SIGLO XXI
JOSU AIZPURUA
Llegó con demasiado
silencio, y hoy en su primer periodo; sigue inédito en el Mundo. Un Mundo que
sigue anclado en sus paradigmas del XX, incrédulo ante su resultado, añorante
pero incapaz de reaccionar. Despertaron “el sueño americano” y se
convirtió en una pesadilla china ante la que nada tienen que ofrecer. Solo la
violencia y la guerra es su respuesta, pobre y perdedora, y en su seno surgió
el Trumpismo como retroceso y terror.
Hemos gastado un
tercio de este siglo sin resolver sus contradicciones y seguimos con falsos
paradigmas.
La guerra que el XX comprobó su ineficacia y drama, vuelve a nuestras portadas y el absurdo de buenos y malos es la moneda corriente entre las plumillas pesebristas. Los Lobbies siguen mandando, pero no saben lo que hacen.
Hay una enorme
contradicción entre bien social y beneficio capitalista. Los robots, los
drones, la IA, actúan con prevalencia pero ¿quién los programó? Es
evidente que lo fue el beneficio empresarial y no la necesidad de dotar al nuevo
invento de una sensibilidad social para resolver las necesidades de la
población mundial.
Estaba yo, jóven
ilusionado, en labores de ayuda internacional a Cuba construyendo viviendas
para los trabajadores de una fábrica y en mi arrogancia vasca me dirigí al
responsable de las obras para “enseñarle” un dispositivo de ferralla que
duplicaba la velocidad en armar a las vigas y pilares. Me miró a los ojos y me
dijo; “y que hago con estos compañeros”. Me dio una lección de socialismo práctico.
Lo remató la Presidenta del Poder Popular cuando ante mis alardeos por haber llegado
al Parlamento Vasco, me soltó: “Pues no sé qué le enorgullece pues nosotros ya
nos libramos de españoles primero y de capitalistas después”.
El socialismo real
es algo muy distinto del socialismo de boquilla que hoy practica la izquierda
de la izquierda de la izquierda, que de tanto mareo: se confunde con la
derecha.
La alternativa no
está entre Yolanda, Irene, Errejón, si no entre buscar soluciones a la IA,
enfrentarse a los 50% de puestos de trabajo que eliminarán los robots con
el incremento de beneficio empresarial y disminución de Impuestos obreros que
nutren la Sanidad y Enseñanza. ¿Qué me dicen sesudos izquierdistas de salón o
de pesebre?
Alguien programó
los drones que hoy arrasan la guerra Ukrania pero no sabemos por que explotan
ni cuáles son sus reglas humanitarias, y esto es primordial para este siglo
XXI.
Humanismo social o beneficio salvaje; he ahí el dilema. Y los votos lo reflejan: ¡que no va de semáforos, que va de nuestro futuro
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