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domingo, 29 de mayo de 2022

MARTÍN VILLA Y LOS CRÍMENES DE LA TRANSICIÓN

 

MARTÍN VILLA Y LOS CRÍMENES DE LA TRANSICIÓN

 

Por Pablo Mayoral, activista de La Comuna

Recientemente Cándido Méndez fue invitado a asistir a un acto de homenaje a las victimas del franquismo de Vallecas y a Amós Acero, fusilado en mayo de 1941 por ser maestro y alcalde socialista de Vallecas. No hacia mucho tiempo este mismo "señor" tuvo la desvergüenza de firmar una carta de apoyo a Rodolfo Martín Villa –alto cargo del franquismo y ministro del Interior en la transición– en donde se deshacía en elogios a los "jóvenes reformistas" del régimen franquista, y en la que no nombraba ni una sola vez a ninguna de las victimas del franquismo y de la transición, que fueron asesinados por luchar, entre otras cosas, porque su sindicato UGT fuera legalizado.

 

Esta carta de apoyo firmada, entre otros, por varios expresidentes y exsecretarios generales de CCOO y UGT y otros prebostes, fue enviada a la jueza de la llamada Querella Argentina, María Servini, como forma de presión para revocar el procesamiento de Martín Villa, como responsable de crímenes contra la humanidad, y constituye un gesto de auténtica complicidad con el exministro. Unas cartas que tratan de amedrentar y socavar la firmeza de la jueza en la defensa de los derechos humanos y la justicia internacional contra los crímenes del franquismo y la transición.

 

Familiares, compañeros y amigos de las personas asesinadas en las calles por los cuerpos represivos y las bandas fascistas a su servicio durante los años en que Rodolfo Martín Villa fue miembro del gobierno (julio de 1976 – abril de 1979), se han querellado contra él por delitos contra la humanidad y está imputado por estos crímenes en la querella argentina, mientras que en España no ha prosperado ninguna querella, de momento. Solo en Madrid, en esas fechas, fueron asesinadas por luchar por las libertades y los derechos democráticos, 17 personas: Carlos Hernández Expósito, Carlos González Martínez, Ángel Almazán Luna, Arturo Ruiz García, María Luz Nájera Julián, L. Javier Benavides Orgaz, F. Javier Sauquillo Pérez del Arco, Serafín Holgado de Antonio, Enrique Valdevira Ibáñez, Ángel Rodríguez Leal, Agustín Rueda Sierra, Antonio Carrión Muela, José Andrés Fraguas Fernández, José Luis Muñoz Pérez, Ursino Gallego-Nicasio, Juan Delgado de Codes y Andrés García Hernández. Posteriormente, como parte del mismo plan de represión, durante los mandatos (también como ministros del Interior) de Antonio Ibáñez Freire y Juan José Rosón se produjeron otros 17 asesinatos en esta misma ciudad: Salomé Alonso Varela, Pedro Tabernera Pérez, José Prudencio García, Emilio Martínez Menéndez, José Luis Montañés Gil, Yolanda González Martín, Vicente Cuervo Calvo, Jorge Caballero Sánchez, Arturo Pajuelo Rubio, Juan Carlos García Pérez, Abelardo Collazo Araújo, José España Vivas, Joseba Arregi Izagirre, Jesús Urbien Orbegozo, Carlos Javier Idígoras Navarrete, Juan José Crespo Galende y Luis Arribas Santamaría. Sí, parece que fue hace una eternidad que ocurrían estos hechos, pero ahí están, solo en Madrid más de 30 asesinatos de manifestantes de izquierdas, trabajadores, abogados, estudiantes, mujeres, todos ellos antifascistas que lucharon contra una cruel dictadura y sus secuelas.

 

La jueza María Servini, en virtud de la justicia internacional recogió los testimonios y las querellas criminales de muchas de estas personas y dictó, en 2014, auto de detención a la Interpol contra Martín Villa y otros 20 torturadores y responsables de la Dictadura, para ser interrogados y. en su caso. procesados en esta Querella Argentina contra los crímenes franquistas. En varias ocasiones el Gobierno de el Estado español se negó a extraditar a ninguno de estos imputados, así como a tramitar las comisiones rogatorias cursadas por el juzgado argentino.

 

En septiembre de 2020 Martín Villa fue interrogado por la jueza Servini y, posteriormente, en octubre de 2021, fue procesado por cuatro asesinatos: Pedro María Martínez Ocio, Romualdo Barroso Chaparro, Francisco Aznar Clemente y Germán Rodríguez Sáiz, y se le comunicó que continuaba siendo investigado por otros 9 asesinatos. José Castillo, Bienvenido Pereda Moral, Rafael Gómez Jáuregui, José Luis Cano Pérez, Francisco Javier Núñez, José María Zabala Erasun y María Norma Menchaca, Arturo Ruiz García y Gustavo Adolfo Muñoz de Bustillo Gallego. La Jueza decretó libertad provisional para Martín Villa pero le impuso una fianza de 10 millones de Euros. El mismo Martín Villa en tono jocoso manifestó en enero de 2022, que podría imputársele ser el responsable político y penal de esas muertes, pero que no había un plan sistemático para aterrorizar a los españoles partidarios de la democracia.

 

Posteriormente, la Cámara Criminal y Correccional Federal Argentina dictó una resolución (el 23 de diciembre de 2021) en la que levantó este procesamiento, para solicitar nuevas indagaciones y pruebas que sustentasen el mismo, evitando en todo momento el archivo de la causa y su sobreseimiento. Nuestros abogados han recurrido dicha resolución y la Jueza ha ordenado nuevas diligencias para recabar evidencias adicionales que demuestren la implicación de Martín Villa en estos homicidios y que demuestren que había un plan premeditado de acabar por los medios que fuera, incluido el asesinato, con las gentes que luchaban por acabar con la dictadura y juzgar a sus responsables.

 

Según nos cuenta Mariano Sánchez Soler en el epílogo del libro de Pedro Alcántara ‘La Secreta de Franco. La Brigada Político-Social durante la dictadura’ (recientemente publicado): ‘Uno de los costes de la Transición fue el silencio sobre la represión y sobre quienes la ejercían.’ Afortunadamente ese silencio se está rompiendo gracias a jóvenes historiadores y periodistas que siguen la estela de nuestro querido Alfredo Grimaldos (‘La sombra de Franco en la transición’), del propio Mariano Sánchez Soler (‘La Transición sangrienta: Una historia violenta del proceso democrático en España (1975-1983)’), de Sophie Baby (‘El mito de la transición pacífica: Violencia política en España, 1975-1982’) y de los historiadores José Babiano, Gutmaro Gómez, Antonio Míguez y Javier Tebas con su libro ‘Verdugos impunes. El franquismo y la violación sistémica de los derechos humanos’, que ha servido de base para las querellas criminales presentadas por nuestros abogados en diferentes casos de torturas y asesinatos.

 

Hoy queremos esclarecer y que se juzguen unos hechos criminales ocurridos a lo largo de un periodo histórico que llaman conocemos como la Transición, la mayoría de los cuales han quedado impunes, bien porque ni siquiera se han investigado, bien porque sus culpables conocidos fueron amparados por el aparato de Estado para cumplir penas de prisión mínimas o para escapar a la justicia.

 

Algunos nos acusan de querer romper el consenso constitucionalista, pero lo cierto es que queremos destapar unos actos criminales que aún esperan ser investigados adecuadamente y delimitar las acciones judiciales que correspondan, así como establecer unos lazos de solidaridad y apoyo a los familiares, amigos y compañeros de unas víctimas con las que se cebó la represión para establecer a sangre y fuego los limites de los derechos democráticos por los que luchábamos.

 

Se trata simplemente de establecer los principios de verdad, justicia y reparación respecto a estos asesinatos que los grandes medios de comunicación silenciaron muchas veces, manipularon y confundieron en otras tantas ocasiones y han negado su conocimiento a las generaciones posteriores. Como dicen nuestros compañeros de la Asociación de Victimas 3 de Marzo de Vitoria, queremos pasar de las flores a los hechos. Reclamamos acabar con la impunidad de la Dictadura franquista, de antes y de después de la muerte del criminal Franco.

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