RESTITUCION

RESTITUCION

JOSU AIZPURUA

Restitución, concepto claro en siglo XXI, pero ¿Cómo se hace?

El Colonialismo depredador tiene ante sí una cadena de extorsiones, de robo institucional en el que el colonialista arrasó con los DDHH del colonizado y su territorio original exhibe sin rubor el arte del colonizado o en nuestro caso canario el cadáver colonizado, raptado de su tumba y exhibido en Madrid al margen de su origen y condición de momia canaria.

La momia guanche del Barranco de Herques se exhibe con desvergüenza en Madrid, “regalada” a Carlos III y enviada al Museo cuando pasó su novedad.

El Ministro Cultural de Sumar plantea la devolución del arte a sus originales poseedores ¿menos si son Canarios? Es algo ridículo que teniendo entre sus competencias a la Momia de Herques, se dedique a buscar tesoros lejanos y olvide ese atentado cultural que es la exposición de una momia canaria en territorio de Ayuso. Es la momia canaria mejor conservada del Mundo.

Un gran atentado cultural y humano, se hace robando un cadáver momificado y dedicándolo al Museo como si de una vasija se tratara, olvidando su carácter humano y sujeto a las costumbres funerarias de su tribu, que nunca fueron ni serán la de su exposición pública en Museo. Aquel ser humano, momificado y enterrado según deseos de su tribu fue arrebatado, raptado y entregado al rey de los invasores castellanos que lo profanaron. Y el Ministro de la Cultura oteando el horizonte.

Se cree que la momia es de un hombre sobre los 40 años de edad y del siglo XI al XIII que viviría entre Fasnia y Güimar, enterrado en el Barranco de Herques con otros 1.000 cadáveres de forma ritual y cultural  que terminó en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

Es de suponer, que genes pertenecientes a este canario enterrado y desenterrado, perduran entre los canarios de nuestro tiempo que tienen que soportar que no se respete su descanso eterno para ser exhibido como una vasija entre los museistas de Madrid.

El Colnialismo hispano permite estas aberraciones y gestiona que los colonizados deban soportar estos ultrajes sin levantar su voz, y tener en su avenida central la estatua del Dictador fascista, o que las tropas del Sultán surquen sus aguas sin que las “autoridades” canarias tengan noticias de ello, pues ya las ministros españoles conocen de esos temas.

Cuando el ciclo colonial canario termine derrotado, estas “autoridades” canarias, sordas, ciegas y mudas, pasarán  a la más negra historia del abuso humano y los “ministros” hispano-coloniales como el actual de Cultura serán arrojados al desprecio intelectual de sus paisanos.