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jueves, 9 de mayo de 2024

EL EJE DE LOS MALOS, SEGÚN LOS BUENOS

EL EJE DE LOS MALOS, SEGÚN LOS BUENOS

MAITÉ CAMPILLO.

La Revolución es una gran escuela, y nos enseña todos los días lo que debemos hacer. Y tenemos una lucha seria, una lucha seria delante, dura; el enemigo emplea todas sus armas, agita cuantos recursos tiene en sus manos, las mentiras, los prejuicios; agita toda la herencia y el bagaje que han ido dejando aquí, sobre la cual han ido edificando su imperio; todo contra el pueblo, para dividir al pueblo, para debilitar al pueblo, sencillamente para dominar al pueblo, para doblegar al pueblo, para vivir sobre las espaldas del pueblo (Fidel Castro).

 

Abre la ventana…

Y deja que el sol alumbre a Víctor Jara por todos los rincones de tu casa, no la cierres, no te condenes, nadie que repele el ensañamiento criminal debe cerrarse en sí misma, mantente erguida, la apatía es un arma que solo al enemigo libera y a ti te encadena. Su tala aniquila lo que de madera podría simbolizar la raíz de la selva, en su cambio climático están las manos del parásito, y los dólares de las multinacionales. Sus movimientos ‘izquierdistas’ son (sus) movimientos, no nuestros, ningún cañón borrará la enseñanza del pueblo de Vietnam ni el surco de su arrozal. Recuerda, Indochina fue el lugar más allá del ancho mar, donde el yanqui reventó la flor con genocidio y napalm. La luna una explosión que funde en  clamor, el derecho de vivir en paz. La política profesional no es un derecho, es una imposición, una especulación enfangada al hoyo más profundo del antagonismo que tapona el surco del arrozal. Su ética correcta es de mala educación, una ofensa a los principios elementales, donde toda cultura propia corre un grave peligro. No es conducta meritoria complacer tiranos ni ejemplo para las urnas el soborno de la ‘igualdad’ constitucional. Su economía es un látigo de masas convertido en un monstruo de ley deforme –cada vez más ellos y menos nosotros– larga la cadena y muchos los bozales que cuartan tu libertad. La tierra es nuestra cuando despierta vida de abajo arriba, por igual le pasa al pueblo, no sería si no parte de nosotros mismos. El lodo de su estela omnipotente destruye la autenticidad del ser, sobretodo a la mujer, mata el original, el arte dentro de ella, como expresión en explosión de vida propia. Mi vista colorea un desfile multitudinario de sempiternas, las estrellas alumbran el revolotear inquieto de las hojas, henchidas de historia sólida en soporte de cimientos. Se arremolinan las aves a la escucha, soy mujer del viento, sus alas ramifican la vía que une y ciñe en siglos de historia, brotes de semilla entretejida contorneando ritmo y rima en dramaturgia de vida dan voz a la palabra dolorida, días de escena en noche de estrellas que reflejan ríos guía en manantial de venas abiertas. Da escalofrío el feroz deslumbramiento en que las democracias capitalistas están convirtiendo nuestras vidas. Camisa de fuerza a redoble de un podrido sistema, presuntuoso y esclavista hermetizando la política en heces de la economía imperial, internacionalizando un sistema deforme, regido por técnicos y electos deformes, pilares de la descomposición capitalista popularizando revueltas como si de esperanza fueran a la fobia de escabechinas. Nos imponen héroes de guerra y víctimas, en riego de golpes de estado y misiones de paz sujetas al tambor de los exterminios como el holocausto en Iraq que encarnizadamente a diario hoy se ceba sobre Palestina, sobre un objetivo anunciado desde hace decenas la exterminación total de su pueblo para que el país quede en sus manos. Avanza genocida la descomposición de los sentidos, deshumanizando la razón y todo derecho sobre ella, sus súbditas democracias representan la gigante cloaca del planeta, basadas en los rancios poderes en ética de alienación pregón único como en el nazismo y encarnizado fascismo al apoyo de sus desgarros encañonados al disparo.

Se trata del neoliberalismo e imperialismo una ideología que politiza el dominio de la opresión, dominio del miedo y del terror amparada por las democracias la amenaza y suspensión de derechos, apostando por la economía del pánico ensalzando la guerra en muerte de culturas. El sistema capitalista avanza ramificando el despotismo sobre el siglo, obstruyendo todo concepto de convivencia y respeto, globalizando la decadencia en ‘patrimonio de la humanidad’ al saqueo de recursos. Democracias diseñadas, como caballo de Troya; gineteros impulsando la farsa política en gusanera, prostituyen la palabra, la destrucción de todo sentido y valor del sufragio universal, a favor de las rancias castas con la OTAN en máscara de guerra a la espera. Imperio arrasando la vida, política sobre la economía en bomba atómica, ideología de destrucción al desequilibrio mundial. Una unión uniformada en traje civil y militar a la ocupación del mundo, contra las grandes fábricas y talleres que bautizaron el buzo o mono proletario como ropa de faena en jornadas de trabajo y producción, no de muerte, no de guerra, no en manos de los dueños de la piratería al reviente del derecho de independencia, ni de las ocupaciones que utilizan el negocio del reparto de la hambruna aplaudiendo el éxodo como en Palestina. Con una Unión Europea al abismo de sus garras haciendo saltar por los aires toda verdad, sobre el tiempo implacable de generaciones enteras, rastreando su demolición, apostando por el orden mundial, involucrando todo proceso surtidor de adolescencia, de juventud y hasta de la propia infancia cegando su destello a favor de los monstruos en cerebro visionario genocida, como futuro de historia sus ciclos y desmanes en cerebro promotor de ideas tenebrosas. El yanqui resuelve sus voraces desmanes en tabla de Moisés versión moderna, en balas de acero, ha descubierto el nuevo eje del mal que su lupa evidencia, entretejida a los hilos de la balanza que otorga sus matanzas, y por igual ocupaciones que le sirven para la bendición de las riendas que sujetan los pueblos en la deuda externa (eterna), fundamental para la perseverancia del imperio de guerra de Norteamérica, dar con el mal que azota el mundo cegando la balanza en la ira millonaria, inclinada a acusar a China la mala más mala del mundo, tras ella los rusos, los iranies… adiestrando despliegue contra los malos, según los buenos.

La patria Sam presta a destruir el planeta inventa otro eje del mal que le mosquea mucho, aunque menos preocupante que la mala más mala del mundo, se trata de Corea del Norte, Yemen y Nicaragua entre otros que la CIA le sugiere a la lista de los mandamientos. Los que menos dañan sus infrarrojos y detonadores del cinturón de defensa son los del eje secundario, menos relevante de países que no están en el eje principal peligroso. Según patria Sam, ni siquiera están en el que consideran de carácter más elemental se refieren a los que no están ni con los unos, ni con los otros, pero estar están, a los que ubican como durmiendo la inocentada purgando sus culpas a la espera del despertar que les otorgará el perdón, si aliñados a su bota militar cooperan en el divide y vencerás (Eje imperial que rige la ley) a la diestra del padre de las tablas, que como al genocida sionista les permite estar a la par, en el derecho de usurpar. Según su gran descubrimiento encontramos que, el eje del mal mayor se haya a la izquierda, ahí es que se encontraron algo despistados pues no pueden ser mas malos que el malo de Fidel Castro, Mao y el demonio de Stalin a los que tanto atacaron, posiblemente deslumbrados por el gran ojo de luz en relación a los demonios del mal mayor. Analizado todo su material EEUU se dispone a lanzar su alarma bélica más ostentosa, en dominio de gobiernos y medios informativos doblegados a su geopolítica ideología, que ejercerán de forma más desbocada y evolucionada a través de un dispositivo satélite a la luna, por donde agarrarán los cables sueltos que solo el ojo del  faro del Dios de la Nubes, puede lograr, y así poder ajustar las riendas sueltas al planeta, pidiendo cuentas a la rival China, que según ellos les roba protagonismo ejerciendo el espejo del esperpento que les refleja y desnuda en cueros (¡el yanqui!) Solo impone Solo mata Solo roba… como un eco sin interrupción. Y es que en esto de la religión los yanquis son muy ortodoxos: »¡América es grande!», repiten cada vez que sus tropas hacen una escabechina de las suyas contra los marcianos de los ejes del mal que les crecen como hongos.

¡Lo dijo Monroe del país de los los bandidos: ¡América para los americanos! Atacando a la Libia de 1801-1805 más conocida bajo el nombre de guerra bereber, de cuando el Rey de Trípoli, y sus aliados de Túnez y de Argel declaran la guerra a los Estados Unidos, que no querían pagar tasas por el paso de sus embarcaciones, y así continúan como demonios del mal imponiendo la guerra. Las mil guerras y desmanes como la Guerra Informática por el control total de comunicaciones e intervención financiera de corporaciones buscadores y servidores fuera de los Estados Unidos en promoción de hackeos y virus informáticos por el control del espionaje a la amenaza el mundo: ESO ES EEUU. Cara oculta en guerras y revueltas que evidencian democracias dementes y sangrientas de un fanatismo y fascismo –consentido por la mayoría de países europeos »con derecho a veto en la ONU» y con más de 800 bases militares a lo largo del mundo: ELLOS SON. Los ladrones y asesinos más asesinos del siglo que se imponen hundirlo en ríos de sangre. El imperio que más miente, saquea, distorsiona, roba y asesina en total impunidad. A él se encuentra unida la Europa rastrera la grande y libre (España) a la venta de  de armas bajo control gringo.

En contraposición de intereses vaya por delante la palabra en tribuna del presidente sirio Bashar Assad: <<No fui yo el objetivo sino Siria. En Libia, el objetivo no fue Gaddafi sino Libia. En Iraq, el objetivo no fue Saddam Hussein sino el propio Iraq>>. Sépalo: En Venezuela el objetivo no es Maduro tampoco, sino  Venezuela. EEUU no da nada, solo pide (y roba).

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

 

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