¿POR QUÉ NO TE VAS A VIVIR A CUBA?
JORGE MAJFUD.
Clásico
argumento ad hominem y pro cretin. Me tomaré unos minutos entre dos clases sólo
porque se trata de un clásico de su género (alguna vez pensé escribir una letra
para una murga, pero no tengo ni el tiempo y mucho menos el talento para
hacerlo):
“Si defiendes
tanto a los inmigrantes, por qué no llevas uno a dormir al cuarto de tu hijo”.
“Si
defiendes tanto a los pobres ¿por qué no les donas tu casa a los que viven
debajo de un puente?”
“Si defiendes tanto a los que sufren bombardeos, ¿por qué no vas a rescatarlos de las bombas y de paso les explicas que mueren porque son terroristas?”
“Si no
estás de acuerdo con la venta de órganos en el libre mercado, ¿por qué no le
regalas tus riñones a quienes están en diálisis?”
“Si
defiendes tanto a los gays y lesbianas, ¿por qué no te acuestas con un marica y
te casas con una tortillera?”
En fin,
voy a responder a la primera pregunta (o como se llame), con la esperanza que
sirva para las muchas otras: “Criticas al capitalismo desde una computadora y
desde EEUU. ¿Por qué no te vas a vivir a Cuba o a Venezuela?” Lo peor que uno
puede hacer ante alguien con complejo de hacendado, es ponerse en una posición
de peón empleado.
Primero,
porque casi nada del progreso tecnológico (menos social) se debe al
capitalismo, pero no quiero volver sobre algo tan viejo y tan obvio, sobre lo
cual ya hemos publicado tanto desde hace décadas.
Segundo,
porque vivo donde puedo y donde se me antoja, y me da lo mismo lo que pueda
opinar usted de mi vida privada, al menos que usted se decida a pagar mis
cuentas y a cubrir las necesidades de mi familia.
Tercero
porque todavía no encontré el contrato de compraventa donde dice que unos
países le pertenecen a gente que profesa su ideología, su religión y sus
frustraciones.
Cuarto,
porque mi trabajo está aquí. Si fuera capitalista, podría elegir donde vivir,
pero como soy un asalariado tengo que ganarme la vida trabajando, por lo que
vivo donde trabajo.
Quinto,
no estoy seguro, pero tal vez una parte de mí se parece a usted y disfruto
viéndolo sufrir de sus propias frustraciones.
Sexto,
porque sus frustraciones personales me valen un reverendo carajo.
Ahora,
siguiendo su lógica, si usted es tan capitalista,
¿Por qué
no vive en algún barrio oligarca de su país?
¿Por qué
no vive en EEUU?
Mejor
dicho, ¿por qué no vive en alguno de los barrios de EEUU donde las casas de los
verdaderos capitalistas cuestan millones de dólares, no en los barrios obreros
de EEUU?
¿No será
que no puede?
¿No será
que no lo dejan?
¿No será
que no lo quieren aquí?
¿No será
que usted se siente mal por eso?
¿No será
que el famoso resentido es usted?
Por otro
lado, déjeme confesarle que no encuentro ninguna mejora yéndome a su colonia a
vivir rodeado de fanáticos cipayos como usted, que insiste en meterse en mi
vida privada para descargar sus propias frustraciones sobre un sistema que debe
sufrir de forma miserable pero que defiende ciegamente, a muerte.
Eso es lo
que quisieran, que aquellos que tenemos algo que decir contra el poder
hegemónico, contra las injusticias de las pseudo democracias imperiales nos
fuésemos a vivir a una isla de la Micronesia y nos callásemos de una vez por
todas.
Pues, si eso es lo que quieren, eso es
lo que jamás tendrán. Continúe sangrando por la herida que se abrió usted
mismo. Capisci?
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