MUERTAS SIN SILENCIO O NUEVAS
FASCISTADAS DEL PP
ANÍBAL
MALVAR
Vecinos, autoridades y familiares de la fallecida, guardan un minuto de
silencio en el Ayuntamiento de Utrera por el asesinato de Vanessa Reyes
Álvarez, una de las victimas de violencia machista de último mes de julio,
E.P./Rocío Ruz
No han ganado las elecciones generales, pero hay que reconocerle al simpático y dicharachero fascismo español que con sus ayuntamientos y autonomías ya tienen altavoces bastantes para hacer sentir en toda España su inhumanidad, su crueldad y su estupidez.
Ahora resulta que el Partido Popular, no Vox, considera que los minutos de silencio dedicados a las mujeres asesinadas por salvajismo machista son "propaganda y publicidad". Yo no sé para qué querrán propaganda y publicidad las muertas, qué nos intentan vender. Pero si lo dice el PP, primera fuerza política en los dos últimos y sucesivos comicios, habrá que analizarlo desde una distancia científica y vagamente ontológica.
Es evidente que a
las mujeres asesinadas su asesino (y esta sociedad) les arrebata la voz, pero
es que ahora el PP y Vox hasta les quitan el silencio, ese minuto de silencio
que es una infinitesimal parte de todo el silencio que ellas gozarán de aquí al
fin de la eternidad, que está más cerca de lo que parece.
"Le está
hablando una mujer. Vamos a huir de lo que sea propaganda y cualquier otro tipo
de historia", ha dicho la alcaldesa popular de La Solana (Ciudad Real)
para justificar el robo de estos silencios a las mujeres asesinadas. "Este
equipo estará en los hechos y no en la propaganda ni en la publicidad",
como si las mujeres asesinadas vendieran lucrativas mortajas en los intermedios
de los programas de Ana Rosa y Antonio García Ferreras.
Luisa Márquez
Manzano, que así se llama esta alcaldesa del PP, gobierna en solitario (ni
siquiera tiene la excusa de un pacto con Vox), y no ha sido corregida a hora de
hoy por Alberto Núñez Fakejóo ni por ningún otro líder popular.
Yo no sé si en
España se matan al año más toros que mujeres, pero, como sigamos así, cualquier
día el PP nos dice que, como la tauromaquia, el asesinato de mujeres ha de
protegerse como acervo cultural español.
Escribía Juan Ramón
Jiménez, en referencia a la tauromaquia: "Herido está de muerte el pueblo
que con sangre se divierte". Si nos descuidamos, inventarán el término feminimaquia y
arrojarán mujeres desde los campanarios para regocijo del populacho (11
millones de sus votantes, la mitad de este civilizado y culto votante español).
"La letra con
sangre entra", proclamaban los curitas fascistas que me deseducaron a mí
en el franquismo. Ahora (como en el 39) incluso la letra les sobra, y les basta
con la sangre. Tampoco es que cultivaran nunca muchas letras, pero cuánta
hemoglobina ajena necesita esta gente para escribir su destino, habiendo
tintas.
El fascismo del
siglo XX caló en las sociedades a través de la democracia (a Hitler le
votaron), y en la Unión Soviética a través de un más que falso comunismo
posleninista. Y siempre la "propaganda y la publicidad", que dirían
las alcaldesas del PP, fueron sus más sólidos baluartes.
Antonio Machado, a
quien pronto intentarán censurar PP y Vox en cualquier recital de poesía, lo
dejó cristalino: "El arma más destructiva que usa el fascismo es la
mentira". Publicidad y propaganda, como todos sabemos, son desde siempre
sinónimos de mendacidad. A mí me gustaría saber qué publicitan las mujeres
muertas para suscitar esta rabia. Si algo no se le puede reprochar a una mujer
muerta, es que sea mentirosa.
Cuando vagabundeaba
yo de reportero en Euskadi, en pleno fervor etarra, recuerdo que no se podía
dar un paso dialéctico o político sin que el PP te exigiera un minuto de
silencio por las víctimas. A veces, concentraban 70 minutos de silencio por
cada hora, con lo que nadie podíamos decir nada, y después aun le debíamos a la
democracia 10 minutos de silencio adicional. Mientras, el PP se lucraba con
nuestros silencios a través de la Fundación Miguel Ángel Blanco.
Si no respetabas
esos silencios interminables, eras un etarra y un antidemócrata. Solo podían
hablar los que exigían silencio, que eran estos mismos fascistas que hoy,
vestidos de torero, están saliendo del armario del PP y alanceando señoras.
Dicen las últimas
encuestas que las mujeres españolas votan más a la izquierda que a la derecha.
Y yo, sinceramente, no me lo explico. Quizá es que las vivas están buscando
también la "propaganda y publicidad" de la que gozan las muertas,
según el PP.
Hace 60 años, el
gran Gila publicó este chiste que no es chiste, sino propaganda y publicidad,
según esos 11 millones de antipersonas que votan fascismo tan democráticamente.
A mí, aun siendo chiste, no me provoca ninguna risa, porque no hay risa que se
escuche con 60 años de retraso. Sobre todo si estás muerta.
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