CRASO ERROR

CRASO ERROR

JOSU AIZPURUA

Ya está la Dama Cadete en su cuartel; ¿Alguien se cree que la hija del Jefe tendrá una instrucción igualitaria?

De entrada, mami, pretendió comida propia, que seguro conseguirá por otro conducto, y los algodones regios harán su servicio. Nos iremos enterando de los patinazos de este gran error, creo que definitivo, que la familia Borbón comete con su hija al enviarla a la mili.

Son tres años perdidos para la formación de una jóven que nada pinta en un Ejercito vocacional, donde se forja carácter, pero en su caso, la hija del Jefe será tratada con esmero y sin aplicar las rigideces para forjar carácter y disciplina que los terribles sargentos aplican a los cadetes.

No vean en mi crítica, antimilitarismo: yo más jóven que ella estaba en el Euzko Gudarostea, renovación del Ejercito Vasco que el Gobierno en el Exilio promovió para rejuvenecer las quintas del 36. Juramos los elegidos la ikurriña en los montes ante Comandantes y oficiales del Ejercito del 36 y se dedicaron a formarnos y actuar como comandos. Hasta que aquel testimonio republicano se disolvió por los nuevos aires monárquicos del 78, siempre sentí el honor de ser un oficial del Ejercito Vasco y viví según sus normas.

Pero esta falsa maniobra de la Dama Cadete nada tiene de sano militarismo y es una nueva trampa social para colocar buena imagen ante los papanatas de la prensa rosa. No es una vocación: es una simulación.

Buscan una tradición, de tres generaciones, ajena a la real histórica, precisamente para evitar la constatación que esta monarquía es fruto del dedo siniestro del Dictador fascista y que nunca tendrá un origen Histórico ni limpio. La Democracia debió haber acabado con ella.

Pero la Casta se aferra a su conservación, ante la alternativa de la temida Republica, y para ello comete error tras error, cada vez de mayor entidad.

La función de jarrón chino de los monarcas, convertidos en tema de prensa rosa, tiene un capítulo interesante en la Dama Cadete según las ocurrentes mentes de los encargados de su promoción. Otro craso error.

Nada puede ser mas inconstitucional (Todos somos iguales) que esta mili sin sentido vocacional ni para equiparar a la Dama con su generación, presa de otras inquietudes y movida por otras necesidades. Pero les dará motivos editoriales para colocar en portadas a la aspirante a reina sin oposición, ni mérito razonable. Campaña de imagen a costa del erario.

Estamos ante una burla social, atentado a la meritocracia, y rapto del poder social para someterlo al poder militar en su debida sumisión al poder civil, pues mantiene con la Dama cadete la ficción de que reinará “uno de los nuestros”.

Aparezcan ya, militares republicanos que acaben con la comedia