TARUGOS

TARUGOS

JOSU AIZPURUA

No se me ocurre otro nombre; tarugos. Los periodistas en general con sus excepciones confirmatorias: son muy malos. Leyéndolos uno no se entera de nada, nada que no sea autorizado por los jefes. Uno sabe más de Canarias con las coplas de Anghel que con los diarios de postín.

Y en el “furbo”, aún son peores.

Recuerdo a mi maestro en escritura, Tellagorri, periodista deportivo que creaba enfrentamientos y daba motes gloriosos, lo que hacía que la afición se enganchase al evento.

En plena guerra, con el partido entre PNV y ANV, las dos ramas del nacionalismo vasco, rellenó infinidad de artículos. Esa guerra acabó con su carrera periodística y hubo de exilarse en Venezuela. Regresó ya muy mayor y pronto falleció, en su Tangora natal. Escribió algunas obras de rango propio de su vida, para mí maestras y donde con su sencillez expone su nacionalismo vasco, de izquierdas, con brillantez absoluta. Vasco grande entre los grandes.

Pero volvamos a los plumillas deportivos.

El Búfalo de Gernika, con su trompeta, es un ejemplo de lo que deben ser los futbolistas; deportistas y no influenzer de vida rosa. Los niños se sienten más cercanos al Búfalo que a CR7, pues lo siente más asequible.

En deporte, también cuentan las vidas ejemplares y las de CR7, y otros tantos insensatos, no son de recibo. El currante del balón es el mejor ejemplo para los niños-as.

El populismo del Furbo, se perdió, se perdió cuando dejó de ser 11 contra 11 y apareció Florentino con su botín y sus gurús entrenando, para lograr que los dos equipos hagan lo mismo, pero al revés y el RM siempre gane.

Hoy aquel bello juego es pasto de gamberros desaforados, con antorchas y locuras para un simple partido. Ya nada despierta esas pasiones en la vida normal; ni la misa, ni las procesiones ni siquiera las romerías. Esa desmesura del Furbo es el opio del Pueblo, y la única forma de ser algo para el mindundi.

Y además es aburrido, predecible, cerocerista, y de poca educación deportiva; es otro modo más de ser celebridad por una cosa insignificante y a su alrededor campa la corrupción y la vida nocturna de sus lideres.

¡Ah! Y ganó ANV 7 a 5 PNV, con el árbitro Iturralde, abuelo del árbitro de la SER.