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domingo, 18 de diciembre de 2022

EL 'ABC' ABRE SEDE EN POLONIA

 

EL 'ABC' ABRE SEDE EN POLONIA

ANÍBAL MALVAR

Lo del cambio climático empieza a ser tan preocupante que, según dicen los expertos, hasta hay corrimientos de territorios y naciones. Nos lo cuenta en su titular de portada de hoy el ABC: "Los jueces alertan de que el asalto a la Justicia nos acerca a Polonia".

Por mucho negacionista que haya, yo ya voy sintiendo el frío de esta deriva hacia el norte. Miro el mapa de Google y observo que el asalto a la Justicia ya ha provocado que España se desplace sobre el Auvergne. Nos queda cruzar Alemania y quizá Chequia, depende de los vientos. Pero pronto entraremos en Polonia, según nos cuenta el ABC.

El director del ABC, Julián Quirós, debe de ser tan melómano como Hitler, que cada vez que escuchaba a Wagner le daban ganas de invadir Polonia. Aquí, como solo tenemos a Manuel de Falla, que tiene nombre de lanzador de penaltis en Catar, nos conformamos con invadir Polonia a base de titulares. Inspirarse en la música es de notas, de viejuno, de Gran Lebowski, de colgao. Yo he dejado las drogas y ahora me pongo con los titulares de nuestros periódicos. Y estoy sobrevolando Polonia, chicas, guauuu, gracias al ABC. El LSD también tiene tres letras, pero el ABC pone más. Lo prefiero como droga y como periódico. Veo Varsovia desde Madrid.

 

Cuando yo era joven, se insultaba a nuestra democracia comparándola con dictaduras de ignotos países africanos o asiáticos o centroamericanos. República bananera y tal. Yo tenía un amigo, policía corrupto de El Salvador, que acuñó la expresión perfecta para describir el felipismo:

 

--Sois unos socialistas guantanameros.

 

 

Nunca supe qué significaba, pero significó.

 

Ahora, aunque somos más viajados, solo tenemos gasolina para acercarnos a Polonia. Ya estoy sobrevolando Chequia gracias al ABC.

 

En Polonia hay un gobierno ultraderechista desde hace más de quince años. La izquierda ha desaparecido misteriosamente del mapa político. Los guay-fascistas del PiS (lo siento, es el nombre del partido) y los triste-fascistas de Donald Tusk se reparten los gobiernos desde 2005. Tusk, como presidente del Partido Popular Europeo, se definió como cristianodemócrata. Que yo no sé lo que será eso. Si eres cristiano, crees en dios, que es un todopoderoso no elegido democráticamente. Resuelve tus contradicciones, que yo ya tengo las mías.

 

El caso es que, a pesar de que suene delirante el titular del ABC, yo sí constato que nos acercamos a Polonia. Ese país donde no hay ciudadanos de izquierdas. Por misteriosas razones, como he dicho antes.

 

Hoy, en España, no hay ciudadanos de izquierdas, como en Polonia. La ley mordaza te impide ser de izquierdas si quieres manifestarte y eres pobre, porque te pueden sancionar por cualquier cosa, y el miedo inmoviliza. Lo sé por experiencia.

 

Me hace mucha gracia el pudor que tenemos, incluso los medios de izquierdas, o los partidos de izquierdas, o el pueblo de izquierdas, para decir que estamos sufriendo un constante golpe de Estado no militar. En España, en Europa, en América, en el mundo.

 

Los intelectuales de la derecha lo tienen claro: dile a tus lectores que nos acercamos a Polonia, que nadie sabe qué pasa en Polonia. Ni ellos. El caso es que Polonia es el país que ellos desean, sin izquierda (desaparecida misteriosamente), con un fascismo consentido por la UE, con su apoyo a Orbán, y con sus ganas de escuchar a Wagner.

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