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martes, 11 de julio de 2023

REFLEXIONES ANTES DEL 23 DE JULIO

 

REFLEXIONES ANTES DEL 23 DE JULIO

 PRUDENCI VIDAL MARCOS

Se ha establecido  en casi todos los medios de comunicación presentar las próximas elecciones como un paradigma entre personajes y no podemos caer en su trampa porque el verdadero análisis, antes de ir a votar, no es si fulano o mengano, éste o aquél son mejores para gobernar. Lo que a los ciudadanos de a pie nos interesa es reflexionar (Sócrates) sobre qué representa cada uno de los partidos y su historial en favor de la mayoría social del país.

Es verdad que desde que Carlos Marx publicó El Capital en 1867, y no puede ser la referencia porque el capitalismo ha producido una serie de mejoras en la vida cotidiana de los trabajadores y que se ha mostrado dócil a reformas de muchos tipos y que se ha producido un alto grado de democratización en los países capitalistas europeos. Bien es cierto que se debió al crecimiento de los movimientos obreros que presionaron a los gobiernos a hacer concesiones a la clase trabajadora en una amplia serie de derechos. La economía mixta dirigida por principios keynesianos supuso una transformación gradual de la sociedad en una dirección igualitaria en un consenso ampliamente compartido. Y surgió aquello que los sociólogos y economistas han llamado “ El capitalismo del estado del bienestar”. Pero la globalización ideológica del capitalismo del “laissez faire” ha permitido una mezquina regresión de amargas privaciones en recortes de derechos y muchas veces sin el castigo electoral correspondiente por parte de la clase trabajadora.

Ahora planteemos qué van a llevar a cabo los partidos mayoritarios que se presentan en las elecciones del domingo 28. El PARTIDO POPULAR representa ideológicamente el capitalismo puro y duro que persigue ante todo y pese a todo el beneficio privado, y esto pese a todas las proclamas en sentido contrario que oímos. Sus propuestas no son compatibles con una buena vida para todos, porque su capitalismo está dirigido esencialmente por la micro-racionalidad entre desarrollo capitalista y contribución a mejorar el orden social afirmando que  son argumentos coincidentes. Y esto es una gran falacia porque la empresa privada ha presionado al Estado a intervenir con el fin de mitigar la redistribución de la riqueza. El capitalismo es una muestra clara de la incompatibilidad de una vida materialmente segura y moralmente decente para todos en una existencia prolongada. Así sus consecuencias han sido y son la pobreza, la falta de hogar, las privaciones de lo más necesario, la enfermedad evitable, la precariedad, el menosprecio a los ancianos, en fin, a las privatizaciones de todo aquello que era y es público. La diferencia entre las llamadas “sociedades opulentas” y las clases medias trabajadoras crece porque el sistema está engranado para la consecución del beneficio privado: sanidad, educación: guarderías, primaria, secundaria, universidades, residencias, trabajo femenino etc. y son alejadas de la misma sociedad de consumo creada por ellos. Los asalariados nunca estamos a salvo del desempleo, ellos sí; el sistema de protección social tiene dos niveles consolidando las deficiencias de los servicios públicos. Las prestaciones fundamentales dependen de la capacidad de pagar por servicios privados, el segundo nivel, muy inferior al primero, es lo que queda para la mayoría que no puede pagar estos servicios.

Despierta, trabajador, mujer, pensionista, joven y ten en cuenta tus principios y tus aspiraciones a la hora de elegir la papeleta el día 28 de julio.

El PSOE actual presenta una hoja de servicios a la comunidad que ciertamente mitiga la audacia de recortes sociales de las legislaturas anteriores, pero debemos reflexionar (Sócrates) la deriva de la Social-Democracia. Se muestra evidente la diferencia entre las sociedades donde los partidos social-demócratas han influido en la construcción de un estado social de derechos efectivos, duraderos y estables, que no es el caso de España. Pero nunca ha estado claro, y nunca han explicado qué rasgos del capitalismo les mueven a luchar por una alternativa radical a él. No han posibilitado de verdad una democratización social, donde los trabajadores y los movimientos sociales sean portavoces de las exigencias de la acción de gobierno, se han alejado de los que vivimos en este mundo creando un mundo político en el que sólo viven ellos. Han desaparecido las agrupaciones de barrió, las asambleas populares para el debate y para la acción política. Han creado un conglomerado de relaciones con las que llevarse bien facilita un equilibro. No existe radicalidad democrática en llevar a cabo las propuestas y como se dice en lenguaje castizo “siempre nadan entre dos aguas” y así lo que se construye con los cimientos de barro, la torrencial lluvia capitalista lo deshace en poco tiempo. Esa falta de rotundidad socialista como contrapeso al beneficio privado, esa incomunicación con los trabajadores les hace parecer socialistas en las campañas electorales pero, como aquel que no acaba de creérselo, claudican a la hora de gobernar defendiendo y ampliando la posibilidad de una vida mejor para todos gracias a su gobernación. Y afirmo esto por la falta de planes de desarrollo industrial propio, infraestructuras en ferrocarriles periféricos, telefonía 5G en todo el territorio, control de los medios de distribución de alimentos, cumplir con el estado laico que afirma la constitución etc.

El nuevo partido llamada SUMAR: me parece una contradicción que se construya un partido desde arriba, siendo la líder la que se propone para tal. La democracia se construye desde abajo y no desde arriba. Este es el aspecto negativo que aprecio en él. Que todos los partidos alternativos de izquierda se hayan unido para que la ley electoral no penalice su insignificancia individualista me parece loable. Sin embargo, ni sus propuestas ni su ideología están suficientemente explicitadas. En verdad ¿son una alternativa social al capitalismo? ¿El concepto “progresista” es suficiente para una sociedad tan desigual como la nuestra? ¿Su modelo económico es el mismo que el modelo reinante? ¿Los bonos sociales en campaña van a ser el anzuelo para ganar votos o van a practicar una economía redistributiva e igualitaria? ¿Son un complemento del PSOE o radicalmente opuesto a sus complacencias capitalistas?

Deben explicar no las medidas a tomar solamente, si no la base ideológica que les mueve y que el poder sirve para servir a una sociedad que anhela una mejor y prolongada vida de servicios sociales y de trabajadores y trabajadoras que puedan vivir con dignidad por sus salarios y unos ancianos cuyas jubilaciones sean la recompensa a una vida llena de sacrificios.

 

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