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miércoles, 1 de febrero de 2023

LLEGADA(NARRATIVA) 2 y 3

 LA LLEGADA(NARRATIVA)2

DUNIA SANCHEZ

Los restos del ayer, del hoy y de un mañana empañan mis pisadas hasta el campamento. Restos de gentes supervivientes, abandonadas a la deriva de sus sentidos. De gentes que han fracasado en ese último aliento. El camino se me hace estremecedor, angustiosos, constantemente martilla mis recuerdos, mi ahora. Intento soportarlo. Intento abrazarme a la confianza. Intento, en vertical, sostenerme sobre mis pilares bien agarrados a las profundidades de la tierra. Y confío en mis fuerzas, en mi equilibrio entre el bien y el mal. Intento ser honesta conmigo misma y sigo. Ya está próximo…muy próximo. Escucho un piano, el piano de alguien sonoro a mi memoria. Y lo veo, cuando más cerca estoy. Es el, es el mismo con su figura más flaca, con su peno cano ya, tocando. Animando a esos seres que se revuelcan en la más absoluta miseria. Cierro los ojos y respiro hondo, me detengo. He llegado. Nadie me mira, una más. Niños corretean alrededor de mí. Niños que aun le quedan la sonrisa ante el telón que esconde lo que les guarda detrás, atrocidades. Yo también les sonrío y se alejan. El olor de este lugar inhabitable vuele ha humanidad, a una humanidad podrida en el paso de los años, muchos. Antes de adentrarme más quiero seguir escuchando a ese hombre del piano, a ese hombre destruido poco a poco mientras pasa las estaciones.

 A ese hombre de harapos y esqueléticas manos, con sus guantes cortados, sucios. No se cansa. No se cansará hasta que todo esto no existe. Utopía del hombre que a cada día que pasa se vuelve más grave. Y , me pregunto cuando me fijo en sus ojos cuando está con sus piezas musicales ¿Es feliz? Debemos tener en cuenta que la costumbre , la monotonía en el paso de los tiempos se hace un vicio con el cual estamos a gusto. Y sus ojos expresan tranquilidad, como si su concierto fuera escuchado fervientemente por alguien cuando no es así. Ay viejo perdedor, no lograste tu meta y sin embargo sigues y sigues en un ciclo cerrado de tu existencia. Comienza a llover, el continua, sus huesos cansados ya han asimilado ese estado. Truenos y relámpagos avisan de la tormenta que caerá en el campamento, en este campamento marginado de toda ilusión. El tal vez sea ese sacrificio hasta que llegue la paz, la libertad, la muerte. Un pájaro pasa a ras de mi cabeza, se aleja, un pájaro de vuelo frágil, pero entero...CONTINUARÁ

LLEGADA(NARRATIVA) 3

DUNIA SANCHEZ


Penetro en su vientre como colapso de un drama eterno…eterno. Todo sigue igual, yo diría que peor. Una mujer con camiseta blanca es espalda que observo. Una mujer despeinada, con las grietas de los años. Por sus movimientos desde aquí, de esta lejanía tan cercana la reconozco. Su voz llega a mis sentidos y tiemblo…un temblor que me enmudece, que me hace desviar la vista, que me hace apagar mis oídos. Me intimida, no sé lo que se esconderá detrás de esa cortina de sentimientos. Sin embargo, capturar este instante crea en mí cierta paz, cierta tristeza y no sé por qué, será el miedo al rechazo. Sí, esa tempestad que vuelca los corazones cuando han cometido un error. Intento espabilarme, quedarme quieta donde estoy y mirarla así, de espalda. Los años han pasado, muchas vivencias hemos tenido. Tantas que ahora es todo distinto. Todo cambia, no cesa de lloviznar en este atrofiado invierno. Aquí siempre es invierno, un invierno dando azotes de crueldad, de desinterés por los que aquí habitan. Levanto mis ojos más allá de este refugio y montañas extrañas se mueven como paredones de la ida.

 Levanto mis ojos más allá de ella y la imagen de mi madre se hace presente. Una imagen pasiva. Una imagen mayúscula. Una imagen determinante en mis decisiones. Siento su calor en mi mano y ando…ando hasta ella. Algo me detiene, la vergüenza. Los fracasas de vidas anteriores me amenazan. Tengo la sensación de cansancio. Tengo la sensación de vértigo. Tengo la sensación de debilidad ante lo que amo. Inspiro y espiro…espiro e inspiro. Lo que sea será. No hay que provocar, no hay que acelerarse solo, tomar paciencia donde el resto del tiempo de hablará, te dirá la verdad. He llegado aquí por lo que quiero. La he encontrado, de espaldas, incansable en su labor humanitaria. Yo soy otra, una existencia que se ha transformado a lo largo de los años. Y todo cambia...sí, nuestras vivencias van tallando nuestro carácter, nuestra forma de ver las cosas, de afrontar cada jornada. Ahora, es todo tranquilidad, me digo. Hay que aceptar las cosas tal y como son. Hay que aceptar que todo cambia…La imagen , si recuerda, de mi será distinta a la del hoy, a la de un ayer apagado ya en mi vida. Solo tomo aquellos fotogramas gratos, pocos o muchos, me da igual...CONTINUARÁ

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