VEV YON NONM VIVAN

VEV YON NONM VIVAN

AIZPURUA tar JOSU Mª

La sarcástica popular haitiana, llamaba así a mi compañera de vida “vev yon nomm vivan” (viuda de un hombre vivo) aludiendo a mis continuos viajes y ausencias. Es muy ingenioso.

Y me recuerda a nosotros, canarios y adosados como yo, que somos “viudos de un Estado vivo”. Demasiado “vivo” diría yo que lleva 5 siglos abusando y poniendo cara de risueño que no rompe un plato.

Sª Crus de Tenerife; la “cruz” de la Isla, ya a punto de ser relevada en capitalidad por Adeje, donde su alcalde hace cosas mientras el nuestro ya saben a qué dedica su tiempo, es el test canario a la ociosidad que vive el turismo sin nada que aportar y ahora que está cambiando el paradigma del sector, ni tan siquiera lo comprende ni emprende.

Canary Island, con Tenerifa al frente, es algo que todo turista tiene en mente, pero C19 es un punto y aparte en el Turismo. Los esquemas se movieron, los deseos cambiaron, y las rutinas se contrastaron. Un nuevo turismo está esperando; algo nuevo hay que ofrecerle.

La absurda, en MK, idea de absorber viejos y jóvenes, ricos y medianos, es algo imposible ante lo que hay que centrarse en segmentos clave; hay que elegir y responder. El seguro de sol ya no es suficiente ni veraz.

Y mi Tenerife tendrá que elegir, especializarse, y salir de esa todología de incompetentes miembros de partidos, para entrar en puntos fuertes, corregir fallos y mostrar en publicidad esa nueva imagen para competir con el Turismo Mundial que amenaza con desbordar a Canarias. ¿Precio o Calidad?

Muchas imágenes confunden; Rioja es marca y no necesita incluir sus bodegas. Canarias es marca y no necesita incluir sus islas, pues estas están bajo su paraguas. Pero cada una deberá especializarse y buscar la rotación enriquecedora.

Ese tráfico enloquecido y atascado, es un demérito turístico: ¿Dónde está ese tráfico silencioso, eléctrico y moderno? Ya se sabe que aquí somos muy “petroleros”.

¿Y nuestra ventana al Mundo; los aeropuertos? Dejo aquí mi lágrima de protesta. Los hay mejores en el África profunda.

No todo es culpa colonizadora; el mal colonizado, silente y danzante carnavalero, es más culpable pues se juega más que el otro al que ya ven lo que le preocupa el Sahara.

La ¿capital? Sª C. se muere desvencijada, y sus gentes ansían el finde para salir huyendo al Sur, al Adeje en movimiento, y nos quedamos los viejos para sentarnos en los bancos del parque, sucio, abandonado, tercermundista y solitario. ¡Bravo alcalde.

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