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viernes, 3 de mayo de 2024

UN GOBIERNO QUE NO GOBIERNA… SALVO PARA ALGUNA COSA

UN GOBIERNO QUE NO GOBIERNA…

 SALVO PARA ALGUNA COSA

PEDRO HONRUBIA

Tenemos un Gobierno en stand by. Porque aunque en apariencia está apagado, sigue gastando energía… para servir a los de siempre

Cada día que pasa de legislatura parece más evidente: tenemos actualmente un Gobierno que se encuentra en situación de parálisis legislativa. O dicho de otro modo: desde que Podemos fue expulsado por Sánchez y Yolanda Díaz del Gobierno, tenemos un Gobierno que, salvo para cuestiones concretas, no gobierna.

Les voy a dar un dato que habla por sí mismo: durante el primer año del Gobierno de coalición anterior se aprobaron 54 iniciativas legislativas (entre ellas unos PGE y diversas medidas de carácter social como fueron todos los decretos relacionados con el primer escudo social en pandemia, la ley de eutanasia, el IMV, la prohibición del despido a personas en situación de baja laboral, la regulación de la publicidad de las casas de apuestas, etc.). En lo que llevamos de este Gobierno se han aprobado solamente tres (dos decretos-ley y una reforma constitucional).

 

Para más inri, otro de los decretos aprobados inicialmente por el Gobierno en Consejo de Ministros y Ministras, que pretendía servir, entre otras cuestiones, para aumentar las cuantías de los subsidios por desempleo, fue finalmente derogado (no convalidado) porque entre sus contenidos traía, como bien recordaremos, un recorte en las pensiones futuras de las personas mayores de 52 años beneficiarias del subsidio por desempleo. Queda menos de un mes para el 1 de Junio, fecha en las que debían entrar en vigor las mejoras que sí traía ese Real Decreto Ley en algunas de las medidas que contemplaba, y, de momento, seguimos sin conocer que se haya tomado la decisión de volver a llevar el texto al Congreso ya sin el recorte.

 

Tenemos, pues, un Gobierno que ha dejado de gobernar. Un Gobierno en stand by. Los esfuerzos, hasta ahora, han estado centrados en sacar adelante la ley de amnistía, que avanza pero que todavía no ha podido ser definitivamente aprobada como consecuencia del filibusterismo parlamentario del PP en el Senado, así como en cumplir, faltaría más, con las exigencias en materia de gasto militar impuestas por los EEUU y la OTAN. En ambos casos sí se han dado pasos significativos. Mientras, se han dejado completamente de lado el resto de problemas existentes.

 

Pero si el asunto ya era grave antes de los cinco días de meditación zen de Pedro Sánchez, ahora lo es todavía mucho más. Hasta que Sánchez decidió tomarse esos cinco días para reflexionar, teníamos un Gobierno incapaz de gobernar en clave social. Ahora tenemos además un Gobierno que sabe perfectamente el daño que el lawfare y la desinformación hacen a nuestra democracia, pues así lo han reconocido sin matices, pero que tampoco parece estar dispuesto a gobernar para hacerle frente a esta embestida reaccionaria. Un Gobierno que además de paralizado parece decidido a dejar que el Bloque reaccionario pueda seguir secuestrando el CGPJ, impulsando impunemente estrategias de lawfare contra cualquier adversario político y mintiendo cada día a través de pseudomedios financiados con nuestro dinero allí donde Gobierna el PP. ¿Tanta meditación para esto, Querido Pedro?

 

Eso sí, lo que parece que no está precisamente en parálisis es la vinculación de este Gobierno con determinados intereses privados. En materia social no se cumple siquiera con el acuerdo de Gobierno entre PSOE-Sumar, pero la defensa de la mezcla de intereses entre lo público y lo privado, el negocio para los y las de siempre a costa del estado, sí que parece estar funcionando a pleno rendimiento. Por eso decíamos lo del Gobierno en stand by. Porque aunque en apariencia es un Gobierno que está apagado, sigue gastando energía… para servir a los de siempre.

 

El “aquí hay negocio” de la ministra de Vivienda. De un 5% de rentabilidad, concretamente. Que no se vayan a creer que es poco, o a pensar que la gente pobre que tenga que vivir en alquiler social no son buen nicho para forrarse.

 

El aumento del gasto militar anunciado por Sánchez durante su última comparecencia en el Congreso (1129 millones de euros), para que las empresas armamentísticas sigan aumentando sus cuentas de resultados y su valor en bolsa. Y para que los EEUU estén satisfechos con su Presidente títere en materia militar. Aunque con Sánchez ya se sabe, no da puntada sin hilo. Veremos qué pasa finalmente en el futuro con eso que se habla de aspirar a cierto carguito en la OTAN.

 

La propuesta de reforma de “Ley del Suelo” para favorecer los intereses de la especulación inmobiliaria y, entre otras cosillas, desbloquear la operación Chamartín, que pronto se votará en el Congreso. Para esta ley sí ha habido prisa en cerrar los plazos de enmiendas, todo lo más rápido posible para que pueda seguir su tramitación parlamentaria sin más demora. ¿Lo negociaría in situ algunos de los 7 ministros presentes recientemente en el palco del Bernabéu?

 

La “mezcla del ibuprofeno y el paracetamol” en materia farmacéutica/sanitaria de la que nos habló la Ministra de Sanidad. Ya saben, un dinerito de aquí (lo público), se mezcla con una empresa de allí (lo privado), y zas, ciencia, negociazo para lo privado y ruina a corto, medio y largo plazo para lo público. Está to inventao.

 

Y para terminar, las alabanzas hechas por tu ministro rojo, malote y canalla de referencia, el señor Puente, a las inversiones buitres de Blackrock en España. Total, si deciden venir aquí a invertir para jodernos la vida, es que algo bien estará haciendo el Gobierno. Lo llaman socialcomunista, y ya ven, no. Jiji, jaja, qué risa.

 

En fin, parafraseando al señor aquel de barba que nos gobernó durante unos cuantos años: “que todo está parado, salvo alguna cosa”. Casualmente, la cosa de siempre. La cosa negocio privado a costa de lo público. Ahí sí que no hay que tomarse días de reflexión ni periodos de descanso, eso va solo, fluye solo.

 

Y ya sin Podemos jodiendo desde dentro del Gobierno, pues ni te cuento…

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