del Consejo de Seguridad Nacional, Juan Carlos Blanco, emite un comunicado acusando al embajador venezolano en esencia de mentir y declarándolo persona non-grata. El 6 de julio de 1976 Venezuela, que había decidido romper relaciones diplomáticas con Uruguay, hace pública su decisión. Blanco sabía que la detención de Elena Quinteros era obra de funcionarios de los servicios de seguridad oficiales. Elena Quinteros, torturada antes y después de su intento de fuga, es ejecutada a principios de noviembre de 1976 en el Batallón número 13 localizado en el barrio Peñarol, en Montevideo. (8)

Ayer…Hoy

Testigos de los crímenes que Israel implementa en Gaza contra la población, a plena luz del día, a la vista de todos, que ya no parece posible detener y parece estamos atados por Israel.  Sabiendo que Israel miente cuando dice que solo se defiende o que simplemente trata de terminar con Hamas. Miente como mintieron los militares del terror latinoamericano aterrorizando la población para eliminar al pez insurgente, terminando con su agua, que es el pueblo amparando la resistencia. Como los militares latinoamericanos contrainsurgentes, Israel se cree inmune por contar con la protección de los EEUU. Se argumenta si esto que vemos es o no es genocidio. Poco importan las diferencias legales cuando la población civil es asesinada, debilitada por la sed y el hambre, o sufre el terrible dolor de ver sufrir y morir sus hijos, hijas, sobreviviendo todos en un lugar muy parecido al infierno. Y el mundo, atado de pies y manos frente al crimen, comprueba que de poco sirven las Naciones Unidas, incapaces también. Incluso luego de pública la opinión legal de la Corte Internacional de Justicia (ICJ) que el 19 de julio declara la ocupación de Israel en Gaza, West Bank y Jerusalén del Este ilegales y que deben terminar inmediatamente. Tampoco sirve el naciente mundo multipolar, que no puede o no quiere, enfrentar el crimen de Israel contra los palestinos. La terrible realidad de las mazmorras ocultas de Cóndor, muy grave, palidece frente al aniquilamiento de civiles en Gaza. Cuando el pasado ya no sirve para aprender y evitar repetir errores y horrores, estamos condenados. Es un punto de no retorno, congelados frente al crimen. Así como Biden se congela frente a Trump durante el ridículo debate, lo que asusta a la población votante de EEUU que entiende su confusión como prueba evidente de su incapacidad. Así se congela el mundo frente a Gaza, demostrando su peculiar forma de demencia.

 

Notas y Referencias

 

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