LOS BENEFICIOS DE LAS EMPRESAS CRECEN SIETE
VECES MÁS QUE LOS
SALARIOS
Los beneficios
de las empresas aumentan a un ritmo mayor que antes de la pandemia mientras
bajan los salarios. El Banco de España constata que las empresas han trasladado
la inflación a los precios de las mercancías, y, por tanto, a los bolsillos de
los trabajadores. De este modo los beneficios de estas han crecido un 21,1% en
el último año.
ELÍAS LAVÍN
En 2021 los beneficios ya se dispararon un 13% más, frente al 4,7% previo a la pandemia. Mientras tanto, el aumento en salarios y cotizaciones sociales se ha elevado a apenas un 3,2%, y el incremento en inversión en personal y aumento de las plantillas decreció al 6,9%. El balance final es categórico: los beneficios son siete veces mayores que el aumento en salarios. Huelga decir que los altos niveles de inflación dejan el aumento salarial muy por debajo, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo.
De este modo las empresas han elevado sus ingresos y han mantenido o incrementado su rentabilidad. Tanto patronal y Gobierno han hecho recaer el coste de la inflación sobre los precios de la energía, transporte y materias primas, encareciendo la cesta de la compra al mantener los salarios de los trabajadores por debajo de la inflación. Como planteaba Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, “el reparto entre empresas y trabajadores de los excedentes de la actividad se ha volcado hacia las empresas”
Esta encuesta del Banco de
España, recogida en su Central de Balances Trimestral, se ha realizado con
datos de 920 empresas, excluyendo a bancos y aseguradoras. Los datos muestran
que todos los sectores empresariales han mejorado o mantenido la rentabilidad
de sus negocios, si bien con una marcada heterogeneidad.
“La recuperación de los
beneficios ordinarios habría permitido que, para el conjunto de las empresas
encuestadas, el margen sobre VAB (Valor añadido bruto, que mide la proporción
de este resultado que se quedan las empresas una vez deducidos los gastos de
personal) siguiese aumentando en 2022, hasta situarse en niveles similares a
los existentes antes de la pandemia”, explica el Banco de España.
El sector energético se lleva la
palma, aumentando la rentabilidad en un 57,5% en el último trimestre, habiendo
aumentado ya un 6,1% en el anterior. La industria, si bien ha reducido su
rentabilidad en un 4% viene de subidas del 72,4% en el anterior trimestre, y
del 20,8% en el primer trimestre del año. La hostelería ha aumentado en un
15,2% y el transporte en un 30,7%. ¡Nada mal para ninguno de los principales
sectores empresariales!
No tan buenas noticias para los y
las trabajadores. Los salarios ya han perdido, gracias a la inflación, un 10%
de poder adquisitivo en dos años. La situación se ceba con los jóvenes, para la
franja hasta 25 años, los salarios apenas superan los 7.300 euros anuales,
según la Agencia Tributaria. Los sueldos situados por debajo de 1000 euros para
las personas de entre 16 y 29 años pasan del 30 al 45%
desde 2019. Sin embargo, ni los trabajadores
más estables están a salvo, colectivos como los y las trabajadoras públicas han
perdido un 15% de salario real en la última década.
Es urgente una subida de
emergencia de todos los salarios y pensiones. Los sindicatos tienen que exigir
una subida de las pensiones mínimas y el SMI de al menos hasta los 1600 euros.
Asimismo, hay que recuperar las cláusulas de revisión salarial que la reforma
laboral del PSOE y Unidas Podemos se negó a reincorporar en los convenios.
Estas cláusulas, obligatorias y actualizadas mensualmente con la inflación
real, son imprescindibles para impedir que las empresas sigan haciendo recaer
la inflación sobre los salarios. La izquierda sindical, y en especial CGT,
tiene la responsabilidad de tratar de quebrar la pasividad que imponen las
direcciones de CCOO y UGT y su aquiescencia con el Gobierno.
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