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miércoles, 26 de junio de 2024

IDEOLOGÍA RACISTA INVENTA LA DOMINICANIDAD DE “PURA CEPA”


IDEOLOGÍA RACISTA INVENTA LA DOMINICANIDAD 

DE “PURA CEPA”

POR NARCISO ISA CONDE

Avanza el neofascismo en el mundo actual

Ser negro, o de cualquier otro color, no anula la única “cepa” que nos unifica mundialmente: todos somos humanidad y como decía Martí: ¡Patria es humanidad!!


El fantasma racista que, junto a los antiguos espíritus de la xenofobia, el chauvinismo, el machismo patriarcal, la homofobia y a toda suerte de discriminaciones cooptadas por el gran capital y lo peor de los actuales dominadores del mundo, para nutrir el neofascismo en boga… recorren el planeta a los compases de la decadencia de la civilización burguesa y del imperialismo occidental.

En Europa el neofascismo racista ha obtenido resonantes victorias.

En su recorrido por diversos puntos de Nuestra América, ese fantasma impresentable ha alcanzado importantes logros en los países proclives a dejarse influir por el colonialismo supremacista blanco remozado.

En días recientes, consumado el despliegue continuista-reeleccionista de la fórmula preferida en República Dominica por el Gobierno Profundo de EEUU, ese fantasma hizo escala en Santo Domingo para saludar la cruzada ultra conservadora patrocinada por el presidente Luis Abinader y comprometer su presencia al lado de Zelensky y junto a la OTAN, en el mamotreto de Lucerna.

Esa cruzada ha dado un salto de nociva calidad con la ingeniosa promoción de un spot televisivo que nos presenta ante el país y el mundo con una identidad nacional de “pura cepa”, con lo que se procura encubrir la realidad histórica y ocultar la verdad sobre la conformación de la identidad dominicana, ocultando sus raíces afrodescendientes.

Su lema principal reza así: ¡Dominicanos de pura cepa!… ¡pa que lo sepan!

  •  EL EXTERMINIO ABORIGEN Y EL ENTRELAZAMIENTO DE CEPAS.

  La población aborigen fue exterminada por sucesivos genocidios españoles. por una cruel esclavitud y varias enfermedades traídas desde Europa. ¡Exterminada hasta que no quedó ni uno solo de los habitantes originarios de esta isla, como aconteció en todo el Caribe Insular!

Desde entonces comenzaron a primar un conjunto de cepas, mezcladas o cruzadas: españolas con aborígenes, negras con españolas y aborígenes, blancas puras, negras puras y mestizos o “mulatos”.

Más tarde llegaron árabes, italianos, alemanes chinos, judíos, japoneses, boricuas, franceses, negros antillanos, rusos… y también se mezclaron.

Las cepas aborígenes, que fueron varias, solo registraron su ADN en un bajo porcentaje.

En fin, muchas cepas y muchos entrelazamientos de las mismas. Nada de una sola cepa caracterizada por su pureza. Más bien un arcoíris hermoso de seres humanos.

Una combinación de fenotipos diferentes arropada por una cultura colonialista que impuso la supremacía blanca de corte racista, en tanto negadora de la cepa negra y de toda la influencia cultural africana,

Somos africano/a-descendientes y la cultura racista se empeña en negarlo.

El blanqueado y auto-blanqueado artificial-imaginario de negros y mulatos se despliega sobre todo frente a la república negra de Haití; castigado cruelmente su pueblo insumiso por los imperios europeos y norteamericano. ¡No le perdonan su revolución anti-esclavista y su independencia en 1804![1]

El blanqueado mental ilusionista, inculcado a una parte de los pueblos integrados por diferentes tipos humanos entremezclados y combinados, Implica la alienación de creerse blanco sin serlo…porque en la cultura racista, el blanco es superior al negro, al aborigen y todo lo demás…

Es el producto de un racismo español reforzado por el racismo gringo como una de las ideologías de la discriminación.

De ahí viene la profusa y costosa promoción oficial, sellada y financiada por la presidencia de la república, con eso de “dominicanos de pura cepa”; plasmado en el referido spot cinematográfico, técnicamente muy bien concebido y artísticamente elaborado, que nos presenta como una identidad nacional cepa pura, que realmente nada tiene que ver con el ser dominicano.

Ese spot niega lo que somos, oculta el componente negro en nuestra identidad, tiene un fondo racista y se despliega de cara al conflicto dominico-haitiano; fabricado desde un racismo anti haitiano, con ayuda de los seudo-nacionalismos de ambas partes.

En él los símbolos patrios, bandera, escudo, próceres y heroínas, son manipulados en la lógica de esa falsa identidad dominicana de “pura cepa”; esto es, de una cepa despojada de la negritud, que es parte inseparable de lo que somos y fuente de un hermoso sincretismo cultural.

Ese spot está inspirado en las mismas ideas todas las expresiones folclóricas procedentes de la cultura negra africana; no pocos de ellos blancos de mente y corazón, y negros y marrones de piel.

A ese crimen cultural se ha prestado el presidente de la república, en el marco de su empecinada competencia ultra conservadora con la mal llamada oposición, en la que cada quien quiere mostrarse como el campeón de los odios contra Haití, en tanto república negra, especie de un pedazo de África en Nuestra América. Odios, en fin, pro colonialistas y profundamente racistas.

Esa promoción racista es un componente de un crimen cultural de alto costo y gran perversidad, intensamente asumido por la clase dominante-gobernante dominicana.

 Hay que decir que si existe en el subcontinente latino-caribeño. una sociedad que cuenta con una población mayoritaria de diversas cepas negras, con apariencia de ser una sola, culturalmente muy africana, con idioma propio, es la haitiana; aunque también parcialmente y limitadamente mezclada. Ni en ese caso es válido hablar de pureza.

En otros países del continente existen sociedades donde predominan los blancos y no precisamente de pura cepa, y los hay con mayoría aborigen, que no son de varias cepas.

Ser negro, o de cualquier otro color, no anula la única “cepa” que nos unifica mundialmente: todos somos humanidad y como decía Martí: ¡Patria es humanidad!

Todo eso se quiere desconocer desde la ignorancia y la torpeza superflua que genera un racismo supremamente blanco, inyectado a la clase gobernante-dominante dominicana por la cultura neocolonial de las potencias imperialistas blancas, que no cesan de despreciar a las poblaciones de sus dependencias neocoloniales con poblaciones de diversos colores y otras culturas.[2]

Es una vergüenza para nuestro país que las organizaciones que integran el sistema de partidos del régimen electoral (salvo pequeñas organizaciones progresistas o de izquierda) y muchas otras entidades, asuman apasionadamente la ideología racista anti-haitiana e impregnan la competencia política de esas nocivas ideas y de un falso ultranacionalismo empapado de xenofobia ; sin reparar en sus funestas consecuencias para la preservación de nuestra identidad como pueblo y la vital recuperación de la soberanía como nación frente a las potencias imperialistas.

Vale decirlo con fuerza: somos dominicanos/as de varias cepas y procede reivindicarse todas en sus justos valores, para que lo sepan.

  •  ROL RACISTA-CRIMINAL DE LA TIRANÍA TRUJILLISTA Y SUS HEREDEROS.

El fantasma del tirano Trujillo no ha salido del Palacio de Gobierno de la República Dominicano, salvo cuando fue echado efímeramente por iniciativa de Juan Bosch (1963) y por la Revolución Democrática y Popular de 1965.[3]

Trujillo era “mulato” [4] como sus hermanos Negro Trujillo, Petán Trujillo, Pipí Trujillo…Su madre, Julia Molina Chevalier, era descendiente de haitianos, por los Chevalier.

Pero Trujillo, “El Jefe”, el “Generalísimo”, se blanqueaba la cara con crema perlina y   se enrojecía las mejillas, no se sabe con qué.

Vestía elegantemente, en abierta competencia con los blanquitos y riquitos de la Capital.

El llamado Jefe se creía de “pura cepa”, sin serlo.

Claro, para que lo sepan, se creía de blanca cepa.

Como racista hispanófilo, negaba su origen y se preciaba de blanco de “primera clase”, siendo un “mulato presumido y “comparón” de varias cepas, tenido a menos por la “clase encopetada, aristocrática”.

Seleccionado por los gringos (intervención 1916-24) jefe militar, resultó un tirano muy cruel, de mentalidad conservadora-colonialista[3].

Aferrado a la supremacía blanca, odiaba a los negros/as, especialmente haitianos/as o de origen haitiano. Recordemos la matanza del 37 y aquel emplazamiento imperativo para identificarlos y matarlos: ¡“diga perejil”! , frase que los haitianos/as pronuncian mal.

Unos de sus empeños fue borrar el fenotipo negro/a de la cédula de identidad, para reforzar la idea de una dominicanidad ajena a nuestra valiosa afro descendencia.

Entonces, el tirano ordenó o dictó incluir en los datos de la cédula de identidad la posibilidad de declararse “indio/a” **, “indio claro” e “indio oscuro”, para desplazar progresivamente del documento oficial lo de negro o “mulato”; instruyendo de paso a los funcionarios de las oficialías civiles, persuadir a la gente de tez oscura a asumir una de las tres variantes del “indio”.

 A diferencia de los gobernantes racistas de países con poblaciones aborígenes, a Trujillo no le molestó atribuirle al dominicano o a la dominicana de “color”[4], la condición de “indio/a, puesto que todos los aborígenes habían pagado con la muerte sus culpas de ser “indios/as”, sin portar apellidos “claro” u “oscuro”.

Recordemos también que los conquistadores y colonizadores pretendieron llegar a la Indias Orientales y se toparon con lo que después bautizaron América y, antes, “Indias Occidentales”; conformándose con exterminar a todos los caribeños y matar 70 millones de “indios” suramericanos y centroamericanos, al verse impedido de exterminarlos totalmente por el heroísmo y la resistencia de los aztecas, mayas, incas, mapuches, quechuas, aimaras, chapini, misquitos, cunas y catrachos…

Trujillo mató 20 mil haitianos, como sub-producto de la influencia del nazi-fascismo y sobre todo del racismo imperial europeo, que desde el inicio de la colonización esclavizó a centenares de miles de negros/as traídos/as de África y los mató por montones, sin poderlo exterminar; y no por la Gracia del Dios del Vaticano, sino por la heroica resistencia de la negritud haitiana y latino-caribeña.

Trujillo fue además un depredador sexual poseído de un machismo aberrante.

En nuestro país sigue viva, cometiendo nuevos desafueros, la pretensión colonialista de prologar la supremacía blanca y su persistente despliegue de racismo, a nombre de la defensa de una falsa dominicanidad neo-anexionista, muy parecida a la de Pedro Santana y Buenaventura Báez.

Junto a ella el fundamentalismo religioso y la clase dominante gobernante retoma con nuevos bríos la ideología patriarcal machista, con fuerte influencia a lo largo de nuestra historia

La ideología racista fue potenciada por Trujillo y su heredero Balaguer[5]; mientras en este presente crítico para la dominación imperialista estadounidense, sus relevos en el sistema de partidos (PRM, PLD, PRSC, PRD, FP, FNP, PQD, BIS…), y en toda la órbita política corrompida, se abrazan al racismo anti haitiano con renovada pasión: contando con el valioso respaldo de la elite empresarial criolla y extranjera, y de su enorme poder mediático.

Abinader encabeza desde el estado dominicano esa cruzada, y entre sus maliciosos y sofisticados aportes a la cuantiosa siembra de una falsa dominicanidad, figura ese recurso publicitario de alta calidad profesional y demasiada perversidad encubierta: el spot “DOMINICANOS DE PURA CEPA”, ¡ pa que lo sepan!

Antes en el siglo pasado y lo que va de este siglo la lideraron los presidentes Trujillo, Balaguer, Leonel Fernández y Danilo Medina.

  • UNA SOLA HUMANIDAD DE MUCHOS COLORES Y COMBINACIONES DE TONALIDADES Y CULTURAS.

Para que se sepa bien, ahora le digo: de “pura cepa” no son ni los aborígenes, ni los esclavos negros, ni los conquistadores blancos, ni los gringos rubios.

Eso de ¨pura cepa” … es una pérfida y peligrosa invención “vagabundona” de talentosos publicistas y mercadólogos simpatizantes del anti haitianismo, o simplemente ofertantes de su producción creativa mercantilizada a interlocutores comprometidos con la actual cruzada contra Haití; todos ellos de varias cepas y de la misma inspiración neonazis.

 Sí, para que se sepa: los aborígenes caribeños y de esta isla eran de varias cepas: siboneyes, igneries, taínos y caribes. De varias cepas y fenotipos parecidos, muy distantes de los blancos europeos.

Todos ellos –repito- exterminados por conquistadores y colonizadores españoles, ingleses y franceses; todos europeos blancos, pero de cepas diferentes y de la misma crueldad.

Al holocausto aborigen del resto de Nuestra América, con un balance de 70 millones de muertos, se sumaron los colonialistas portugueses.

Algo similar hicieron –y hacen-  europeos y estadounidenses en África y en USA. Conquistas y colonizaciones sangrientas. Todo para garantizar una supremacía blanca de muchas cepas y una apropiación criminal de enormes riquezas.

Los/as negros/as cazados/as en África, traídos encadenados a las tres Américas y al Caribe insular, esclavizados/as y sobre-explotados en estas “indias occidentales”, tampoco eran de pura cepa. Eran de múltiples cepas, radicadas en numerosas tribus africanas, con fenotipos parecidos, pero no iguales. Todos/as tratados/as con la misma crueldad por los diferentes imperios blancos.

Dos holocaustos negros en dos continentes, ambos ejecutados por blancos de diversas cepas.

Otro tanto ha sucedido en Asia, Australia y Oceanía, por lo que se ha conformado un planeta poblado por innumerables cepas; fruto de esas realidades y de múltiples y constantes migraciones.

Existe, pues, una población planetaria procedente de numerosas mezclas “raciales” y numerosos cruces entre blancos, negros, aborígenes diversos, indios de las indias orientales, asiáticos (chinos, coreanos, vietnamitas, tailandeses, camboyanos, tibetanos…), mongoles, esquimales y aborígenes australianos.

Pero resulta que los blancos que nos “descubrieron” cuando ya existíamos, por tener más poder destructivo, mejores armas y más capacidad para explotar y acaparar riquezas, se consideraron una “raza superior” [6] a todos los demás seres humanos; y se creyeron de “pura cepa”; considerando inferiores a negros/as, “indios/as”, amarillos/as y mulatos/as; aptos/as –según su criterio colonizador- solo para ser dominados/as, oprimidos/as y abusados/as.

Así se ha conformado la humanidad a través de los siglos.

 Una humanidad sin cepa pura y sin naciones ni nacionalidades, ni identidades con cepas únicas.

Una humanidad con un arcoíris de cepas “entremiliadas”, azotada por la voracidad capitalista.

Quisqueya[7] es una muestra fehaciente de esa diversidad mundial, muy intensa en el llamado tercer mundo.

Quisqueya es una muestra puntual de esa diversidad mundial. Pero entonces, no han faltado quienes bajo el manto protector presidencial, nutrido de mucho anti haitianismo y abundante dinero, decidieron inventarse una dominicanidad de “pura cepa” y usarla como publicidad de alto calibre, de profusa divulgación y subliminalmente racista, contra Haití y su estigmatizada negritud.

  • ALGUNAS CONCLUSIONES:

La reconfiguración del fascismo en el Siglo XXI avanza peligrosamente, apoyado fundamentalmente en las ideologías racista, en la ideología patriarcal machista con todas sus derivadas, en la intensificación de la xenofobia y del odio contra las avalanchas de migrante provocadas por el saqueo imperialista, en el ultranacionalismo y en todo tipo de conservadurismo.

Los procesos de empobrecimiento de los pueblos de los países centrales, incluida sus fuerzas laborales blancas y otros sectores ganados para las ideas ultra conservadoras, la gansterización creciente de las partidocracias y las elites capitalistas en el marco de un neoliberalismo de diversas intensidades en el centro y la periferia, facilitan en ambos escenarios el auge del ultra nacionalismo con un fuerte componente populista.

A su vez, la multicrisis de decadencia del sistema capitalista-imperialista, cada vez más aguda en la súper-potencia estadounidense y en las potencias occidentales, embarcadas en guerras de conquista y reconquista, en guerras y prácticas ecocidas, y en el empleo de la fuerza militar para tratar inútilmente de recuperar hegemonías debilitadas., ha empantanado su situación y agravado su declinación y su crisis sistémica.

Esa estrategia de supervivencia y perpetuación, a cargo del PENTÁGONO, la OTAN e Israel… ha agravado su descrédito a niveles sin precedentes y potenciado las contrapartidas en gestación (potencias emergentes enfrentadas a EEUU y fuerzas subordinadas, estados y pueblos en lucha por la autodeterminación y la paz, movimientos sociales y político-sociales en combate contra el neoliberalismo, rebeldías crecientes de las migraciones maltratadas y de los pueblos agredidos por la supremacía blanca, organizaciones antiimperialistas y anticapitalistas.

Esto indica que esa agresividad destructiva es más fruto de su debilidad, que de su menguada fortaleza.

Está en marcha de todas maneras, un abanico de luchas diversas contra un sistema enfermo y agresivo en grado extremo, pero con poderosas energías para resistir, potenciadas en medio de sus violentos estertores y de los intensos los miedos cargados de crueldad por su temor a ser definitivamente desplazado.

Esto es lo promisorio y favorable para seguir creciendo en calidad y cantidad

Un torrente mundial difícil de unir, todavía con fuertes déficits para ejercer un internacionalismo con los diversos niveles de unidad necesarios para derrotar la cultura de la muerte; y mayores aún, para lograr una especie de insurgencia global que desbroce esa gran meta. Además, con serias debilidades en la construcción sus componentes imprescindibles que están llamados a alcanzar los niveles de conciencia y organización anti sistémica que posibilite las nuevas democracias y los nuevos socialismos.

Esos son los grandes desafíos en este mundo convulsionado un lumpen capitalismo imperialista que recurre sin el menor rubor al neofascismo, al caos bajo su control y al exterminio de pueblos y naciones.

NOTAS:

[1] La primera independencia en Nuestra América y la única revolución anti esclavista negra triunfante.

[2] El racismo dominicano es hispanófilo, de matriz monárquica-colonialista.

[3] Mulato/a” es un término despectivo de corte racista, inspirado en el producto de la unión de yegua y burro, por eso lo pongo entre entrecomillas.

[4] “Indios/as” son realmente los/as nativos/as de la India, algo diferente a los pueblos originarios de América. Todo lo demás es producto del extravío de Colón y los conquistadores.

[5] Personas de “color”, le dicen los gringos a los negros y mestizos.

[6] Si raza, Día de la Raza, son inventos para segregar, “raza superior” es para justificar opresiones ominosas.

[7] Quisqueya es un sobrenombre, dicen que inspirado en la lengua taína puesto a la República Dominicana para exaltar los valores de esta isla: “tierra fascinante…”la mejor del mundo”.

 

NOTA ADICIONAL: este trabajo se basa, articula y enriquece varios de mis artículos sobre el tema.

 

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