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jueves, 23 de diciembre de 2021

SOUPE JOUMOU

 

SOUPE JOUMOU

JOSU AIZPURUA

La sopa de calabaza (soupe joumou) ha sido declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. ¿Y los txipirones? pensarán desde mi pueblo.

Pero no es su valor culinario lo que le da el nombramiento; es la Historia viva de Ayiti.

En 400 años de esclavitud, los métodos de dominio del amo llegaron a extremos tan degradantes como prohibir la sopa de calabaza a los esclavos pues era manjar reservado a los amo blancos, con la crueldad añadida que las cocineras negras eran torturadas si las veían probando la sopa.

Desde su liberación de la esclavitud, lograda en guerra contra Napoleón que pretendía que la esclavitud se aboliese en la Tierra, menos en Haïti su colonia más rentable. Napoleón mandó a la batalla en Haití a su hermana Paulina y su marido el General Leclerc, pero los esclavizados les vencieron y crearon el primer Estado de negros de la Historia.

Hazaña nunca reconocida y su rencor causa importante de la actual situación del Estado Fallido haitiano.

Esperando la respuesta de Napoleón, que nunca llegó, los negros victoriosos con JJ Dessalines el primero de año en (1804) tomaron una soupe joumou, como muestra de que ya no eran esclavizados y para que nunca lo volvieran a ser, la tomarían todos los primero de año. Y hoy siguen haciéndolo. ¡Ayibobo!

La UNESCO reconoce ese intangible contenido de la soupe joumou, en los momentos trágicos que vive el país caribeño.

Realmente la sopa, es de un tipo de calabaza que llaman “giraumon” a la que se añadían vegetales y plátano. Hoy día ya no se añade plátano y se le pone carne y pastas con todo tipo de vegetales. Cada quién hace la sopa a su manera y añoro la que me hacía mi amada MF en nuestra casa. Yo, en Tenerife, me hago una porquería de sopa de calabaza, pero la intención basta y la soupe joumou es la expresión de la rebeldía ante la injusticia, la esclavitud y la inhumanidad. A eso yo me apunto, aunque me tenga que tragar mi sopa. Luego me hago txipirones que me salen mejor, y a comenzar otro año con energía.

Toda esta enorme epopeya de Haïti-Ayiti, yo la tengo novelada y acabada, a falta de traducirla al francés, pero ya no tengo fuerzas, y aquí a nadie le interesa y allí menos luchando por sobrevivir entre naturaleza cruel y bandidaje institucionalizado.

Si tienen curiosidad por la historia haitiana, pídanle a Anghel la novela, que, aunque novelada es más real que la que cuentan en las embajadas donde no dicen que los negros liberados, vencedores en la batalla tuvieron que pagar a Francia por la liberación de su propio territorio, pago que los descompensó y causa de su actual situación de pobreza. Fue la más rica colonia del caribe y hoy es la más pobre de América, y en eso: hay culpables.

 

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