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domingo, 18 de septiembre de 2022

HA MUERTO LA REINA DE LOS BANDIDOS


HA MUERTO LA REINA DE LOS BANDIDOS

MAITÉ CAMPILLO.

(Se oye gritar a un voceador de avisos corneta en mano pregonando por las calles) Ciudadanosss, ha muerto la reina madre Isabel II!! La más grande de los corsarios, bandidos, piratas al rescate del botín, la amante del apartheid con 96 disparos al aire inmortalizando el adiós. El mundo de los poderosos llora lágrimas de cocodrilo y también el pobre diablo, el gobierno el terrateniente el oligarca inglés y hasta los más ricos lores con su indecencia ahondan su espacio en salvas de eternidad `Vuela paloma sin pena que ya lleno de zorros el corral y enviando a sierra desierta los izquierdistas si es que queda alguno de la quema, el pueblo podrá sin barreras disfrutar de tu paz en dinastía de los Windsor, del engaño e historia mano alzada por tu gracia y de la que fuera tu madre, padre y demás espíritus presentes de no muy diferentes hábitos, todos te saludamos y aclamamos en familia Dios salve a la reina la faraona de más agallas y cañones  <Oh, adiós, mis avecillas, gracias por las estruendosas salvas que me enloquecen y aunque no tengo copa con que brindar ni un paso atrás se dará a mi inmortalidad, llorando dejo las democracias del mundo junto con las iglesias de la España colonizada>.

 

La reina de los bandidos de mano alzada

 

Vergonzosas imágenes de la familia real durante décadas ocultas forjando un silencio cómplice, una manipulación, una censura eliminando que se identifique el nazismo con el pilar de los altares de la corona británica, nada más lejos de la realidad y rendimiento de su ideología sobre el crimen realizado como un lugar santo en su parnaso –infecto de colonialismo y cadáveres– como si con ello lavara el capitalismo su estampa entre únicos e impares del nacionalsocialismo internacional avivando su llama. Su parafernalia incita su aclamación, más que su despedida, como convidando a una fiesta con el pasado imponiendo el mosaico humorístico del “olvido”, sobre un arrepentimiento patéticamente justificado que más enriquece sus arcas privadas, entre coloniales epidemias en guerra fría donde sus crisis salen favorables forzando a indefinirse a diablillos y revoltosos “molestos” ofreciendo el silencio al son del vino por agua turbia sobre la historia del “todos nos equivocamos alguna vez” como eslogan de vida común, la mentira, el ocultar los hechos, el aceptar y callar sus estragos –por cortesía diplomática– como si nuestro objetivo estuviera resulto en un congreso del unido donde lo antagónico fuera esfumado por el aire o hubiésemos puesto pies en polvorosa sin dejar huella ni secuelas <<pudiendo rezar a un mismo dios y evangelio>> junto a asesinos de matanzas tropicales y guerras de exterminio, de hambrunas, esclavitud del látigo, misil y bomba atómica en redoble de leyes dominantes de explotación. Ha muerto el símbolo de la piratería más llena de cocodrilos humanos, la que abanderaba la bandera de los tiranos postrados al mundo anglosajón con sus lacayos del viejo y nuevo imperio: están de luto, la reina del Beefeater, ha muerto.

 

Hay sobradas señales en el mundo evidenciando que ejercer el poder capitalista, corrompe, tanto como degrada someterse a él. Demuestra que no solo de té se puede burlar la inteligencia, también al pueblo con sus sainetes, sátiras, vítores, aplausos, moralejas y dichos tan hirientes unos, como vulgaris picarescos y hasta en coqueteo de nobleza como ‘a rey muerto rey puesto’. Y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo Carlos III!! Ahí está otro más de los incapacitados doctorado (apodado) El orejas y también El desesperado en revuelo como el brandy a lo Carlos III –en marca de su mismo tratado- y de otro rey, éste Borbón, que reinó en las España’s de jota y caballo coronando Reyes e Isabelas. Se empeñan en reventarnos de hastío monarquías y borbones, con su brandy y sus yates a todas horas todos días del año, los ostentosos de la televisión pública tal como si fuera privada de la dinastía inglesa y de postre la heredada por Franco con sus bases militares colonizando. Los impostores de lo público ofrecen telediarios, a su favor, reportajes de pesca con salmón y culebrones en seriales falsimierda de sesudos, periodistas sudando el arrastre de vasallaje y monarquía ¡Viva el colonialismo inglés, viva Marruecos rey y la reina OTAN, el sionismo de los santos judíos del dios de las guerras en prensa y cultura como recotillearse de la requetecotilleada Dinastía ensalzando el arte (como carnaza) del cotillear de un pueblo de hadas pariendo en su lugar una musa: Lady Di, con sus paparazzis, sus moríos y amores fríos, sus pelmazos pretendientes y gorilas a la espalda con todos los ingredientes en versión muy particular, objetivo y estrategia de bondad en boca de una boda para un pueblo, y solo un amor a medida, sin ceremonia real ni cortinas ni visillo a pelota picada oficiada como de los primeros tiempos de la creación en clave de drama.

 

Oh lá lá, oh mon Dieu, que la España oficial también tuvo una Isabel II! Una reina y como dios manda llamada de igual manera allá por los años 1833-1868, a la que casaron con su primo en circuito cerrado como solían hacer los borbones para que nadie les tocara los bemoles. Hasta que el desgaste de su naturaleza débil y ligera les impuso otra fricción en cambio de sangre y bilirrubina con lo que a la Isabelica le vino rebien, aparearse con frailes y curas hasta con veterinarios contra el fraude y la miseria junto a militares rasos y también de alta montura pues había que apañarse hasta con algún bohemio despistado de la época falto de amor maguera pastor! Tan ceñido fue el apaño que reconoció a 14 hijos legítimos, y ni se sabe los abortos consentidos por la madre iglesia y cuantos más no reconocidos pues ser ya eran en demasía para que el populacho consintiera tantos gastos a su cuenta, pues más de la mitad fallecían sin llegar nunca a trabajar, algunos al poco de nacer pero no se supo nunca cómo ni de qué, lo que sí que honró tanto su borbonía como su altanería ‘distinguida de palacio’ que se enriqueció a costa del pueblo en regocijo de derecho y obtención de sangre azul (Y) del pueblo vivió como todos los de su linaje y pelaje hasta que fue expulsada desterrada a su tierra, o sea, a Francia ‘la neutral’. Si su reinado fue un desastre en todos los estamentos de poder el panorama educativo de su reinado fue desolador. En 1855 había en el Estado español 6000 pueblos sin escuela; en 1858, existían solo 53 institutos de secundaria, con unos 10000 alumnos (cinco veces menos que en su querida Francia con la mitad de población), habiendo solo 6104 alumnos en las diez universidades de todo el Estado (Oviedo y Salamanca tenían 100 en sus cuatro facultades) y más de la mitad 3472 estudiaban Derecho –¿Para qué lo utilizaban?– para seguir engañando al pueblo engrillando por ley del tirano sus pies y manos al hambre y la miseria. Los equipamientos culturales eran tan míseros y tan pobres como el pueblo bajo su mandato. En 1859 había en su España 56 bibliotecas públicas, único punto de acceso al libro de la mayoría de sus habitantes: la de Bilbo disponía de 854 volúmenes impresos; la de Santander de 610; la de Segovia 194; la de Huelva 60 (posiblemente el imperio inglés hizo una gran quema en las Minas de Riotinto).

 

Emilio Castelar y Ripoll en su artículo periodístico titulado El rasgo, declaró que en realidad Isabel II, agobiada por las deudas se reservaba un 25 % del producto de la venta de unos bienes que en su mayor parte no eran suyos sino de la nación (no francesa de sus orígenes). Pero el gobierno español muy español lameculos de las botas imperiales, ordenó la destitución y expulsión de Castelar como profesor universitario, lo que provocó la dimisión del rector de la Universidad Central y las manifestaciones estudiantiles que culminaron el 10 de abril con la Guardia Civil tan veterana en la calle como salvaje relinchando a golpes y asesinando once estudiantes (se dijo) y 193 heridos incluyendo entre ellos algunos ancianos, mujeres y niños transeúntes. La Reina de los tristes destinos, de triste mandato y más triste miseria al pueblo tuvo que hacer frente a la Revolución de 1868 (conocida como La Gloriosa), que la obligó a abandonar el Estado español, en tren desde San Sebastián, donde veraneaba. Isabel II se exilió en la tierra de sus orígenes donde recibió el amparo del maltrecho imperialista Napoleón III y Eugenia de Montijo, y estableció su residencia en el parisino Palacio ‘de Castilla’ hasta su muerte el 25 de junio de 1870 (abdicó en París en favor de su hijo el futuro Alfonso XII). En Madrid y en la corte circuló el rumor de que su verdadero padre no era el consorte Francisco de Asís de Borbón, sino un capitán de ingenieros de nombre Enrique Puigmoltó y Mayans venido a más por asalto del saber colocar en su lugar el gatillo y la sanguijuela pues se le llegó a nombrar III Conde de Torrefiel y I Vizconde de Miranda (Y) aunque algunos autores atribuyen la paternidad a otros personajes de la normal doctorada en alcobas de palacio, Puigmoltó o ‘Puigmoltejo’ es aceptado como el verdadero progenitor por diversos historiadores.

 

En cuanto a la otra Isabel II, la de Inglaterra, hay archivos de Marburgo que revelan un Hitler diseñando la restauración del duque como rey de Gran Bretaña. Siendo Eduardo como era, un potencial aliado, los nazis mantuvieron que alejar a Inglaterra de una alianza con Alemania, fuera la principal razón de las presiones gubernamentales para su renuncia al trono (aunque la historia oficial entorno a la reina Isabel II es dada a inventar cuentos de hadas, ajenos a toda realidad en romance de amor en relación a Wallis Simpson, que lo lleva tácticamente a abandonar la corona). La única evidente realidad imposible de ocultar más de lo que ha estado durante todos estos años, es que el aristócrata Eduardo odiaba hasta el fanatismo hitleriano, el comunismo, como odiaba todo lo que oliera a izquierda. Pese a la táctica parafernalia títere de mostrarse ‘sensible’ a las condiciones infrahumanas de vida del pueblo inglés, cuando lo único que le aterraba es que la Revolución de Octubre rusa tuviese eco en Inglaterra. Mostrándose encantado, altanero y ajeno a dicha ‘sensibilidad’ para con el pueblo (en eco de falsas promesas) cuando los nazis suben al poder en 1933 y asume todo su protocólogo y ensancha su respiración y ya protegido se recupera ya que hacerlo para él <<era lo correcto>> contemplar un futuro para Inglaterra bajo otro régimen fascista semejante ya que <<nosotros también acabaremos llegando a lo mismo porque también estamos ‘muy amenazados’ por el comunismo>>. Tras su visita a Hitler, Eduardo el del cuento del príncipe progresista junto al cuento de hadas del príncipe que renuncia a rey por amor encontró ‘un amor’ a medida con el que unirse al nazismo y frecuentar hasta hacer proselitismo entre simpatizantes pro nazis. Dicen que si Churchill lo envía de embajador a las Bahamas para quitárselo del medio, pareciera que le preocupaba la filiación pública del duque Eduardo a los nazis, y su duquesa de Windsor, que le corre prisa su misión en convertirse reina ‘a cualquier precio’, y al yanqui, anclado en el poder de Norteamérica ‘le inquieta’ ver en el yate del magnate sueco Axel Wenner-Gren, gran amigo de altos cargos nazis como Hermann Goering, y durante su estancia en las Bahamas junto a los duques de Windsor.

 

La recién finada del Reino Unido tan vanagloriada por políticos de las democracias como por la prensa canalla, en realidad era una de las personas más ricas, de las más millonarias del mundo, y no debido al esfuerzo de su trabajo nunca ha hecho otra cosa que vivir como las diosas en el Olimpo incluido el de los borbones del reino de los mortales, sino por haber robado a los países africanos, asiáticos y de otras partes del mundo. El yanqui e inglés tras la búsqueda del oro, petroleo y diamantes como de haber mangado a sus propios súbditos y a todo el que se le antojase como escuela maestra, y como dice una parte muy amplia de ambos pueblos sea inglés sea yanqui <<sarna con gusto no pica>> , pues la finada además de, era una fascista prácticamente desde su nacimiento. Tuvo una adecuada atención para ello como toda su familia, no solo colaboraron con los nazis sino que les abrió las puertas del Reino Unido, para eliminar a los rojos satánicos y anarquistas de la vida de Brayan y desobedientes sacamantecas e insumisos pordioseros y herejes rotos masones descamisados y para luchar contra los bolcheviques carga y más carga hasta poder llegar a las 96 balaceras. Ya despuntaba de pequeña alzando su manito con su bracito erguido su saludo nazi –y bueno, de qué extrañarse– tal y como la abuela del actual Rey, Felipe VI, y madre de la reina emérita Sofía Schleswig-Holstein Sonderburg Glücksburg (Y) ya de reina como Isabel II apoyando a los racistas del apartheid en Sudáfrica durante su mandato. Robando y asesinando a miles de personas en Kenia tratándolos como animales. En Argentina durante la llamada guerra de las Malvinas siendo jefa del estado, y por lo tanto jefa de su ejército, bombardeando un barco de soldados argentinos asesinando a toda su tripulación y luego celebrándolo a lo criminal ¡Imperdonable!!! Irlanda del Norte lo sabe muy bien y África también. Una vergüenza, los medios, la contrainformación de su integridad fascista como seguidores soldados del fascio colonialista, lavando la cara de una nazi, una vividora usurpadora de lo ajeno reina de la piratería británica.

 

El episodio de las 96 balaceras a forma de salvas ha servido para desenterrar el pasado de la Casa Windsor, y la relación de Eduardo VIII, con ese partido criminal. La familia real británica se ha visto enfrentada una vez más al escándalo cuando el tabloide londinense The Sun, publicó en su primera plana una fotografía de la reina haciendo el saludo nazi. La imagen provocó un huracán de críticas al ver su imagen tomada en 1933 en los jardines del castillo de Balmoral, Escocia. Isabel, que entonces era princesa tenía 7 años, aparece haciendo el saludo con su madre, su hermana Margarita y su tío el príncipe Eduardo. En él se puede ver a las princesas jugar y también a su tío, el entonces príncipe de Gales, que después se convirtió en el efímero rey Eduardo VIII. En la misma imagen se ve a la madre de las pequeñas, Isabel, levantando su brazo junto con el príncipe incitando a Margarita a hacerlo. Varios historiadores señalan que detrás de la cámara está el padre de la reina Isabel II, el entonces príncipe de York, que tres años después se convertiría en el rey Jorge VI: <<El príncipe Alberto era muy aficionado al cine y captaba imágenes de su familia>>, aseguró a SEMANA el historiador Christopher Wilson –¿Dónde están los metros de cinta grabados entorno al saludo, encuentros, comilonas y demás felonías con los altos jefes del nazismo?–. Un portavoz del palacio de Buckingham dijo: <<Mucha gente verá estas imágenes en el momento y contexto inapropiados. Esta es una familia jugando y en un momento haciendo referencia a un gesto que muchos habrían visto en las noticias>> (¡Tan bárbaro como miserable!!!). Su director, Stig Abell, justificó el uso del material como un documento histórico que no trata de criticar a la reina “solo”: <<Es un documento que realmente arroja luz sobre el comportamiento de Eduardo VIII>>. Algunos recordaron que hace diez años el mismo periódico salpicó la imagen de la familia al mostrar a su nieto, el príncipe Harry, disfrazado con un uniforme con un brazalete rojo con la esvástica. Cuyo episodio desentierra las conexiones de la familia real con Alemania y sus gobernantes, que datan de varios años antes de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, hasta el 17 de julio de 1917, cuando en plena guerra con ese país el rey Jorge V adoptó el apellido Windsor; la familia llevaba el nombre de Sajonia-Coburgo-Gotha. Ese linaje germánico presente en otras monarquías europeas, llegó al trono de Gran Bretaña en 1901, cuando murió la reina Victoria –de la antigua Casa Hannover, también germánica– y ascendió al trono su hijo Eduardo VII. Su nieto Jorge V que reinó desde 1910, hasta 1936, era primo del káiser alemán Guillermo II y del zar ruso Nicolás II.

 

PD.

 

El malo de la película es el tío de Isabel II, aparece en la filmación, heredó el trono en 1936 cuando se convirtió en Eduardo VIII (reinó durante 325 días) hasta que abdicó dicen, que para poder casarse con Wallis Simpson una diva estadounidense con un don de pureza nazi imborrable precipitando su boda a las órdenes de los altos mandos nazis. Hoy los medios han recordado que después de ceder el trono a su hermano, que se convirtió en el rey Jorge VI, Eduardo viajó a Alemania en 1937 invitado por Adolf Hitler. Apoyaba abiertamente al führer e incluso estuvo a favor de una alianza con su país. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Eduardo se dedicó a pronunciar discursos para criticar la actitud británica y defender a los alemanes. Se encontraba en Francia cuando los nazis lo invadieron; poco antes, en una entrevista a la revista Liberty censurada en Gran Bretaña dijo: <<Si Hitler fuese derrocado sería trágico para el mundo. Hitler es un gran hombre>>. Mientras Eduardo era enviado por Winston Churchill vergonzosamente ‘de vacaciones’ a Bahamas, su hermano se convirtió en Jorge VI. Su hija, la reina Isabel II, sirvió en el Servicio Territorial Auxiliar, rama ‘femenina’ del Ejército británico, lo que hizo que su reinado empezara con el pie derecho, de un siglo a otro hasta el 2022 donde una parte del pueblo llora su muerte.

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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