¿POR QUÉ PRISA PIDE GUERRA? UNIR
POR LA LÍNEA DE PUNTOS
IRENE
ZUGASTI
El fondo de
inversión propiedad del Presidente de Prisa, Amber Capital, se convirtió en
mayo de 2023 en el segundo accionista de Indra, la multinacional española que
disparó sus beneficios en la industria de la defensa durante el año pasado
Sábado, dos de marzo: “Europa se prepara ya para un escenario de guerra”. El País abría fuego informativo con una portada (y un editorial) que advertía del advenimiento de un rearme inevitable. “Si vis pacem, para bellum”, decía la cabecera del grupo Prisa, que activaba todas las alarmas ante la evidencia de la remilitarización del viejo continente que algunos llevaban tiempo advirtiendo.
Miércoles, seis de
marzo. De nuevo, portada de El País: “Bruselas impulsa la industria de defensa
ante la amenaza rusa”: más armas, más capacidad para fabricarlas, más
investigación y más inversión. La Estrategia Europea de Defensa, presentada un
día antes, fijaba además una fecha: 2030, y un objetivo: que el 50% del
armamento del que se doten los ejércitos de la Unión se fabrique en la propia
Europa.
Vayámonos apenas
unas semanas atrás, en el mismo diario El País. Concretamente al 26 de febrero:
Nadia Calviño daba entonces su primera gran entrevista tras llegar a la
presidencia del Banco Europeo de Inversiones. Allí situaba la que parece, será
su principal misión al mando de la institución. “Debemos reforzar a la
industria europea de defensa y nuestra capacidad disuasoria”. Aunque ello
implique modificar las propias bases del funcionamiento del banco comunitario
para lograrlo.
En mayo de 2023,
Amber, el fondo del presidente de Prisa, duplicaba su inversión en Indra y se
convertía en el segundo socio tras el Gobierno.
Si continuamos
retrocediendo en el tiempo, llegamos al martes, 23 de mayo de 2023. La sección
de Industria de El Mundo anunciaba que el fondo del presidente de Prisa
duplicaba su inversión en Indra y se convertía en el segundo socio tras el
Gobierno en la multinacional. “El fondo Amber, que dirige el presidente del
grupo de comunicación Prisa, Joseph Oughourlian, ha comunicado a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que eleva de forma considerable su
participación en Indra, considerada una empresa estratégica”. Y tanto: la
inversión pasaba a ser el 7,2% de la empresa, lo que convierte a Amber, y por
tanto a Oughourlian, en el segundo accionista con capacidad de influir en Indra
por detrás del Gobierno, que ostenta un 25% del capital. El nuevo porcentaje,
al superar el umbral del 7%, daba además a Amber derecho a designar un miembro
en el consejo de administración.
Unos meses después
de esta noticia, en febrero de 2024, La Vanguardia hacía balance de los
beneficios de INDRA: la sociedad cerró el 2023 ganando un 20% más, hasta los
206 millones, “por, esencialmente, el aumento de los ingresos de su división de
defensa (transporte y defensa es la denominación), que crecieron un 18%, hasta
los 1.500 millones” de los que se felicitaba el presidente de Indra, Marc
Murtra, que lo consideraba un “gran punto de partida”.
Amber Capital, el
fondo del presidente de Prisa, ni siquiera está en España: es un fondo de
inversión británico, que Oughourlian fundó en 2005 en Nueva York. Y esto nos
lleva, de nuevo, al presente y al editorial del pasado fin de semana de El País
en el apelaba a “la defensa de Europa ante la ciudadanía” planteando que el
rearme militar continental debía ir acompañado, literalmente, “de una labor
intensa de explicaciones y pedagogía política” para que “generaciones educadas
en escenarios de paz” lo acepten. El periódico de PRISA se ha puesto, desde
luego, manos a la obra. ¿Por qué? La respuesta es sencilla. Solo hay que unir
por la línea de puntos.
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