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sábado, 14 de octubre de 2023

EL PP EN EL MUNDO DE LOS BULOS


El PP en el mundo de los bulos

JUAN TORTOSA

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid y presidenta del Partido Popular de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, posan antes de la manifestación de SCC, a 8 de octubre de 2023, en Barcelona, Catalunya (España). Lorena Sopêna / Europa Press

Ya sabemos el truco: soltemos cualquier barbaridad, que ya veremos cómo viene alguien del PP, la hace suya y acto seguido la reproduce por cuanta red social exista en el universo cibernético. Sobre todo si con ello cree que puede perjudicar la formación de un Gobierno de coalición. El pendenciero Rafael Hernando (¿qué hemos hecho en Almería para tener que sufrir semejante personaje como cunero en las listas de nuestra provincia?) viene practicando esa costumbre desde tiempos inmemoriales: insultos, desafíos y sobre todo mentiras puras y duras esparcidas a los cuatro vientos. Lo descabalgaron a segundo plano, pero en el sanedrín de Feijóo, empezando por Feijóo mismo, contamos unos cuantos buenos ejemplares dispuestos a continuar por esa linde.

Ahí tenemos sin ir más lejos al mosquita muerta de Borja Sémper, rivalizando con la rabiosa Cuca Gamarra a ver quién la suelta más gorda. Si la todavía secretaria general del partido se comió con patatas un bulo en el que se daba pábulo a una inexistente reunión de Puigdemont con dos ministros del Gobierno en la embajada colombiana de Bruselas, el aún emergente Borja Sémper se aprestó a propagar una presunta decapitación de cuarenta bebés israelíes por parte de Hamás, algo que el propio ejército israelí no tardó en desmentir. De esto último también se hizo eco la frentista Ayuso pero la presidenta madrileña no cuenta, dado que vive instalada en el desafuero permanente desde el principio de los tiempos.

No entiendo nada: si el PP es un partido con tanto arraigo, con tanto incondicional dispuesto a votarlo, con tanta implantación en cada pueblo por pequeño que sea... ¿qué ventajas creen que obtienen actuando de un manera tan torpe? ¿Cómo es posible que sus cabezas visibles apuesten tanto por el ridículo? ¿no saben hacer su trabajo, o de verdad cuentan con sondeos internos que les instan a actuar así? Si tienen tanto voto asegurado, ¿qué les hace pensar que los que le faltan para conseguir gobernar solo pueden obtenerlos haciendo el gamberro, mintiendo, poniéndonos a todos de los nervios, estresando el parlamento y la vida ciudadana, alineándose con los ultras sin necesidad... ¿O tienen necesidad?

Me imagino a buen número de votantes del PP llevándose las manos a la cabeza cada vez que les escuchan una barbaridad, cada vez que sus representantes en el parlamento dejan constancia de su analfabetismo o de su desconsideración hacia la inteligencia de los demás. Como el mismísimo líder, metiendo la pata hasta el corvejón cada vez que acude a ser entrevistado en Onda Cero, y eso que ahí juega en su campo. Una de las más recientes, admitir sin complejos que su pacto con los ultras en Valencia o Extremadura, con tal de no repetir elecciones en esas comunidades, le pudo costar diez diputados en las elecciones generales; es decir, la diferencia entre estar ahora sentado en Moncloa o no.



Tantas muestras de escandaloso desenfado producen, además del inevitable asombro, mucha vergüenza ajena. Como cuando confunde la isla de La Palma con la ciudad de Palma en la isla de Mallorca, o cuando sitúa poblaciones de Extremadura en Andalucía. La gente desahogada no pierde el tiempo en estudiar, ¿para qué? Le echa cara a la vida y con eso tira palante. Con un "nadie es perfecto" lo solventa todo. En las redacciones adeptas ya se encargan de silenciar lo más posible sus meteduras de pata, aunque a veces se las ven y se las desean para sacar algún párrafo decente que difundir. Me consta que muchos no saben dónde meterse cada vez que el augusto líder suelta un sinsentido y se ven obligados a esconder los cortes donde hace el ridículo nacional e internacional. Menos mal que no sabe inglés.

Dudo mucho que sepa qué es exactamente la franja de Gaza, o la diferencia entre Hamás y Al Fatah. Me gustaría verlo hablando en directo de los países con los que limita Israel o en qué consistió la guerra de los Seis Días, por ejemplo. Pero le da igual: para lo que él necesita usar el espantoso conflicto de Oriente Medio ya le vale con la brocha gorda, con seguir la línea del sionismo oficial y de papá Biden. Los israelíes son los buenos; los palestinos los malos, y en España hay partidos del gobierno que no condenan los ataques palestinos ni los llaman terrorismo todo lo que él o Borja Sémper quieren ¡Viva el vino!

Y de pedir adelanto electoral una y otra vez, ¿qué me dicen? Tanto raca-raca no puede ser ya ignorancia de la legislación vigente. Alguien le ha tenido que decir alguna vez a Feijóo (aunque ya sabemos que un César rodeado de pelotas pierde la perspectiva) que no está en manos del presidente en funciones convocar elecciones, sino que hay que respetar los tiempos marcados en la Constitución y solo se pondrá en marcha repetir si llegamos al 27 de noviembre sin que haya presidente. Pues nada, ahí andan con el erre que erre, empeñados todos en superar al Paco Martínez Soria de sus mejores tiempos.

 



Suelta un bulo, que picarán siempre. Tan instalados como están en el despropósito, no me extrañaría que un día de estos acabaran reproduciendo y comentando los titulares de El Mundo Today si con ello pensaran que desgastan el proyecto de Gobierno de coalición. Los ultras de Vox al menos se preocupan por inventar sus propias mentiras. En el PP, si exceptuamos al gurú que le escribe los despropósitos a Ayuso, hasta para eso carecen de imaginación.

 

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