RISAS Y LÁGRIMAS

 

RISAS Y LÁGRIMAS

QUICOPURRIÑOS

          No creo que el idioma, el no hablar un mismo idioma, una misma lengua, sea un obstáculo para la comunicación, para el entendimiento. Y es que, el lenguaje, cuando se quiere claro está, es universal. Tenemos el lenguaje gestual, el no verbal, pero tenemos la música, que es universal, dicen que al igual que las matemáticas. Esas, la de los números, la de las cuatro reglas básicas, que son las que a todos nos interesan, son  comprendidas a la primera. Que me debes, te debo, dame, toma, multiplica y divide, lo más complicado pues implica reparto. Pero se entienden. Las risas y las lágrimas, son también universales, forman parte inseparable de todos los seres humanos, sin importa

r raza, religión, ideas políticas…Y llegados hasta aquí, porqué me detengo en esta reflexión. Pues porque, en el fondo, a lo que cualquier ser humano debe aspirar es a la felicidad y esta se consigue con libertad y paz, primando  las sonrisas y desterrando las lágrimas. Y ¿tan difícil es? Yo creo que no o es que soy tan simple. Un conflicto, un enfrentamiento, provoca inevitablemente tristeza. No me entra en la cabeza que, en una guerra, por ejemplo, solo un bando llore a sus muertos, caigan los que caigan, de un lado o de otro. No me entra en la cabeza que la vara de medir sea el número de muertos logrado por uno u otro, que no señor, que no estamos en un partido de baloncesto que gana el que más puntos tenga cuando suena el pitido final. Sigo creyendo que el hombre, por naturaleza, está destinado a ser bueno, a caminar por la vida sin hacer daño, a resolver las diferencias sentándose a dialogar, empezando la negociación con una mirada serena y sincera, con una sonrisa, con un diálogo sin crispación, con un tono audible pero agradable al oído, al propio, y al del otro, sin estridencias. Entonces, si es así, no importa nada el idioma , si se habla o no el mismo, porque el lenguaje, esa herramienta para entendernos, está no solo en la palabra, que por supuesto que también, está en el gesto, en la mirada y en el compromiso de reír juntos y no tener que volver a llorar, ni juntos, ni por separado.

Ojalá así sea.

                                                            quicopurriños,25/04/2022