RUIDO DE CADENAS, ECOS DE ESCLAVITUD

 

RUIDO DE CADENAS, ECOS DE ESCLAVITUD

 

EDUARDO SANGUINETTI, FILÓSOFO

, POETA Y PERFORMER

"Camino por la calle de los primeros dolores con un carnaval a toda marcha. Voy trotando por el camino, entre un denso gentío equinoccial, derramando las melodías que he aprendido. Como un hijo pródigo camino con dorado ocio por la calle de mi adultez. No estoy desilusionado, todo como he imaginado es cambio y transformación... El cielo cuelga inmóvil, el aire está quieto, silencioso. Más allá los músicos afinan sus instrumentos. ¡Otro día de vida!" (Fragmento de mi libro Big Relato, 2007)

 

La realidad duerme sobre la servidumbre impuesta, sin miramientos en países subordinados al orden imperial de Occidente, tal el caso de Argentina, devenida en espectro de un mundo de gobernantes sociópatas que se acuestan con las multinacionales criminales, socias de Washington, que todo lo manipula y elimina… Gobiernos y corporacionistas que van tras el lucro y la explotación de los pueblos y de sus gobiernos inútiles, en estado de indigencia, insatisfacción y humillación... Y los Derechos Humanos ¿dejaron de tener vigencia?, o sólo lo proclaman los especuladores y corruptos que lucran con ellos.

 

Una guerra, que emite ruidos de cadenas, ecos de esclavitud a pueblos dóciles, en nombre del reordenamiento del mundo, y cada movimiento afecta a todos los demás. No solo a los países, también a las clases sociales dentro de ellos, y a las fracciones de clase. Las relaciones de fuerza entre clases sociales dentro de un país tienen un correlato en su política exterior. Y viceversa.

 

Hoy, un mundo en estado presocial, asimilado en tendencia de ir tras las ganancias de activos incorpóreos junto al poder concentrado en manos de pocos que provocan confrontaciones entre pueblos en estado de indigencia, en Argentina lo apreciamos de modo concreto, por obra y gracia de la gestión de gobierno incapaz, colonizado, entreguista, que pacta con Satán, a espaldas de un pueblo en estado de anomia.

 

Los recursos invalorables de esta tierra, como el litio, gas, navegación de ríos, alimentos, parece son entregados a USA, a cambio de refinanciar de modo torpe y cobarde la deuda externa, delictiva, criminal, tomada por Mauricio Macri, el mercader de Tandil, y el Fondo Monetario Internacional, deuda que no fue utilizada para realizar inversiones productivas sino para pasar de pesos a dólares las ganancias de las empresas y girarlos al exterior... Deuda legalizada por Alberto Fernández, el oprobioso presidente de Argentina, quién no ha cumplido con las promesas que anunció como primer mandatario de un país en caída libre, al pueblo que le otorgó el voto... Sin embargo, son los instrumentos principales para lograr un sometimiento pleno de esta tierra a los Estados Unidos.

 

La desesperante necesidad de dólares sirve para presionar e instalar en el estadio de servidumbre a los argentinos y su gobierno traidor. Argentina, a pesar de todo, genera los dólares que necesita, pero el capital financiero internacional encontró en la deuda externa, con la complicidad de la lumpen-burguesía local, el tilingo cipayo, la manera de devolver esos dólares a Wall Street y reciclarlos, sumiendo al país en una escasez cíclica.

 

La satisfacción de los trabajadores no es una preocupación para las empresas, ni para los gobiernos, creo no hay espacio para argumentar, basta observar en derredor, el estado de indigencia y de pobreza extrema de los hambreados, sin techo, sometidos a los avatares de la política internacional a la cual Alberto el "reculador empedernido", intenta sumarse, pareciera sin internalizar que es sólo un 'bibelot' en el sádico juego especular del imperio y de la oligarquía financiera local.

 

Como nota de color 'amarillo cadmio', comento que he leído un informe publicado por Gallup en 2016, revela que sólo el 13 por ciento de los trabajadores se sienten atraídos por sus empleos. Dicho de otro modo, el trabajo es una fuente de frustración para el 90 por ciento de los trabajadores del mundo... Creo no es para dejar de meditar sobre este dato, por demás irrisorio, por cuánto los presidentes del submundo sudamericano, prometen más trabajo, con salarios miserables a una ciudadanía que no le interesan ni las promesas ni el futuro que se avecina, apocalíptico y con posibilidades de que se libren batallas en nuestros territorios, tan apetecibles para Occidente... Oriente no deja de tener rol trascendente en este mapa geopolítico que se ha articulado hace tiempo en la región... ¿Y la Unasur?

 

Me pregunto qué sentido tiene celebrar el 1º de Mayo si en espacio y tiempo, se plantea una situación similar a la de hace un siglo y medio en la recordada Revuelta de Haymarket, Chicago y sus mártires, salvo que en aquel entonces se podía aspirar a superar los conflictos con una revolución, que podría tener espacio, pero sin ánimos de que se concrete en este milenio de muerte del sentido, dado el amor incondicional a ser colonizados de los argentinos 'medio pelo', devenida por la negociación atroz que el gobierno de Alberto y su ministro Guzmán, cerraron en marzo de 2022 con el FMI, contra todo pronóstico de los ingenuos y ávidos especuladores locales, que contiene condicionalidades que instala a la Argentina a las puertas de la peor crisis económica, social y política de su historia...

 

Nada debajo del éxtasis y la sumisión sin resistencia a lo impuesto por este órgano internacional, que sojuzga y esclaviza pueblos... De todos modos este acuerdo con el FMI, no fue cerrado para ser cumplido sino para que llegado el momento, sea un instrumento para imponer al país la condiciones que la situación haga pertinentes. En ese punto, las finanzas dan paso a la geopolítica.

 

El presidente argentino en su habitual modo de humillarse ante el poder, intentó transparentar el núcleo de la relación, “ayuda” financiera a cambio de que Argentina entregue recursos invalorables, ¿real? así es, sin dudarlo Alberto forma parte del carnaval rabelesiano en acto, que pone a la Argentina, mi país de rodillas ante el colonizador y opresor: “Somos grandes productores de alimentos, somos grandes proveedores de gas, y el primer importador de litio de Argentina es Estados Unidos (…)

 

Concretamos esta reunión con los equipos para poder trabajar en estos asuntos, sabiendo que Argentina está viviendo una situación particularmente difícil”, palabras del 'tal' Alberto, el hombre sometido y sin ánimos de celebrar ser primer magistrado de un país como los es la República Argentina, no lo ha demostrado ni lo hará en los meses que restan para que un pueblo concurra a las urnas a votar a sus verdugos, deplorables candidatos de tinte sociópata, fascistoides algunos con patologías visibles, ignorantes y siguiendo el correlato del gobierno de Alberto, ¿caben dudas?...

 

Eutanasia en relato novelado, de un país: Argentina, con futuro elminado en calidad de ser libre y autodeterminante, si el pueblo no tiene ánimos de salir victorioso del corral, donde se lo ha encerrado... De todos modos, de no llevarlo cabo por desinterés y cobardía, podrán ver coronada su mediocridad en Netflix, un espacio donde se da lugar a los penetrados por tendencias prostibularias del imperio del norte, previo pacto 'fáustico', pues nada se hace a destiempo, sobre todo para los negociables escorts de esta tierra.

 

Es imposible dar espacio a una mentalidad revolucionaria hoy erradicada del sentir y pensar de los pueblos, que viven en estado de anestesia y resignación el espectáculo insano que propone y ejecuta este sistema genocida. Simulación de un simulacro, en un espacio de libertad condicional que tiene como marco de ¿legalidad? el creer existir en una democracia procedimental y ficcional.

 

La democracia procedimental, sobre la que he escrito junto a Sartori, hace años, carece de todo contenido ético y no le interesa la defensa de ningún valor, salvo la coherencia con las normas del sistema de poder: la democracia está reducida a una maquinaria de contenido procesal. Nos convierte en sociedades anónimas.

 

Un totalitarismo subliminal ha sentado reales en el mundo, devenido en la puesta en acto de conductas socioculturales y políticas compactas, con la inestimable ayuda de las “tecnologías de punta”, que penetran la epidermis del tejido social, degradándose y convirtiéndolo en un objeto del destino con la valiosa complicidad de las fuerzas vivas del capitalismo empresario, la Iglesia, las Fuerzas Armadas, los intelectuales de la cultura "chatarra" de corporación mediática mercenaria y los partidos políticos, en el crepúsculo de sus funciones de ser legítimos representantes de los pueblos.

 

Dentro de la bestial política latinoamericana se encierran cinco siglos de tragedia y desventura, cual siniestro karma… De un siglo a otro, y de forma inalterable, perseveró la misma consigna de dolor y fracaso para el pueblo.

 

La conquista española le pasó la posta a la colonia y esta al feudalismo criollo, que perdura a pesar del discurso cómplice de quienes dicen gobernar en nombre de la igualdad y libertad, de la fraternidad y la verdad: estafadores y ladrones de la vida de los pueblos, quienes se manifiestan alegremente, pactando bajo la luz de neón con los eternos enemigos de Latinoamérica y sus habitantes. El feudalismo nativo pactó su comodato con imperios criminales, instalando tendencias prostibularias de todo tipo, que eliminan la vida en paz, armonía equidad y libertad.

La especulativa y destartalada teoría de lograr llegar a que los trabajadores conquisten sus derechos, en transformación gradual, es una patraña infecta, causa primera y única de nuestra constante frustración de no haber logrado alcanzar la unidad de nuestra Latinoamérica, tan fragmentada, balcanizada y prostituida...

 

En el preámbulo de la Carta de la Tierra se lee: “Estamos en un momento crítico de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro…”. Así empieza. Y así termina: “Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamamiento a buscar un nuevo comienzo”.