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miércoles, 23 de febrero de 2022

MANO AZUL

MANO AZUL

JOSU AIZPURUA

-        Anoche no pude dormir y pensé en eso tuyo de La Casta; y tienes razón. Hay una mano azul que mece la cuna de España y pone y quita a su antojo. –

Esto me decía esta mañana unos de los “banqueros” de mi parque, muy centrista él, y siempre tendente a creer que hay un orden celestial en los humanos, y que los mejores son los que rigen los destinos del Mundo.

Me alegra que caigan del caballo; nadie puede creer que la pugna Casado-Ayuso sea por el cazo de su hermano.

Madrid siempre fue un gran pesebre con la guinda en el Bernabéu. La Casta siempre habitó en sus fincas, y los políticos lo fueron a su sombra, y con el tiempo aprendieron a sisar e incorporarse al pelotón de cacistas que por la corte pululan. Lo gordo, en alianza con Lobbys, es siempre para los poderosos nobles, y sus millones se reproducen sin frenos, por lo que las minucias de los políticos con su mísero 3%, son caza menor, y no les preocupan salvo cuando alguien se salta el turno de pesebre o porta cucharón en vez de cuchara.

Cuando el jefe facha publicó aquello de “El crepúsculo de las ideologías” dio en la diana. El franquismo había dado con un orden cleptómano en el que era lo mismo ser de uno u otro, siempre que se mantuviera la jerarquía de pesebre, y la Sra. marquesa gozase de lo suyo.

Nuestro momento contó con un maestro en ese arte, pero no era por habilidad personal si no por protección y solidaridad de los mandamases, que hoy lo desnudan y vemos el orondo culo del Campechano.

Suarez y Calvo Sotelo fueron los primeros que en esta Constitución78 no se repartieron bien el botín y hoy vuelve a suceder el conflicto donde los antaño amiguitos se apuñalan sin rubor. Chercher l´argent, no existe otra explicación.

El odio y la envidia, virtudes cardinales del madrileño facha, salieron a la calle a denostar al jefe al que tiempo atrás vitoreaban y ahora le hacen el escrache puro y duro ante la pasividad policial; chercher l´argent.

Los muy elegantes miembros de La Casta, ya venidos a menos en neuronas y a más en sus bolsillos, volverán a errar en su designio pues ni el gallego ni la tabernaria tienen nivel ni trayectoria para heredar el cetro de Cánovas, pero en su infinita sabiduría quizás estén buscando que Smit&Wesson y los suyos vengan a poner ya orden en el patio.

 

 

 

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