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martes, 23 de abril de 2024

LOS CACIQUES NUNCA OBEDECEN AL PUEBLO.

LOS CACIQUES NUNCA OBEDECEN AL PUEBLO.

ELOY CUADRA,

 escritor y activista social.

 

Corre hoy por Canarias un vídeo y una noticia que nos llevan hasta Amsterdam, allí, el gobierno local, después de una manifestación ciudadana reciente que  concentró a unas 30.000 personas, ha decidido atender las peticiones de los manifestantes y va a limitar considerablemente el desarrollo hotelero y la llegada de turistas. Circula la noticia precisamente ahora, cuando en Canarias se han manifestado más de 100.000 personas pidiendo cosas parecidas a las de Amsterdam, con cero respuesta de nuestro gobernantes canarios. Por no responder el presidente Clavijo ni siquiera responde a 6 personas en huelga de hambre desde hace varias semanas,  una de ellas con serio riesgo para su vida. Si se están preguntando por qué en Amsterdam sí y aquí no, estando en Canarias muchísimo peor las cosas y habiéndose manifestado muchísima más gente, la respuesta la tienen en el título de este artículo: en Ámsterdam hay algo parecido a una democracia, en Canarias tenemos un estado caciquil. Les recuerdo lo que dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua sobre el concepto "caciquismo": Dominación o influencia del cacique de un pueblo o comarca. 2. m. Sistema político basado en la dominación o influencia del cacique. 3. m. Intromisión abusiva de una persona o una autoridad en determinados asuntos, valiéndose de su poder o influencia.

 

Y es así, no busquen más, para el cacique canario vestido de político, no es asumible atender al pueblo, porque el pueblo, para el cacique, es ignorante y no se le debe atender, más que para manipularlo, cuando interese o para servirse de él. Para el cacique canario vestido de político, atender las peticiones del pueblo que protesta es poco menos que una humillación y nunca lo hará. El cacique canario vestido de político, sólo atiende a los que le rinden pleitesía, a los que lo adulan o les sirven, a  través de sus redes clientelares, todos los demás, son molestos, son odiosos, son despreciables, y en última instancia, son peligrosos: "¡Ponen en riesgo nuestra principal fuente de ingresos!", dicen, "¡rechazan a los turistas!", gritan. Y, por este camino, el cacique, se verá obligado a utilizar la fuerza para restablecer el orden, su orden, porque son peligrosos.

 

¿Lo entienden ahora? Así son ellos, así son los caciques canarios vestidos de políticos, algo parecido a las dictaduras antiguas o al feudalismo medieval, aunque camuflados de democracia. Una democracia que ya lo están viendo, no lo es por ningún lado.  Así, tenemos la ley electoral más antidemocrática del mundo y no pasa nada, le quieren meter 23 años de cárcel a un periodista canario porque osó informar sobre un cacique, y no pasa nada, y se acaban de ventilar al Diputado del Común por hacer bien su trabajo y por supuesto, tampoco pasa nada. Lo último que le leí al señor Yanes es decir que las Administraciones en Canarias no cumplen las leyes, claro, porque los caciques nunca estuvieron para cumplir las leyes, porque en Canarias sólo pasa lo que el cacique y los señores que mandan al cacique quieren. Lo de la democracia, es un teatrillo, una farsa, un autoengaño que la mayoría aceptamos. Convénzanse, no nos van a escuchar, salvo en lo que ellos entiendan que pueden conceder, del resto, lo verdaderamente importante, sólo lo atenderán cuando sus señorías vean peligrar de verdad su asiento. Así que, mucho me temo que tendremos que seguir apretando.

 

Eloy Cuadra, escritor y activista social.

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