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martes, 15 de marzo de 2022

MUJER EN REBELIÓN HISTÓRICA

 

MUJER EN REBELIÓN HISTÓRICA

 MAITÉ CAMPILLO

“Perseo se cubría con un casco mágico para perseguir a los monstruos; nosotros nos colocamos este casco mágico sobre nuestros ojos y nuestros oídos para poder negar la existencia de los monstruos” (Del prólogo a 'El Capital' d` Carlos Marx)

Teatro, obra de F. García Lorca 'Bernarda Alba': ¡Acabar con ella antes que lleguen los guardias! ¡¡Carbón ardiendo en el sitio de su pecado!!

<<Si alguien quiere hacerse rápidamente socialista, que viaje a los Estados Unidos>> Dejó escrito Máximo Gorki, dicha frase, y también que <<Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud>>. Así lo entendió la mujer en los corredores de lucha revolucionaria cuando en 1853, las trabajadoras del algodón de Manchester, de los talleres de Preston, organizan y dirigen una huelga de ocho meses ¡¡Veintiuna mil mujeres llegaron a tomar las calles!! Y la huelga únicamente pudo ser derrotada, por el hambre; dos tercios de las huelguistas eran niñas menores de 13 años. Antiguamente y no tanto, ser modista, era oficio que desarrollaban fundamentalmente mujeres; el

 sastre para los hombres, la modista para mujeres y niñas, en este caso para el patrón trabajaban en grupo. Década tras década siguen siendo mujeres de todas las edades las que mayoritariamente cosen en talleres clandestinos, para mafias empresariales que alimentan el monopolio en cadena de explotación, pasando de un intermediario a otro, hasta llegar al eslabón principal. En 1857 el sindicato de costureras de la compañía textil de Lower East Side, de Nueva York, convoca a una marcha para el mes de marzo, en reclamo por una jornada laboral de 10 horas. En 1867, diez años después del mismo mes una vez más en Nueva York, en la ciudad de Troy tuvo lugar una huelga de planchadoras de cuellos; formaron un sindicato y pidieron un aumento de salarios. Tres meses de paro y una dura lucha culminaría con las huelguistas obligadas a regresar a su trabajo, sin haber logrado la conquista de sus demandas sobre la cadena que distancia pulcramente al gran monopolista, que sus chupasangre intermediarios garantizan, directamente la vejación y precariedad laboral sin que el mayorista manche ni su nombre ni su traje ni sus manos. Las mafias de adiestradores legales sanguijuelas que en otro tiempo incluyendo el hoy presente, pudo ser cualquier comemierda sin escrúpulos en general, cualquier mediocre ex-militar, ex-policía, liberados de sindicatos amarillos y allegados a éste, de la misma manera que llegaron a pistoleros de la construcción al amparo capitalista de la explotación 'del empresario ejemplar en el Estado español' tipo Amancio Ortega entre otros, por eso no es de extrañar que desde que estos monstruos existen ¡Las mujeres no cantan cosiendo! ¡¡Prohibido coser y cantar!! Desde que estos monstruos aparecieron el pueblo en conjunto metafóricamente hablando también cose: la democracia cada cuatro años, ¡es tan frágil!!!

 

Desde primeros del Siglo XX son numerosas las movilizaciones y huelgas de obreras en EEUU. País donde ocurrieron sucesos escalofriantes como el del 25 de marzo de 1911 en una fábrica textil, de la misma ciudad de Nueva York. Hecho conocido internacionalmente, referente histórico cada 8 de marzo en recuerdo y memoria de cuando las trabajadoras de dicha fábrica se encontraban reunidas en huelga. Aprovechándose de ello, el patrón, lejos de enfrentar directamente los hechos surgió en él su instinto criminal, el propio dueño de la fábrica se transmite así mismo la orden en eco de su voz, las encierra con llave y prende fuego al edificio. Las llamas causaron la muerte de 146 personas: 129 mujeres y 17 hombres, dejando otras 70 mujeres heridas. La mayoría de las asesinadas eran jóvenes de entre 14 y 23 años (un paso hacia atrás entorno a los acontecimientos). El 3 de mayo de 1908 en el teatro Garrick, de la ciudad de Chicago, las mujeres del Partido Socialista Norteamericano impulsarían el llamado Woman’s Day campaña por el derecho al voto femenino y contra la esclavitud sexual. Un año después en 1909 ¡¡Veinte mil trabajadoras de distintas fábricas salían a las calles en apoyo a la huelga de la Compañía de Blusas Triangle!! El Sindicato Internacional de Trabajadoras del vestido inicia la huelga. Días después sumarían su apoyo el movimiento de mujeres norteamericano; la Liga Nacional de las Mujeres Sindicalistas, sufragistas y socialistas. En diciembre del año señalado, la Liga Nacional de las Mujeres Sindicalistas encabezada por Mary Dreier convocaría a una marcha de protesta contra la represión policial ¡¡10 mil mujeres desfilaron según la prensa!! Las sufragistas realizan una concentración masiva en apoyo; meses después, en febrero de 1910, se puso fin a la huelga. La gran mayoría de trabajadoras regresa a la fábrica sin haber conseguido la totalidad de sus demandas, salidas de emergencia, como la prohibición de mantener las puertas cerradas durante la jornada laboral: nunca se pusieron en funcionamiento las escaleras de seguridad. La historiadora Ana Lau Jaiven, relató, que la prensa cómplice, acusó del incendio a un trabajador que fumaba en esos momentos. Tras los sucesos, la Liga Nacional de Mujeres Sindicalistas, inicia una gran campaña exigiendo que se legislara contra los incendios y por leyes que brindaran protección a las trabajadoras. Muchas y muy valiosas han sido las mujeres que se han destacado en la lucha a lo largo de la historia, por la igualdad de derechos, más conocidas a partir de mediados del siglo XIX y XX. Donde el movimiento reivindicativo de la mujer comenzó a tomar mayor apoyo y cobertura social entre los movimientos y partidos de izquierda. En 1912 en Estados Unidos la ciudad de Lawrence, en Massachusetts, las obreras textiles iniciaron una lucha histórica al grito ¡¡Queremos el Pan` pero también las Rosas!! Pusieron en pie comités de huelga, montaron comedores comunitarios para los hijos e hijas de quienes sostenían la dura pelea, con una patronal que no retrocedía costara lo que costase; ellas tampoco. La huelga, su huelga de “Pan y Rosas” supo conquistar el reconocimiento de los sindicatos, el aumento de salarios, y la reducción de la jornada laboral. Fue en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague, en 1910, quien Clara Zetkin, propuso y se aprobó la celebración del día Internacional de la Mujer Trabajadora; la primera conmemoración se celebraría el 19 de marzo de 1911 (días antes a los acontecimientos del incendio de la fábrica de Nueva York).

 

La mujer rusa celebró por primera vez en 1913 el` Día Internacional de la Mujer trabajadora <<conocido como Día Internacional de las Obreras>> jornada sobre la que se produce una fuerte represión por parte de la policía zarista; y algunas de sus organizadoras, son deportadas a Siberia (Manifestación que se produjo en un momento crítico pre-bélico en vísperas de la I Guerra Mundial). Muchas de estas mujeres combatieron codo a codo en la revolución de octubre. Una de entre estas revolucionarias, fue una mujer nacida en Ucrania, Alexandra Kollontái; la primera mujer en asumir un puesto como Ministra en la historia de Rusia. Su actividad política estuvo vinculada a favorecer en la mujer una serie de derechos notorios. Estudió historia en Zúrich y vivió en Finlandia varios años; trabajó en numerosas instituciones educativas. En 1915 se unió a los bolcheviques, y volvió a Rusia; desempeñó tareas como Comisaria para Bienestar Social y realizó importantes estudios, sobre el estado de los derechos de las mujeres en Rusia, dando paso a reformas que reclamaban la igualdad entre hombres y mujeres. Asume la representación como diplomática de la URSS, ante Noruega, México y Suecia. 1917 marcó un jalón en sus (y nuestras) vidas indirectamente; ese antes y después internacional para toda la clase obrera, ese salto cualitativo fundamental para la mujer consiguiendo el primer paso hacia la eliminación de la explotación y opresión del hombre por el hombre: doble explotación como mujer y trabajadora en la que eran partícipes a diferentes escalas (el patrón fuera de casa y padre dentro de ella, hermano, marido e hijos varones sobre todo el primogénito dentro del hogar según culturas y religión, se agravaba denigrante la situación hasta límites de humillación psíquica y física e inimaginables). Este mismo año, 1917, en una fábrica textil de San Petersburgo, en Rusia, las trabajadoras deciden conmemorar el` Día Internacional de la Mujer organizando una huelga al grito ¡¡Pan, Paz y Abajo la autocracia!! Cuatro días más tarde, el Zar abdica, y el Gobierno Provisional otorga a las mujeres el derecho al voto. Esa huelga allanaría el camino a la primera revolución triunfante de la historia del movimiento obrero (Revolución Rusa) que bajo la dirección del Partido Bolchevique y Lenin derrotaría al régimen zarista; pondría en pie un gobierno de los trabajadores basado en organismos de masas, consejos obreros (soviets), desarrollando un programa y estrategia para derrotar a los capitalistas su régimen y su Estado.

 

Resulta increíble pensar que hace poco más de cien años con la Revolución Rusa, las mujeres conquistarían derechos, que hoy, nos son negados en la gran mayoría de países del mundo. Derechos tan elementales como el poder decidir sobre nuestros cuerpos la esclavitud sexual en siglo veintiuno se perpetua. En la actualidad existe más gente en la esclavitud que en cualquier otro momento de la historia; el 70% , de los pobres del mundo son mujeres y niñas. La industria textil baja los costos de la producción en base al trabajo esclavo y precario. Su mayor inversión se destina a la publicidad de las marcas, el menor gasto posible en mano de obra esclava, y es aquí, donde descansa el verdadero secreto de las ganancias exorbitantes que amasan los empresarios de las democracias actuales (Mujeres inmigrantes, de pueblos originarios y sostenes de hogar son quienes llenan los talleres en todo el planeta que caracteriza la actualidad). Ha habido momentos históricos grandiosos, gracias a ellos existimos, pero hemos dejado atrás sin duda alguna el siglo de lucha. Hemos celebrado el 8 de marzo del 2022 sin pena ni gloria atrapado por las garras del poder. Una curva hambrienta mortal se avecina estamos presenciando los primeros movimientos. Una reconversión inserta en la pandemia entra en acción utilizando a su antojo, el desarme social presumiblemente, directamente la propia televisión, junto al resto de medios de apariencia algo más indirecta, en ropaje al neoliberalismo imperialista como trampolines de la UE en garras del Pentágono. Hemos dejado ya muy atrás, esas mujeres contra la autocracia, por el pan y también por las rosas; que en vez de coser falsas democracias capitalistas (y engendros de la paz esclava), lo que hacían es coser sus derechos, su libertad, su independencia, su emancipación obrera basada en revolución social. La industria textil sigue siendo uno de los sectores de mayor precariedad en condiciones deplorables aberrantes e infrahumanas impuesta históricamente a la mujer, incluyendo la adolescencia e incluso a la niñez. Un trabajo que desde sus orígenes se nutrió de todas, en jornadas extenuantes y ritmos de producción en cadena férrea de superproducción. Estas mujeres proletarias tejieron algo más que para el patrón y pistolero de su incondicional eslabón. Tejieron la identidad de las mujeres revolucionarias más avanzadas de nuestra historia; su organización y lucha de clase entre huelgas de hambre, asaltos, motines y pregón, así surgió incondicional la vanguardia emblemática entre ellas. Victoriosas, muchas de sus huelgas, otras derrotadas por el hambre y a punta de bala y latigazo entre porras y encierro en llamas, abrasando e imponiendo su desaparición como mujer rebelde e insumisa trabajadora; dos condiciones de marginalidad imperdonables todavía en nuestros días. Todas conformaron en distintos países del mundo, una cantera firme y fértil inamovible de conciencia, e imagen en recuerdo a tener en cuenta; sin adulterar la naturaleza de los hechos y sus lecciones futuristas, pues se trata de aportar, no de tergiversar ni restar lo que de altura en la historia lograron.

 

La investigadora Pilar Díaz en 1975 señala que había cuatro millones de trabajadoras en activo registradas, se ocupaban en el sector servicios el 57% y en la agricultura el 38%, mientras que solo el 5% se empleaba en la industria; pese a ello, la rama del textil, estaba feminizada con un 90% de mujeres; los salarios del sector eran los peores de la industria dentro del Estado español. Sirva su recuerdo en esta nota como ejemplo de introducción a la historia que hemos ido perdiendo: encuentros, calles y canciones del duro batallar que entre miles de hombres y mujeres proletarias se encontraron recibiendo la muerte (un conmovedor ejemplo): Vicente Antón Ferrero fue asesinado el 8 de marzo de 1976, por Fuerzas de Orden Público, en protesta por los asesinatos del 3 y 4 de marzo en Gasteiz (Euskadi), donde otros cinco trabajadores perdieron su vida, ochenta y cinco sufrieron disparos y contusiones. Tras la huelga general (del 16 y 17 de febrero), el 3 de marzo, se convoca una nueva jornada de paro para hacer frente a los despidos, cierre de empresas y recortes de derechos sociales. Pero ese mismo día el Orden Público gubernamental, dispara fuego real contra una concentración de trabajadores en la iglesia de San Francisco. Se convocan manifestaciones de protesta una vez más para el 8 de marzo; las FOP, refuerzan las calles como si de un estado de alerta se tratara contra tropas invasoras. Disolvieron con armas de fuego la marcha celebrada en Basauri, en protesta por los cinco asesinatos; según testigos, un policía dispara a la cabeza a menos de siete metros al joven de 18 años, natural del pueblo zaragozano San Martín de Tavóra. Nunca se investigó el asesinato nadie ha sido juzgado. Las trabajadoras del textil en el Estado español, habían protagonizado luchas importantes en la inmediata posguerra antifascista como las huelgas de Mataró, Tarrasa y Sabadell, por un aumento salarial, en 1946, en pleno auge de la dictadura franquista. Un nuevo brote surge en el mes de febrero de 1977 poco después de la muerte del dictador. Durante más de un mes las trabajadoras textiles de la fábrica Induyco, en Madrid, mantuvieron una dura huelga enfrentando la represión policial y aguantando el pulso contra los despidos y presiones; la gran mayoría, eran mujeres muy jóvenes. La huelga conmocionó a la clase trabajadora madrileña. Durante semanas se realizaron asambleas, manifestaciones, piquetes y concentraciones frente a la sede d` El Corte Inglés en la calle de Preciados. Los sindicatos todavía clandestinos organizan una caja de resistencia (aunque las trabajadoras ya entonces, los habían culpado, de traidores). Los obreros del metal amenazan con salir a la huelga en solidaridad con sus compañeras, y la voz de las trabajadoras, se escuchó como nunca; resulta que 'la clase obrera' también era femenina aunque muchos no quisieran verlo -ni entonces ni ahora en muchos de los casos- hasta la Ley de Derechos políticos, profesionales y de trabajo de la mujer de 1961: las mujeres debían dejar el trabajo asalariado una vez que se casaban.

 

Un informe en 2014 de la Organización Internacional del Trabajo relata que <<El 80% del trabajo forzoso es manejado por agentes privados, de los cuales el 64%, tiene como única finalidad la explotación económica generando ganancias a los empresarios que superan los 150 mil millones de dólares anuales>>. Un ejemplo de ello es Argentina; en la provincia de Buenos Aires, se contaron tres mil talleres clandestinos; más de 40 mil personas esclavizadas, el 80%, miembros de la comunidad boliviana con una jornada laboral que va de 10 a 16 horas diarias` La pelea por el pan y por las rosas. En Textil Neuquén, sólo tenían diez minutos para almorzar, salarios bajísimos, ataques a los derechos laborales, ambiente insalubre... Trabajadoras con un promedio de edad de los 30 a 60 años, entre ellas madres solteras sostenes de sus hogares, eran las primeras en acceder a trabajar en Textil Neuquén. El perfil de la patronal era específico, contrataba a trabajadoras que no faltaran ni aun estando enfermas; pasaron once años aguantando atropellos de una patronal, que incluso llegó a amenazar a las delegadas con PRENDERLAS FUEGO CON UN BIDÓN DE NAFTA SI HACÍAN PARO -cuando las obreras le advirtieron su decisión de tomar medidas ante el incumplimiento en el pago de producción y otros ítems. Hubo más amenazas; una de por igual de infrahumana hecha a una de las trabajadoras con HACER DESAPARECER AL MARIDO POR 300 MANGOS SI SEGUÍAN ROMPIENDO. El malestar y la bronca se iba acumulando, la impotencia intentaba reponerse con firmeza en lucha antagónica contra la explotación y opresión de clase, descargando toda la humillación y el desprecio hacia las obreras. Los empresarios Huerta, tenían la impunidad de la que gozan las sociedades capitalistas <<el aval del gobierno>> con quien tenían negocios millonarios, la justicia de clase a su favor, las fuerzas represivas del Estado al servicio de cuidar sus intereses; despersonalización, acoso, amenaza, intimidación... (1917- 2017): Un siglo después, el 31 de enero, llegó fortalecido; eran ellas, un florecido destacamento de obreras levantando cabeza sin clavar la rodilla decididas a luchar y no bajar la mirada ante ningún patrón o mercenario de este ¡¡Nunca más!! Su lucha nos recuerda que sobran motivos para pelear contra la mafia empresarial, y sus gobiernos, cobra fuerza como ejemplo vivo hacia las futuras generaciones de trabajadoras de ambos sexos que están llamadxs a cumplir la tarea histórica, de ser quienes tomen el destino de sus vidas en sus propias manos, conquisten la igualdad ante la vida y la liberen de toda explotación y opresión predominante en el sistema económico. Las Leonas del Parque Industrial Neuquén, en condiciones difíciles plantaron batalla, conquistaron su herramienta de trabajo, lograron sostener los puestos de trabajo, hicieron retroceder al gobierno y a una patronal vaciadora. Escribieron un nuevo capítulo en la historia de la lucha de clases, del Parque Industrial Neuquén, de gran experiencia organizativa en lucha obrera.

 

PD.

 

Hay muchas formas de matar, tu liberación pende de un hilo; silencio roto por los disparos, tras la nausea la brisa se precipita, persigue la fuente fértil de los sueños torrente de vida; el sol se ensalza, previene la fuga, el enigma acompaña. Cuanto ven mis ojos es como un destello misterioso, un tumulto, un fantasma en marcha; el cielo tiene un poder extraño, se evapora a mi vista; un ojo de luz se impone, penetra radiante a forma de guía. Al fondo el mar me trasporta, azul quietud de suaves olas, silva la calandria y el viento la acompaña; el misterio camina al compas de nuestras alas contra la orden, del orden; sufre, calla, muere... Pero la jaula se abre y a su ritmo mi ventana saltando las rejas, la libertad no admite espera; el nudo de mi garganta despierta sentimientos, se integra, lucha, vuela... Nada importa que lleguen grises días si de otoño si de invierno si los montes anuncian la primavera, que habrá de llegar. Su ímpetu revienta los muros de otras celdas, aflora la vida, tras los portones el murmullo espera, dispara el eco de su amor; otean inquietas las fieras del cacique, feudal y capitalista imperial. Oigo los pasos del silencio roto por los disparos y la brisa se precipita en su compaña, sincroniza el ritmo de su estrategia, salva obstáculos, aleteo sin cadenas, somos viento.

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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